Hay que verlo para creerlo. Adrián Solano, esquiador de fondo venezolano, ha tenido que vivir una auténtica odisea para llegar a Lahti, en Finlandia, para disputar el Mundial de Esquí Nórdico. El deportista debería llevar tiempo en tierras escandinavas preparando la cita mundialista pero el 19 de enero fue devuelto a Venezuela cuando hacía escala en París en su camino a Suecia.
Solano, de tan solo 22 años, fue interceptado por la gendarmería en el aeropuerto de París-Charles de Gaulle y, según relató a la agencia AFP, fue retenido durante seis horas pese a tener la documentación en regla y poseer un documento que le acreditaba como esquiador.
Las autoridades galas no hicieron demasiado caso a Solano y le acusaron de inmigración ilegal porque porque “en Venezuela no hay nieve” y además “sólo llevaba 28 euros encima”. “Ahora estoy en desventaja, perdí un mes de entrenamiento en la nieve”, señaló el deportista.
En los días previos a su vuelta forzosa a Venezuela Solano estuvo recluido en un hotel de París mientras trataba de atestiguar que iba a disputar el Mundial en Lahti. No obstante, no le quedó otro remedio que volver a su país con un billete comprado por la embajada venezolana.