¿Qué está haciendo Biden ante el aumento de menores migrantes que llegan solos a la frontera?

Amanda Holpuch

Nueva York —
18 de marzo de 2021 22:28 h

0

La promesa de Joe Biden de avanzar hacia un sistema migratorio más “justo, seguro y ordenado” se está enfrentando a su primera prueba, ante el fuerte aumento del número de menores que buscan asilo en la frontera entre Estados Unidos y México. 

El presidente comenzó a revertir las políticas migratorias de Donald Trump, tendentes a disminuir todos los flujos migratorios, desde el mismo día que asumió el cargo. Sin embargo, las medidas aún no son suficientes para responder a la cifra de menores migrantes que han llegado solos [sin la compañía de una persona a su cargo] hasta la frontera, la más alta desde mayo de 2019.

Solo en febrero, la policía fronteriza y de aduanas de Estados Unidos (CBP) detuvo a 9.547 menores solos. Estas son algunas de las claves del fenómeno:

¿Por qué hay un aumento de niños en la frontera?

Los motivos que empujan a familias y niños en dirección a la frontera se han consolidado durante la última década: la crisis climática, la violencia, el desempleo y la pobreza. Los dos huracanes devastadores que sufrió Honduras en noviembre y la pandemia se han añadido a sus ya desesperadas condiciones de vida. Cada año, en cuanto mejoran las condiciones climáticas [cuando baja el calor en la región], aumenta el número de personas que migra. 

Todo esto está sucediendo al mismo tiempo que Estados Unidos cambia el enfoque de su política migratoria. Durante cuatro años, Donald Trump adoptó políticas que tuvieron como consecuencia que migrar a Estados Unidos fuera mucho más difícil. El año pasado terminó por suspender el sistema de asilo. Pero los migrantes no dejaron de llegar. 

Biden ya ha revertido algunas de las medidas de la era Trump. Los menores que hace dos meses se encontraban con las puertas cerradas ahora pueden, al menos, procesar su solicitud de asilo. Biden anuló la aplicación del Título 42, que impedía que los niños presentaran su petición de protección en EEUU.

“El Título 42 y otras políticas de la administración anterior han provocado una retención de niños en la frontera que incrementa el peligro y trauma de los que huyen”, dice a The Guardian Florence Chamberlin, abogada y responsable de la organización Kids in Need of Defense [Niños que necesitan defensa].

También se cree que al menos algunos de los menores solos que llegaron a la frontera con sus padres u otros familiares fueron rechazados por las autoridades, lo que provocó que algunas familias enviaran a los niños solos para que al menos ellos tuvieran más posibilidades de entrar en Estados Unidos. La policía de fronteras también suele separar también a muchos niños que viajan con adultos que no son sus progenitores, aunque estos sean sus tutores legales. 

¿Qué les sucede a los niños después de pedir asilo? 

Los niños que piden asilo por sí mismos contactan en primer lugar con un agente de la policía de fronteras, ya sea en un punto de entrada al país cuando tratan de cruzarlo o en el exterior de los pasos fronterizos. Se supone que esos menores deben ser trasladados de la custodia de la policía de fronteras a la red de albergues de la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR) dependiente del Departamento de Salud en un plazo de tres días. Desde ahí, pasan a estar bajo tutela de una persona responsable, habitualmente alguien de su propia familia o amigos que ya viven en Estados Unidos y esperan la resolución de su solicitud. 

Los expertos en bienestar infantil dicen que es muy importante que los menores sean trasladados con su tutor lo antes posible. Sin embargo, no está sucediendo de la manera más eficiente. Según el canal de televisión CBS, a mediados de marzo casi 1.400 menores llevaban más de tres días bajo custodia de la policía de fronteras. Durante una llamada informativa con periodistas, los responsables de la policía de fronteras no proporcionaron información sobre cuantos niños están a cargo del departamento en sus instalaciones en la frontera. Crece la preocupación sobre una cifra que no para de aumentar. 

