La asociación Juezas y Jueces para la Democracia ha condenado el bloqueo del barco de salvamento Open Arms en el puerto Barcelona pues considera que con la decisión de la Capitanía Marítima “no solo está en juego su derecho a navegar sino que pone en riesgo la vida de las personas migrantes a quienes rescata, ante la pasividad de quienes están obligados a actuar en virtud del derecho internacional humanitario”.
A través de un comunicado, la Asociación critica la resolución emitida por la Capitanía Marítima de Barcelona el 8 de enero que concluye la denegación del despacho al Open Arms debido a posibles incumplimientos de la normativa marítima provocados por el cierre de los puertos europeos.
“El incumplimiento habitual del resto de países de su deber de auxilio no puede atribuirse a quien precisamente presta ese auxilio”, han asegurado desde Jueces y Juezas para la Democracia.
Por esta razón, la asociación solicita que “los incumplimientos de terceros Estados sean denunciados por España al órgano competente para su sanción”, como ha pedido la ONG Proactiva Open Arms en el recurso impuesto a la resolución. En esta línea, Jueces y Juezas para la Democracia exige que el Estado español “colabore activamente con el respeto de los derechos humanos, contribuya a solucionar la crisis humanitaria en que estamos inmersos en vez de entorpecerla y no impida la labor de quienes salvan vidas en el mar”.
A juicio de la asociación, “ni las instituciones europeas ni los Estados Miembros han estado a la altura” del reto en la gestión de las migraciones. “Frente a la inacción de los gobiernos europeos nos encontramos con organizaciones como Open Arms dedicada a labores esenciales de vigilancia y salvamento, que ha salvado miles de vidas en el mar”. Asimismo, insisten en que son los países más cercanos a la zona de rescate del Mediterráneo Central, Italia y Malta, los “que incumplieron sus obligaciones internacionales y negaron el acceso a sus puertos a Open Arms”.
Según expone la resolución de la Capitanía Marítima y amparada por la Dirección General de la Marina Mercante, desde el cierre de los puertos europeos, “el buque se está viendo forzado a navegar durante varios días, cruzando el Mediterráneo, para desembarcar a las personas rescatadas en el mar muy lejos del lugar de rescate”, un hecho que “se aparta de los procedimientos relativos a las operaciones de salvamento reguladas por la normativa internacional”.