La Policía croata devuelve a Bosnia-Herzegovina a grupos de solicitantes de asilo que tratan de alcanzar el país, según ha documentado la organización Border Violence Monitoring (BVM) y ha adelantado este lunes el diario británico The Guardian.
En una serie de vídeos grabados por cámaras ocultas en un bosque cerca de Lohovo, Bosnia Herzegovina, la organización muestra 54 “rechazos” entre el 29 de septiembre y el 10 de octubre de este año. En las imágenes se aprecia a 350 personas, entre ellas menores, haciendo fila y caminando por el bosque de día y de noche, escoltadas por agentes croatas.
“Estos rechazos no se realizan en un punto de control fronterizo oficial y sin la presencia de funcionarios bosnios, por lo que son ilegales. Además, la documentación de varias ONG sugiere que las solicitudes de asilo de los refugiados no se tuvieron en cuenta anteriormente”, recalca la organización, dedicada a monitorizar la violencia policial en las fronteras de los Balcanes.
Cerca de 23.000 personas, la mayoría de ellas de Pakistán, Irán, Siria, Afganistán, Irak y Libia, han llegado en lo que va de año a Bosnia, desde donde tratan de seguir su camino hacia la Unión Europea.
Croacia, Estado miembro de la Unión Europea, tiene un acuerdo bilateral con Bosnia-Herzegovina que le permite devolver a personas procedentes de terceros países sin permiso para permanecer en el país. Sin embargo, según precisa BMV, la única “forma legal” de devolver a estas personas es “a través del proceso de readmisión en el cruce fronterizo oficial” tras presentar una solicitud a las autoridades de Bosnia.
Según informa The Guardian, el ministro del Interior de Croacia ha negado cualquier vulneración de derechos y ha defendido que los agentes no estaban expulsando a los migrantes, sino que “los disuadían ingresar ilegalmente a Croacia” en virtud del código fronterizo de Schengen. Por su parte, el ministro de seguridad de Bosnia-Herzegovina ha dicho que el comportamiento de la policía croataes “una vergüenza para un país de la UE”.
En algunos de los vídeos, facilitados por una fuente que prefiere mantenerse en el anonimato, se observa cómo algunos de los agentes propinan patadas a los migrantes. El pasado noviembre, una investigación del medio británico documentó varios casos de abuso físico por parte de la Policía croata.
ONG de derechos humanos como Human Rights Watch han denunciado estas devoluciones y la violencia empleada por los agentes del país balcánico para obligar a estas personas a regresar. 16 migrantes entrevistados por HRW, entre ellos mujeres y niños, dijeron a la organización que “los habían golpeado con porras, les habían dado patadas y puñetazos, les habían robado su dinero y habían destruido sus teléfonos móviles”.