Cómo la izquierda recuperó el cinturón rojo madrileño sumando al PSOE el auge de Podemos y Más Madrid
La brecha ideológica y de renta que divide la Comunidad de Madrid parte el área metropolitana en dos. El conocido como cinturón rojo, que incluye a los municipios y distritos del sur de Madrid, donde la izquierda ha logrado siempre sus mejores resultados. Y las zonas del norte y oeste de la comunidad, en las que los partidos conservadores son hegemónicos. Estas diferencias se difuminaron cuando el PP consiguió una mayoría absoluta aplastante en 2011.
Con Esperanza Aguirre de candidata, los populares arrasaron con el 52% de los votos en la Comunidad y la derecha superó a la izquierda en gran parte del cinturón rojo del sur de Madrid, zona caracterizada por la alta presencia de residentes de clase trabajadora y por una larga trayectoria de victorias electorales socialistas. En los siguientes dos comicios autonómicos, la izquierda volvió a recuperar su hegemonía en el cinturón del sur, pero principalmente gracias al auge de Podemos en 2015 y Más Madrid en 2019, según los datos de la Asamblea de Madrid recopilados y analizados por elDiario.es.
El siguiente mapa muestra la tendencia: después de décadas de victorias de la izquierda, la hegemonía se pierde entre 2007 y 2011, con los mejores resultados de los populares en Madrid. En 2015 y 2019, la izquierda recupera sus resultados y vuelve a ser mayoritaria en el sur.
Un ejemplo de esta recuperación lo vemos en los municipios de Getafe o Leganés, situados en el eje del cinturón rojo madrileño, donde la izquierda consiguió menos papeletas que la derecha en los comicios de 2011. Cuatro años después, superaron a los conservadores por más de 20 puntos.
La división territorial se repite en la capital madrileña. Mientras que los distritos del sur votan más a los partidos de izquierdas, los del norte votan mucho más a las formaciones conservadores. Los barrios y municipios del sur, como Villaverde, Vallecas, Getafe y Fuenlabrada, son también tres veces más abstencionistas que las zonas más ricas del norte como los distritos de Salamanca y Chamartín o el municipio de Pozuelo. Un mapa que dibuja los feudos de PP, Cs y Vox que siempre votan más en las elecciones autonómicas frente a los dominios abstencionistas de PSOE, Podemos y Más Madrid.
Esta situación de bloques definidos se empezó a desteñir en 2007 y quedó prácticamente diluida el 2011, cuando Esperanza Aguirre consiguió su tercera y más amplia mayoría absoluta en la comunidad. El siguiente gráfico muestra la caída y recuperación del voto de la izquierda en los municipios más poblados en las últimas cuatro elecciones autonómicas.
En 2015, coincidiendo con la irrupción de Podemos, la izquierda consiguió remontar y empatar en votos con los conservadores. En escaños, en cambio, obtuvo un representante menos que el bloque de las derechas, que incluía por primera vez a Ciudadanos, además del PP. Ese año, la barrera legal de la representación mínima impidió un Gobierno de izquierdas: IU se quedó fuera de la Asamblea de Madrid al no llegar al 5% de los votos.
En los siguientes comicios, en 2019, con la entrada de Más Madrid y la confluencia de IU con Podemos, la situación fue similar, aunque Madrid giró ligeramente a la derecha ya que las zonas ricas se movilizaron y bajó la participación en los municipios del sur.
Como se puede observar en el siguiente gráfico, la izquierda no habría podido mejorar sus porcentajes en las dos últimas convocatorias electorales solo con los votos al PSOE. Fueron los papeletas a Podemos y Más Madrid las que consiguieron volver a equilibrar la balanza entre los bloques y recuperar la mayoría en el cinturón obrero de Madrid.
Y la izquierda se hizo con el centro de Madrid
El urbanismo es clave en el voto en Madrid. Por un lado, las grandes victorias de la izquierda se ubican en los núcleos con altas densidades de población en el sur de la comunidad. En las zonas del norte y del este donde la derecha arrasó, las urbanizaciones y zonas residenciales predominan. Desde Las Tablas y Montecarmelo hasta Torrelodones o Las Rozas.
En el caso de la capital, la división política se produce entre norte y sur. Los distritos al sur de la M-30 votan más a los partidos de izquierdas, mientras que la derecha es hegemónica en la zona norte.
El rojo casi desapareció en 2011, cuando los socialistas e IU solo superaron al bloque de la derecha en un 20% de las secciones censales de la ciudad –casi todas situadas en Puente de Vallecas–. Pero en las dos últimas convocatorias electorales la izquierda ha conseguido recuperar la mayoría en los distritos del sur. Sin embargo, el PSOE se quedó cerca de sus peores resultados registrados en 2011.
La entrada a la Asamblea de la Comunidad de Madrid de Podemos en 2015 y Más Madrid en 2019 ha sido determinante para que el bloque de izquierdas volviera a sumar más del 50% de los votos en distritos como Vicálvaro, Usera y Carabanchel.
En distritos como Latina o el propio Centro, el voto a las candidaturas a la izquierda del PSOE ayudó a que la suma de las izquierdas llegara a su máximo histórico. En el caso de Arganzuela, el voto a estos partidos decantó el distrito a la izquierda por primera vez.
El PP perdió parte de sus votantes en las dos últimas elecciones, coincidiendo con la irrupción de nuevas formaciones conservadoras. Sin embargo, en el caso de la derecha, la entrada de Ciudadanos y Vox no ha servido para superar los mejores resultados del PP en ninguno de los distritos de la capital.
En los siguientes mapas se puede ver el detalle de los resultados por bloque en los municipios y dentro de la ciudad de Madrid.
12