La alcaldesa de Barcelona, y enviada especial ante Naciones Unidas, Ada Colau, y el presidente de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU), Mohamed Boudra, han enviado una carta al Secretario General de la ONU, António Guterres, instando a la organización a ofrecer “una respuesta que priorice la vida” ante la situación de las personas refugiadas en la frontera entre Turquía y Grecia.
Colau y Boundra han transmitido la disponibilidad de las ciudades para encontrar una salida ante la situación que, según reza la carta, presencian con “suma tristeza” y “preocupación aterrada”, y han pedido que se respeten los acuerdos internacionales para garantizar los derechos humanos de todas las personas que están huyendo de las zonas de conflicto, así como de los cooperantes y periodistas ante las agresiones racistas que sufren.
En declaraciones a la prensa, la alcaldesa ha subrayado además la preocupación compartida de todas las ciudades por las imágenes “inaceptables” registradas en la frontera grecoturca, y ha lamentado la falta de respeto de Grecia a principios fundamentales incluidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de la Convención de Ginebra.
“Hemos visto como se lanzaban gases lacrimógenos contra familias con niños pequeños y los guardacostas que pegaban y apalizaban a pateras precarias con familias con niños pequeños”, ha relatado la alcaldesa, que ha reprochado la gestión de la inmigración que se está haciendo en la frontera entre Turquía y Grecia, pero también a nivel europeo.
La enviada especial ante Naciones Unidas ha insistido en que las ciudades y los países tienen capacidades de sobra para dar una respuesta distinta a la que se ha visto en la frontera grecoturca: “La solución nunca puede ser tirar gases lacrimógenos contra niños y niñas, generar el sufrimiento y el dolor que hemos visto, que se den palizas, que haya tiros y muera una persona o que muera un niño por los golpes a una patera”.
“La solución debe ser la búsqueda de la paz en Siria, donde Naciones Unidas debería enviar una misión de paz. Se debe dar una respuesta garantista y en base a los derechos humanos. Las ciudades queremos ayudar y ser parte de la solución. Nos ponemos a disposición de Naciones Unidas”, ha concluido Colau.
La CGLU es la red mundial de ciudades que agrupa más de 250.000 gobiernos locales, metropolitanos y regionales de 140 países de todo el mundo y es la organización de referencia para la interlocución con el resto de instituciones internacionales.
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