Podemos y Compromís irán por separado al Congreso pero negocian con el PSOE un 'tripartito Botánico' para el Senado
El calendario electoral anunciado este viernes para el 28 de abril deja poco espacio a los partidos para negociar coaliciones. En apenas un mes, hasta el 15 de marzo, podrán registrarse ante la Junta Electoral. No obstante, prevenidos desde hace meses, algunos ya venían con la idea trabajada.
La izquierda valenciana busca una unión de partidos para concurrir al Senado y tumbar la mayoría conservadora de la Cámara, aunque entierra definitivamente la idea de una coalición de la misma índole para el Congreso. El proyecto 'A la valenciana', la unión de Compromís, Podemos y Esquerra Unida, no se repetirá para la convocatoria del 28 de abril y queda descartada por parte de todas las formaciones.
La idea que sí va tomando forma y fuerza es la de repetir 'la entesa', una alianza entre PSOE, Compromís, Podemos y Esquerra Unida -incluso puede que algún otro partido- para tratar de arrebatarle al PP su mayoría en el Senado. La propuesta botánica, que adaptaría la fórmula del Gobierno valenciano, ya se planteó en los últimos comicios con el beneplácito del secretario general del PSPV y presidente autonómico, Ximo Puig, aunque Pedro Sánchez le puso freno. La decisión del ahora presidente del Gobierno dejó a los socialistas sin escaños por las tres provincias de la Comunitat Valenciana, superados por la alianza de los valencianistas y los morados.
De salir bien esta jugada, la coalición botánica podría llevarse 9 de los 12 senadores en juego en el territorio valenciano, mientras que los otros tres, uno por provincia, irían a parar a los partidos conservadores. Para la Cámara Alta, con cuatro senadores asignados por provincias, las cartas se juegan a todo o nada: el ganador se lleva 3, el perdedor 1. Es decir, el 75% de los votos corresponden a la mayoría mientras que el 25% se reserva para la segunda mayoría o la minoría más amplia.
El PP lleva desde las elecciones de 1993 logrando 9 de los 12 senadores valencianos y los socialistas conseguían los otros tres, hasta que en 2015 hubo un revés en la partida. Los socialistas arrastraron seis convocatorias electorales en las que repitieron resultado, con tres senadores valencianos cada año y dos en la convocatoria de diciembre, pero se quedaron a cero en los resultados de junio, superados por la unión de Compromís y Podemos. Con la competencia de los populares a ambos lados del espectro ideológico -Ciudadanos y los ultraconservadores de Vox-, no sería de extrañar que perdieran algún escaño más.
Aunque en teoría la elección de senadores se efectúa por un sistema de listas abiertas, que hace que el votante pueda marcar hasta tres de los cuatro senadores que se eligen por circunscripción, independientemente de los partidos por los que se presentan, en la práctica la lista que gana al Congreso se lleva los tres escaños al Senado porque los electores acuden a votar mayoritariamente con la papeleta que les han enviado previamente marcada a sus domicilios.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha visto frustradas muchas de sus medidas por la mayoría conservadora de la Cámara Alta, por lo que el resto de formaciones confían en que esta vez el Grupo Socialista no se oponga a la alianza, como hizo en las elecciones de junio. El apoyo de la marca socialista es clave para ampliar la mayoría en el Senado.
La coportavoz de Compromís y coordinadora del Bloc, Àgueda Micó, lanzó el viernes el guante a Podemos, Esquerra Unida y a los socialistas valencianos, que también barajaban esta posibilidad. Precisamente el Bloc fue la corriente más reticente a pactar con Podemos para una candidatura estatal en los últimos comicios, aunque al final lograron limar asperezas.
Algunos representantes de Podem, como el candidato a la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau, ya han manifestado su intención de concurrir con una alianza múltiple al Senado. El senador Ferran Martínez indicaba que el PP controla el 60% del Senado con el 30% de los votos y que su formación quiere revertir esta situación. No obstante, la comisión ejecutiva del partido debe decidir sobre este acuerdo el lunes.
Enterrar 'A la valenciana'
El experimento de la coalición para el Congreso no salió bien y sus integrantes no buscan repetirlo. 'A la valenciana' supuso un proceso duro de negociaciones previo y posterior al pacto y al final sus integrantes no pudieron tener grupo parlamentario propio.
Tanto desde Podemos y Esquerra Unida, que acaban de firmar un pacto para ir juntos a las autonómicas y trabajan en las municipales, como desde Compromís, creen que carece de lógica no haberse presentado de la mano para las autonómicas y sí hacerlo para las generales. En la rueda de prensa de la rúbrica de su alianza, Rosa Pérez Garijo (EUPV) y Antonio Estañ (Podem), explicaron que no barajan esa posibilidad porque los valencianistas no quisieron sumarse a ese pacto. Ni siquiera respondieron a su oferta, comentó la dirigente de Esquerra Unida.
Desde Compromís consideran que una coalición de este tipo en las elecciones autonómicas le perjudica. La coalición valencianista busca tener más autonomía y protagonismo en la Comunitat Valenciana, donde aspira a ser primera fuerza de izquierdas. A su juicio, para unas generales y autonómicas, ir con Podemos no suma. En el Senado, al cambiar el reparto de escaños, cambia la lógica.