Mujeres olvidadas, mujeres inmortales: Castelló recupera la memoria de sus ciudadanas

“Los cementerios han tenido siempre un importante valor cultural e histórico. Se podría contar la historia de las ciudades a partir de las personas que reposan en ellos”. Un tour por el cementerio de Castellón permite recuperar la memoria de las mujeres olvidadas. En él yacen farmacéuticas, sindicalistas, políticas, abogadas o músicas que han sido ignoradas en su ciudad.

El itinerario se realiza en el marco de las actividades del Museu de la Ciutat de Castelló y pretende hacer un homenaje a las mujeres que desde su ámbito trabajaron por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, junto con otras que fueron protagonistas anónimas de acontecimientos históricos de la ciudad . 

El origen de la ruta se remonta a 2014. Desde que se quedó en paro, Queta Ródenas ha centrado su tiempo en recuperar la memoria democrática de la ciudad a través de la plataforma de Memoria Histórica. A raíz de la publicación de su novela, Castellón en mis recuerdos, comenzó a investigar sobre las figuras que se encontraban enterradas en el cementerio. La autora hizo un estudio sobre la fosa común que hay en el cementerio civil de Castellón para localizar a más de 500 víctimas de la represión franquista que se encuentran enterradas allí. Su estudio sirvió de base para realizar las últimas exhumaciones y todavía acompaña a familiares de las víctimas a encontrar sus cuerpos.  

La investigación le permitió conocer a decenas de personas pioneras en sus ámbitos y vinculadas de algún modo a la ciudad, tanto como para ser enterradas en su camposanto. Poco a poco se convirtió en una experta en las vidas de las personas que allí yacen y fue capaz de elaborar un itinerario sobre figuras relevantes que habían sido olvidadas. A raíz de su trabajo, la responsable del Museu d'Etnologia de Castelló le pidió que esbozara un proyecto sobre mujeres pioneras para incluirlo en sus actividades. El recorrido por el cementerio tiene como base la investigación y el trabajo de documentación de la autora, aunque la guía corre a cargo de profesionales de este ámbito. 

El itinerario devuelve la memoria de Teresa Giménez Selma, sindicalista, que desde el sindicato femenino de alpargateras de la UGT luchó para conseguir mejorar la situación laboral de las mujeres proletarias y murió víctima de la represión franquista o a la miliciana Isabel Martínez Blaya, que, con 22 años, se inscribió como miliciana fue al frente de Teruel con la Columna Mateotti.

Rescata también a Maria Pilar Gil Montaner, la primera farmacéutica de la ciudad, que se licenció cuando la Universidad no era un espacio demasiado abierto a las mujeres. Gil Montaner fue de las primeras castellonenses en ingresar en centros universitarios. Por otra parte, relata el caso de Beatriz Guttmann, pintora, que obtuvo el título de profesora de dibujo en el Instituto de Ciencias de la Educación de la Universitat Politècnica de València y en 1992 se doctoró en Bellas Artes.

La compositora Matilde Salvador, figura relevante de la cultura valenciana, también tiene su espacio en el recordatorio, que pone en valor sus obras, premios y homenajes. Así, hasta 24 mujeres, ilustres y anónimas, que trabajaron por mejorar la vida colectiva de las mujeres.