Sanitarios extranjeros esperan el permiso del Gobierno para unirse a la respuesta contra el virus: “Estoy sentada sabiendo que puedo ayudar”
Paola Peralta pasa sus días de confinamiento pendiente de una llamada o correo electrónico que le anuncie que puede trabajar. Como enfermera especialista en urgencias, observa el telediario con la impotencia de tener las manos atadas ante la posibilidad de incorporarse a alguno de los hospitales españoles saturados por la emergencia del coronavirus. La sanitaria, solicitante de asilo venezolana, cuenta con permiso de empleo en España pero aguarda desde enero la homologación de su título universitario.
El Ejecutivo trabaja desde hace dos semanas en varias líneas de actuación para, a través de distintos frentes, agilizar los trámites que permitan a profesionales como Peralta incorporarse de manera “inmediata” en la respuesta a la emergencia sanitaria. La Secretaría de Estado de Migraciones coordina la estrategia con el objetivo de reclutar, no solo a los inmigrantes que ya solicitaron su homologación, sino a “todos los trabajadores sanitarios extranjeros o españoles” que tengan la voluntad de unirse a la respuesta contra el brote y cumplan las necesidades establecidas por Sanidad.
Entre otras medidas en las que trabaja, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones pretende incluir en este proceso a solicitantes de asilo que aún no cuenten con permiso de trabajo (por llevar menos de seis meses en España o encontrarse paralizada su petición por el estado de alarma), a turistas con carreras sanitarias que se han quedado bloqueados en el país ante las restricciones de movilidad y a estudiantes del MIR, entre otros supuestos.
Aunque la línea de trabajo actual es acelerar la homologación y los permisos de trabajo de las personas extranjeras que están en España de manera regular, el Gobierno no descarta regularizar a profesionales sanitarios sin papeles en caso de ser necesario. Fuentes de este proceso sostienen que las carreras sanitarias no suelen ser una profesión común entre quienes no tienen documentación, pero existen casos. Desde la Secretaría de Estado de Migraciones explican que, si se necesitase acudir a ellos, la legislación en materia de Extranjería ofrece mecanismos para proceder a una regularización extraordinaria centrada únicamente en médicos, enfermeras y auxiliares.
El Ministerio de Migraciones descarta así una regularización masiva de inmigrantes sin papeles ante la emergencia sanitaria, como la llevada a cabo por el Gobierno de Portugal. El Ejecutivo no lo ve necesario porque en España las personas en situación irregular tienen derecho a la asistencia médica, apuntan las mismas fuentes.
Por el momento, el Gobierno ha aprobado un protocolo de actuación conjunto, a cuyo contenido ha accedido eldiario.es, con el objetivo de marcar las competencias de cada uno de los Ministerios. “Este primer paso consiste en buscar entre los expedientes en trámite, seleccionar los de aquellos extranjeros que ya ase encuentran en España y ponerlos encima de la mesa”, apuntan fuentes de la Secretaría de Estado de Migraciones. Actualmente, han realizado una selección de 200 profesionales sanitarios que ya cuentan con la documentación necesaria para ejercer su profesión en el país y unirse a la emergencia del coronavirus.
Según el protocolo, los profesionales podrán optar al proceso “exprés” de homologación tanto si ya cuenta con su título homologado y le falta el reconocimiento de su especialidad, como si requiere la convalidación de ambas y si, en su caso, tienen un grado universitario pero carece de una formación especializada.
Un requisito de Sanidad “excluyente”
No obstante, el Ministerio de Universidades mantiene el requisito impuesto por el Ministerio de Sanidad en la orden dictada el pasado 15 de marzo para ampliar las contrataciones a personal sanitario jubilado o en formación. Para acceder a la homologación 'exprés', los candidatos deben estar inmersos en el proceso de reconocimiento del título de especialista (un paso más a la homologación del título de Medicina) y que hayan superado ya una fase concreta, es decir, que hayan sido evaluados positivamente por el Comité de Evaluación o que hayan superado la parte teórica de las pruebas que se exigen. Según varios expertos consultados, esta exigencia excluye a buena parte de los extranjeros sanitarios residentes en España.
