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Agentes antidisturbios intervienen en el saturado CETI de Melilla tras una protesta de migrantes por el brote de coronavirus

Agentes antidisturbios han intervenido este miércoles en el Centro de Estancia Temporal para Extranjeros (CETI) de Melilla tras el aumento de la tensión en las protestas surgidas desde este martes por cerca de 200 migrantes “por miedo al coronavirus”, después de surgir un brote de la enfermedad entre los residentes del centro, quienes llevan denunciando sus condiciones de hacinamiento desde el estado de alarma. Los manifestantes piden su traslado a la península, una medida negada de forma reiterada por el Ministerio del Interior.

Según informa la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma, “se ha personado una fuerte presencia policial en el lugar, un total de 13 patrullas de la Guardia Civil, de la Jefatura Superior de Policía y de la Policía Local”. “Algunas de las personas que protestaban han llegado a arrojar piedras y objetos contra los agentes e incluso algunos residentes han protagonizado intentos de escapar saltando el recinto del CETI”, aseguran las mismas fuentes en un comunicado, por lo que los agentes han detenido a 26 residentes del CETI.

Como consecuencia de estos hechos, añaden, seis guardias civiles y tres agentes de la Policía Nacional han resultado heridos “al ser alcanzados por las piedras y han sido atendidos por sanitarios del 061”. Una empleada del CETI ha sido evacuada del centro por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado ante su estado de nerviosismo.

“Las mujeres embarazadas y con niños pequeños se escondieron en las habitaciones, los hombres empezaron a gritar y a concentrarse en la puerta sobre las 12:30...”, describe un trabajador del centro a elDiario.es. “La cosa fue a más y los trabajadores acabamos huyendo. Es difícil comprender lo que pasa y la situación de estas personas”, añade.

La detección de varios casos positivos de coronavirus en el centro ha disparado el nerviosismo entre los migrantes acogidos, después de haber pedido durante meses su traslado a la península y denunciar sus. “Tenemos miedo al coronavirus. Estamos hacinados, no hay posibilidad de mantener la distancia de seguridad, apenas tenemos mascarillas o geles”, explicó a elDiario.es Abdellah , un joven palestino que lleva poco más de un año en el centro a la espera de una respuesta de su petición de asilo. Con esas palabras describía la situación de desesperación que viven las 1.375 personas residentes del CETI, según los últimos datos facilitados por la Secretaría de Estado de Migraciones a este diario, cifra que prácticamente duplica la capacidad de acogida del centro, de 782. Fuentes del CETI consultadas por este medio aseguran que los baños están provistos de geles hidroalcohólicos, aunque reconocen que dadas las características del centro es imposible mantener distancia de seguridad.