Mohamed Rezine Zohuir ha declarado este viernes ante el magistrado del juzgado de instrucción número 12 de Valencia por la denuncia de malos tratos presentada contra dos policías del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores, en Valencia, admitida por el juez el pasado 11 de febrero. El ciudadano argelino asegura que los agentes le pegaron una paliza en las duchas. El CIE ha remitido un documento en el que apunta que Zohuir se autolesionó primero y que se cayó al suelo después, motivo por el que se hirió en la cabeza.
El abogado Andrés García Berrio, que defiende al interno del CIE, cuenta a eldiario.es que “Zohuir ha explicado muy claro ante el juez cómo los dos agentes le trasladaron a las duchas y los golpes que recibió. Primero en la pierna, después en la cabeza y también en el torso”.
En opinión del letrado, el segundo punto más relevante, además de la declaración de Zohuir, “es que la Abogacía del Estado, en lugar de pedir que se siga investigando, ha presentado un escrito para que se archive el caso”. La Abogacía ha respondido con un recurso de reforma, para que “se deje sin efecto el citado Auto [en el que el juez admite la denuncia de Zohuir] y, por tanto, la admisión a trámite de la querella”, según ha podido comprobar este medio.
La institución del Estado considera que “el relato de los hechos es absolutamente genérico, impreciso y contradictorio con la documentación” presentada. Andrés García Berrio afirma que, entre los documentos aportados por la Abogacía, figura el informe del CIE sobre los hechos, “en el que dice que fue el interno el que se autolesionó y se cayó, y que fue así como se golpeó la cabeza”.
La nota informativa del CIE sobre los hechos, a la que ha tenido acceso eldiario.es, está firmada por un policía en servicio el pasado 25 de enero. Según el relato del agente, Mohamed Rezine Zohuir discutió con otro interno en el comedor del CIE y un agente lo acompañó a los baños “a fin de tranquilizarlo”. El policía asegura “que una vez en en el interior del baño el interno ha comenzado a gritar al agente y a realizar gestos amenazantes hacia el funcionario, momento en el que el interno comienza a golpearse la cabeza contra la pared”.
Según el agente, el funcionario realizó “la mínima fuerza indispensable a fin de evitar que este se autolesionara”, y en ese momento, los dos caen al suelo. El interno se golpea “la cabeza contra el suelo y el agente sufriendo un golpe en la espalda y en la mano derecha”.
Pendiente la valoración del forense
El abogado Andrés García Berrio califica de “situación absolutamente inverosímil” la defendida por el centro de internamiento. “Es raro que lleven a las duchas a una persona para tranquilizarla, una zona que además no tiene cámaras de seguridad”, señala.
Zohuir defiende que la brecha en la cabeza, por la que tuvo que ser trasladado al hospital donde fue intervenido con 17 puntos de sutura, no fue resultado de una caída, sino del golpe de uno de los agentes con la porra. Este viernes, un forense ha visitado al interno, por lo que “su valoración sobre las posibles causas de las heridas será determinante”, indica García Berrio.
La defensa del interno no ha conseguido que el juez paralice la orden de deportación del denunciante, una medida cautelar recurrida por su abogado. Además, los querellantes solicitarán nuevas diligencias para aclarar lo sucedido: “Pediremos la declaración de varios testigos y de los policías implicados”.
El informe del CIE cierra la nota informativa de los hechos apuntando que el interno es “muy conflitivo” y que esa mañana ya le habían llamado la atención una vez.