CEAR reclama al Gobierno la reubicación “urgente” de los refugiados de Moria

elDiario.es

15 de septiembre de 2020 14:07 h

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La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha iniciado una recogida de firmas con el objetivo de solicitar al Gobierno de Pedro Sánchez la reubicación urgente de las personas afectadas por los devastadores incendios en el campo de Moria de la isla de Lesbos, en Grecia. En un comunicado, la entidad pide al Ejecutivo “que se comprometa, al igual que ya lo han hecho otros países europeos, a reubicar con carácter de urgencia” a los afectados, que se encuentran “en una situación de absoluta desprotección”.

De momento, el Gobierno ha descartado sumarse al grupo de países que se han mostrado dispuestos a acoger a solicitantes de asilo del campo de Moria. Fuentes gubernamentales consultadas por elDiario.es han alegado que España ya experimenta una importante “presión migratoria” en sus costas, fundamentalmente en Canarias, e insisten en que la migración requiere una “solución conjunta” de la Unión Europea. Un argumento que –ante la disposición de acoger que han mostrado ciudades como Barcelona– también defendió este lunes la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, quien dijo que la migración requiere un marco estable acordado por los países europeos, no soluciones y negociaciones ad hoc.

Desde la entidad humanitaria señalan la necesidad de que España “impulse el principio de solidaridad” entre los países de la Unión Europea con la aprobación en el Nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo de acuerdos obligatorios para garantizar los derechos de las personas migrantes y refugiadas. Sin embargo, en la recogida de firmas, CEAR solicita que España se comprometa “de forma inequívoca e inaplazable” a reubicar y acoger a personas afectadas, e insiste en que la situación que se vive en el campo de Moria desde hace años es “terrible” e “insostenible”.

“Aunque la capacidad del campo era de 2.500 personas, allí residían entre 12.000 y 13.000 personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes en condiciones de sobreocupación y hacinamiento no aceptables dentro de la Unión Europea. Son personas que se han visto obligadas a poner en riesgo en su vida y ahora, tras el incendio sufrido la pasada semana, se encuentran abandonados, durmiendo a la intemperie mujeres, niños y hombres inocentes”, recuerda la entidad.

“Ni España ni Europa pueden mirar para otro lado y dar la espalda a las personas que se encontraban atrapadas en la isla de Lesbos desde hace meses e incluso años. El campo de Moria ha sido la vergüenza de Europa y dejarlas abandonadas tras haber sufrido un incendio consecuencia de las terribles condiciones de dicho campo, sería también dar la espalda a sus responsabilidades en materia de asilo y respeto de los derechos humanos”, afirma la directora de CEAR, Estrella Galán. “Para los habitantes de Moria, este lugar se había convertido en un infierno. Tras su destrucción no podemos pedirles que vuelvan a un lugar similar, o incluso peor. Sus vidas no pueden quedar suspendidas y atrapadas de nuevo durante años en una isla convertida en cárcel”, ha dicho.

Según anunció el ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, una decena de países se habían ofrecido a acoger a los alrededor de 400 menores no acompañados que el día 9 fueron evacuados a la ciudad septentrional griega de Salónica, donde deben permanecer diez días en cuarentena. El ministro alemán confirmó que su país acogerá, por lo pronto, entre 100 y 150 de esos menores y compartirá con Francia la tarea de “reubicar” al grueso de ese grupo. Otros ocho países –Finlandia, Luxemburgo, Holanda, Eslovenia, Croacia, Portugal y Bélgica, más la extracomunitaria Suiza– reubicarán al resto.

El Gobierno alemán ha dejado también entrever la posibilidad de acoger no solo a menores no acompañados, sino también a adultos, unos 1.500, en su mayoría familias con hijos y solo aquellos que tengan derecho a protección internacional, según informaciones de los medios alemanes.

El Gobierno griego insiste para que los afectados entren en el nuevo campo

A punto de cumplirse una semana del incendio en el campo de refugiados de Moria, el nuevo recinto levantado para albergarlos de manera provisional está listo, pero nadie quiere entrar en él. Hasta el momento solo han ingresado algo mas de 800 personas. La mayoría de las 12.000 que se quedaron sin techo prefieren dormir en la calle a entrar en un nuevo campo, que califican de prisión y de segundo Moria, para todos sinónimo de infierno.

El Gobierno griego ha lanzado ahora una campaña de información para persuadir a las casi 12.000 personas acampadas en la carretera de que si quieren abandonar la isla de Lesbos, deben instalarse primero en el nuevo centro. “Su centro de alojamiento temporal está listo. Por favor, vaya inmediatamente al campo. El alojamiento allí es obligatorio y su ingreso es necesario para garantizarle condiciones de vida decentes, y por razones de salud pública y personal. Además, para restablecer los procedimientos de asilo”. Con estas palabras comienzan los folletos que se están distribuyendo entre todos los que han optado por seguir en la calle, informa EFE.

El nuevo campo de Kará Tepé, con cabida actualmente para 5.000 personas en algo menos de 700 carpas de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), tiene de momento solo inodoros provisionales, pero el plan es instalar duchas y agua corriente. Sin embargo, mucha de la gente que continúa en los alrededores de Moria y cerca del nuevo campo, en pequeñas tiendas de campaña o en carpas improvisadas con retazos de tela o mallas, no se cree que en el nuevo campamento haya comida, ni agua. “Camp no good, closed. No food, no water, problem” -El campo no es bueno, está cerrado. No hay comida, ni agua, es un problema-“, dicen casi al unísono las familias ante la cámara del portal de noticias local stonisi.gr.

Durante estos días se han montado pequeñas manifestaciones en las que se oyen reivindicaciones como “Libertad, libertad” o “Necesitamos paz y libertad, Moria mata”. Desde los incendios que arrasaron con el campo, muchas personas se han instalado en los arcenes de las carreteras, aparcamientos de supermercados y en gasolineras, que han tenido que cerrar ante lo sucedido.

Según el Gobierno griego, el motivo principal de la resistencia a entrar en el nuevo campo es que los refugiados prefieren hacer caso de los bulos, lanzados “por unos pocos” que dicen que hay mas posibilidades de salir de la isla si no entran en las nuevas instalaciones. “¡Atención! No atienda a noticias falsas, solo a los anuncios oficiales del Ministerio de Migración y Asilo”, indica el folleto.