“¡Ustedes no son bienvenidos!”, es el título del vídeo que ha publicado el Ayuntamiento de Béziers, una localidad del sureste de Francia, gobernada desde 2014 por el ultraderechista Robert Ménard, que cuenta con el apoyo del Frente Nacional (FN). El regidor avanza acompañado por agentes de Policía armados y un grupo de seguidores y ataviado con una banda con los colores nacionales. Va puerta por puerta comunicando a los refugiados sirios que se han instalado sin autorización en varias viviendas que “no son bienvenidos” en Béziers.
La comparsa sigue los pasos de Ménard, en una escena que es grabada por una cámara y que el Ayuntamiendo ha colgado en su página web. En una primera vivienda, Robert Ménard (en su día fundador de Reporteros Sin Fronteras) increpa a un joven con camiseta amarilla. El saludo: “No es bienvenido”. A continuación, denuncia –señalando con dedo acusador– que los refugiados han entrado de manera ilegal en la vivienda, “rompiendo la puerta. Roban el agua y la electricidad”, le dice, mientras un intérprete le traduce al inglés.
“En mi ciudad, usted no es bienvenido, le repito”, continúa. Ménard culpa de su decisión a la actitud de los refugiados: “Son bienvenidos los que se comportan correctamente”, pero ellos no. Le invita a ir a otros lugares, que sí están dispuestos a cogerles, pero en Béziers no hay lugar para ellos.
El refugiado, callado durante la retahíla de acusaciones, pregunta dónde están estas ciudadaes. Y le pide “un minuto” para decirle que solo quieren estar un mes y después se marcharán. Ménard insiste: “Voy a llamar a la policía”. Y, antes de cerrar la puerta, un “váyase”.
Delante de niños pequeños
En la siguiente visita, la escena recoge el momento en el que un hombre abre la puerta y cómo retrocede, visiblemente impactado por la comitiva. “¿Usted es sirio?” “Sí, soy sirio”, le responde. En la vivienda, una niña pequeña está viendo los dibujos animados y Ménard vuelve a difundir su mensaje: “No son bienvenidos”.
El alcalde, que obtuvo el respaldo del 47,2% de los votos en la segunda vuelta de los comicios municipales de 2014, afirma: “Yo respeto a los refugiados, pero a los refugiados que repetan mi país”.
La última casa a la que acude Ménard en la grabación, en la que le recibe otro joven, el mismo mensaje: “Si no se va, la policía hará que se marche”, le advierte el alcalde. “Ustedes no respetan nada en absoluto”, le increpa.
Al final del vídeo, ya en la calle, Robert Ménard expone su 'hipótesis' sobre el motivo por el que estas personas han acabado viviendo en su ciudad, por la acción de grupos que “les explotan políticamente”.