Desde que Sanidad aprobara la orden, Rafael Lucero, abogado especializado en Derecho Sanitario y asesor de profesionales del ramo, ha recibido decenas de consultas de sanitarios interesados, pero el texto “elimina a la gran mayoría de personas que quieren ayudar”. Lo asevera así porque “pocos médicos especialistas extracomunitarios se lanzan a solicitar la homologación de la especialidad”, sino que apuestan por homologar el título de Medicina y hacer después el MIR en España.
“Los ministerios implicados en esta acción están articulando una respuesta a los múltiples supuestos y casos excepcionales de profesionales sanitarios en situación regular interesados en acogerse a esta iniciativa”, han asegurado a eldiario.es fuentes de la Segretaría de Estado de Migraciones, en relación a aquellos casos que en estos momentos continúan excluidos. En los próximos días, apuntan, aprobarán más medidas para avanzar en la atención de los diversos perfiles de trabajadores extranjeros, entre los que se encontrarán los solicitantes de asilo sin permiso de empleo.
Desde el Ministerio de Universidades, competente en las homologaciones, explican que la agilización se basa en la priorización de los expedientes del ámbito sanitario por encima de los casos del resto de sectores. El ritmo de convalidaciones, sin embargo, depende de la actividad laboral presencial de los funcionarios públicos, pues el sistema informático impide trabajar en remoto. “Hay que tener en cuenta que hay una reducción de plantilla presencial importante por las medidas de salud pública, ahora mismo se encuentra al 14%, cuando el trabajo presencial es necesario en este trámite”, detallan fuentes del departamento dirigido por Manuel Castells.
“La sanidad está saturada y nosotros parados”
Mientras, profesionales sanitarios como Reinaldo Ramos esperan en casa. Este médico nacido en Cuba gestiona un grupo de Whatsapp en el que hay unos 120 sanitarios de su mismo país y residentes en España. Todos, explica, están dispuestos a trabajar “donde haga falta” para aliviar la sobrecarga que atraviesa el sistema sanitario ante la emergencia del coronavirus. “La sanidad está saturada y nosotros parados”, prosigue.
El grupo fue creado para prestar apoyo en los trámites de homologación de sus títulos, pero ante la situación límite que vive el país frente al COVID-19 han decidido movilizarse. Todos se han ofrecido a las respectivas Consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas en las que residen, pero, de momento, nadie les ha llamado, dice Ramos. Y es que una buena parte de ellos no tienen permiso de trabajo y la mayoría están aún en el proceso de homologación de su título de Medicina, por lo que se quedarían fuera en base al requisito exigido por Sanidad.
Según el letrado experto en Derecho Sanitario, la directriz es “restrictiva” e “insuficiente” para paliar la situación, a pesar de que la contratación de médicos extracomunitarios “podría ser una de las mayores fuentes”.
La venezolana Paola Peralta tampoco cumpliría dicho requisito, pues aunque cuenta con una especialidad en emergencias, solo solicitó la homologación del título universitario. “Ahorita están faltando médicos y enfermeras y yo estoy aquí parada sin hacer nada”, lamenta la enfermera. “El Ministerio de Sanidad dijo que los que están en trámite podrían ponerse a trabajar, pero no me han llamado, no me han dicho nada. Por su puesto, estoy a la disposición de trabajar, pero mientras no me llamen no sé cómo hacerlo”, dice la mujer con cierta confusión.
“Yo soy especialista en urgencias, podría ser de ayuda. Es indignante. Una esta aquí sentada sabiendo que puede ayudar a toda esa gente y no nos dejan hacer nada”, lamenta Peralta. “Fuimos formados bajo principios humanistas y de amor a nuestra profesión. Solo queremos ayudar”, concluye el médico cubano.
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