Troy Miller, responsable en funciones de CBP, dice: “Hacemos todo lo posible para trasladar a los menores fuera de nuestras instalaciones lo antes posible, como debemos hacer, de la manera más segura y saludable posible”. 

¿Por qué todavía hay menores detenidos? 

Porque el proceso de traslado de los menores desde las instalaciones fronterizas a sus tutores no es suficientemente rápido. La administración Biden ha adoptado medidas para mejorar la eficiencia del proceso. Se rumorea que vienen cambios. Pero por ahora ha heredado las políticas aprobadas por Trump para disminuir el flujo de solicitantes de asilo. 

“Lo que vimos durante la administración anterior fue que, sí, en muchas ocasiones, hubo muchos menores solos detenidos por el gobierno. Y eso pasó porque las normas eran malas, crueles y fueron diseñadas con esa intención. No fue porque el sistema no pudiera manejar a los menores”, explica Leah Chavla, asesora de la Comisión de Mujeres Refugiadas.

¿Qué hace Biden al respecto? 

Los albergues de ORR suelen tener capacidad para 13.600 menores, pero la pandemia redujo su capacidad en un 40%. A finales de la semana pasada, Biden permitió su aforo completo. 

La administración también ha aprobado varias medidas para agilizar el proceso de asignación de tutores. Se incluye mejorar la calidad de la información que se comparte entre las distintas agencias implicadas y se permite que, quienes gestionan los albergues, puedan pagar el transporte de los menores sin autorización de residencia en el caso de que los tutores no pueden hacerlo. Eso antes solo sucedía bajo aprobación previa. 

Biden también ha retomado un programa que Trump había cancelado y que permite que los menores soliciten asilo desde sus países de residencia, evitando así que emprendan el peligroso viaje rumbo a la frontera. Así mismo, se espera que la administración Biden actúe a favor de un petición histórica por parte de las organizaciones de defensa de la infancia que permitiría enviar funcionarios del departamento de salud a trabajar junto a la policía de fronteras. La medida aceleraría el proceso de asignación de tutores.  

Quizás el más controvertido de los cambios sea la decisión tomada por Biden de reabrir unas instalaciones de recepción ubicadas en Texas, Carrizo Springs, para menores entre 13 y 17 años. La administración también valora abrir albergues para acoger a los recién llegados en California y Virginia. 

¿Por qué es tan controvertido el sistema de recepción que recibe a los menores?

Las instalaciones de recepción están concebidas para ser temporales y no funcionan con la misma licencia que los albergues permanentes. Las noticias sobre la reapertura de las instalaciones Carrizo Springs despertaron críticas hacia la administración. Figuras relevantes de todo el arco político volvieron a poner de actualidad la expresión “niños en jaulas”. 

Muchas organizaciones de defensa de los menores han dicho que, pese a todo lo que les preocupa este tipo de albergues, son mejores que la realidad actual: mantener a los menores en las instalaciones de la policía de la frontera en espera de que se apruebe el tutor para cada caso. 

 ¿Cuál es el siguiente paso? 

Las organizaciones independientes vigilan de cerca lo que sucede en los albergues, como se mantiene en custodia a los niños en las instalaciones fronterizas y cuanto tardan en ubicarlos junto a tutores. A mediados de marzo había 8.100 en la red de albergues de reubicación de refugiados. 

Un grupo de altos funcionarios visitó la frontera e informó a Biden de lo que habían visto. Lo más importante es que la frontera sigue cerrada a los solicitantes de asilo. Los menores solos pueden pasar, pero la mayor parte de los adultos solteros no logran hacerlo. Algunas familias que se habían acogido al programa Permanecer en México han sido admitidas a Estados Unidos desde que Biden llegó al poder. 

La coordinadora de la frontera sur de Estados Unidos, Roberta Jacobson, dejó claro durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, que “la frontera está cerrada”. Y lo dijo tanto en español como en inglés.

Traducido por Alberto Arce