La condena de Marruecos a un año de prisión a la periodista Hajar Raissouni y a su prometido por abortar y mantener relaciones fuera del matrimonio las empujó a unirse. La rabia ante el caso reforzó a los movimientos feministas locales y disparó la presión social hasta lograr el indulto de Mohamed VI a la pareja. Era el inicio de un nueva plataforma que busca la igualdad de la mujer en el país vecino. Querían un himno, y llegó desde Chile el grito global “Un violador en tu camino”.
Nadia Nair, profesora universitaria y reconocida activista feminista en Marruecos, repasa a su paso por Madrid, el inicio de “Dinámica: mi cuerpo, mi libertad” una plataforma que aglutina a distintos colectivos feministas de las regiones de Tánger, Tetuán y Alhucemas. Durante estos meses, han creado un plan de acción en defensa de las libertades y derechos de las mujeres, de cara al próximo 8 de marzo.
“Una de las actividades que ideamos era crear un himno feminista siguiendo lo que hicieron Las Tesis en Chile, pero poniendo énfasis en la libertad del cuerpo”, detalla a eldiario.es Nair. La feminista explica que, en el contexto actual de Marruecos, decidieron hacer hincapié en luchar por “los derechos individuales de las mujeres y luchar la despenalización de la interrupción del embarazo y las relaciones sexuales fuera del matrimonio”.
“Cantamos 'libre mi cuerpo, libre mi manera de pensar, libre mi manera de actuar'; pero siempre pensando en las violencias que sufrimos las mujeres; por eso seguimos diciendo que 'el violador eres tú', como en la versión original”, argumenta Nair.
Así hicieron. Una decena de mujeres diversas, frente a la cámara, cantan en árabe:
Quién soy yo
Yo soy el pilar y el cimiento, ¡libre!
Libre con mi conciencia y en mis pensamientos
Libre en mi corazón y en mi cuerpo
Y quién eres tú para mandarme, ¡libre!
Responsable, capaz, entera y completa
Y quién eres tú para menospreciarme
Violador abusador, yo soy poderosa
Y el violador eres tú!
Y el violador eres tú y tú y tú!
Es la justicia, la policía, el poder, el estado
No me importa esta justicia
y no me importa el gobierno,
dónde esta esa justicia, quieren que viva en coma
¡Libre!
Escúchame opresor, ¡escúchame!
Escúchame juez, ¡escúchame!
Escúchame mandatario, ¡escúchame!
Yo soy la que elige, ¡libre, libre, libre!
Yo soy la que elige y no vosotros, ¡vosotros!
Yo soy la que elige, ¡libre, libre, libre!
Yo soy la que elige y no ellos, ¡ellos!
¡Libre!
Libre con mi cuerpo y mi ropa
Libre con mi vida
Y tú quién eres para prohibirme
Violador abusador, yo soy poderosa
¡Y el violador eres tú, y el violador eres tú!
¡El violador eres tú, tú y tú!
El resultado es un vídeo casero, sin aspavientos artísticos pero cargado de fuerza, que nace para ser replicado en otros encuentros más grandes y multitudinarios en el país. A pesar de su sencillez, desde su publicación el 20 de enero hasta la fecha, ya ha alcanzado más de 100 mil visualizaciones. Las críticas no tardaron en llegar.
“Colgamos el vídeo e inmediatamente en las redes sociales se desató una campaña de difamación contra nosotras. Crean páginas de Facebook señalando a las chicas jóvenes que aparecen en el vídeo”, lamenta la activista. “Se nos acusa de 'querer destruir los valores de nuestra sociedad importando valores occidentales'. Nos someten a todo tipo de insultos: 'putas', 'merecéis ser violadas', o que 'quién nos va a violar si somos unas viejas', denuncia.
Ante la campaña de acoso, el colectivo ha decidido emprender medidas legales contra aquellos que han participado en los insultos y ataques. “Para que las redes sociales no se conviertan en guillotina sin respeto a la libertad de opinión, y en una jungla virtual en la cual, individuos cobardes, se permiten insultar a las mujeres y violarlas, simbólicamente de manera individual y colectiva. Lo que se debe es el respeto a los derechos de estas mujeres, sus derechos en su libre expresión, y no reprimirlas”, advierten en un comunicado publicado la semana pasada.
Tras las presiones recibidas también buscan apoyo en el movimiento feminista internacional. Su objetivo, enfatiza la profesora, es “visibilizar la acción en sí”, y romper con la “imagen que se tiene de las mujeres marroquíes y del norte de África y mundo árabe”. Habla de una fotografía realizada desde Occidente que las retrata “ como sumisas, pasivas, analfabetas”.
“La realidad es que somos sujetos políticos que llevamos muchos años luchando por nuestros derechos”, resalta Nair, que ha dedicado su vida a la lucha feminista en su país.
Entre las críticas, el colectivo continúa adelante con su intención de volver a cantar su versión de “Un violador en tu camino”, cada vez más alto y con más mujeres, de cara al próximo 8 de marzo. “Ojalá lo podamos repetir en el centro de la ciudad, aunque eso es difícil porque hay que conseguir permisos”, reconoce la activista.