Cuando el éxodo llegó a Europa se le llamó “el año de los refugiados”, pero el 2015 ha sido en realidad un año más en un lustro de aumentos y récords a nivel global. Una vez más, el número de desplazados forzosos en el mundo ha alcanzado un nuevo hito: 65,3 millones de personas en todo el mundo no pueden regresar a sus casas por miedo, un incremento de 5,8 millones más que en 2014. La mayoría ha huido en el interior de sus países de origen, mientras que 21,3 millones de personas encontraron refugio en otros estados: el 86% de ellas, en países en desarrollo.
Como cada año, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha publicado su informe anual 'Tendencias globales de desplazamiento forzoso'. Sus datos no vislumbran mejora alguna. Durante el transcurso de 2015, más de 12 millones de personas huyeron de sus hogares en busca de protección, de los que 1,8 lo hicieron fuera de sus países. Desde que la Agencia de la ONU inició sus advertencias ante la aproximación de una crisis mundial de desplazamiento forzoso en 2010, las cifras de huidas han crecido casi un 50%, recuerdan.
La principal nacionalidad de origen vuelve a ser la siria, con casi cinco millones de refugiados en el mundo en 2015, seguida de la afgana (2,7 millones), y la somalí (1.1 millones). Colombia, República Democrática del Congo, Iraq, Nigeria, Sudán, Sudán del Sur y Yemen completan la lista de los diez países del mundo de los que escapa más gente para pedir protección en el exterior.
Se veía venir y ya estaba ocurriendo, pero no tan cerca. No ha sido hasta 2015 cuando las políticas de migración y asilo han centrado buena parte de las reuniones europeas: cuando miles de los refugiados sobre los que llevaban años advirtiendo las organizaciones sociales empezaron a cruzar en masa las fronteras internas de la UE.
La Agencia de la ONU destaca el importante pico de llegadas registrado en territorio europeo, aunque las cifras son bajas con respecto a la totalidad de desplazados en el mundo: un millón de personas arriesgó su vida en el mar para lograr entrar en Europa. La mayoría, dice Acnur, procedía de los países de donde salen más refugiados por la situación de conflicto o las vulneraciones de derechos humanos ocurridas en su territorio.
El 84% de las personas que han llegado a Europa en inestables embarcaciones en 2015 procede de Siria (50%), Afganistán (21%), Iraq (9%) y Eritrea (4%). Debido a su posición geográfica, la mayoría, 856.700 personas, alcanzó territorio europeo a través de Grecia. Casi 154.000 migrantes y refugiados llegaron a Italia. Muy lejos de ambos, España se posiciona como el tercer país europeo que más llegadas de migrantes y refugiados registró el año pasado, 15.400 personas, aunque buena parte de ellas ha continuado su camino hacia otros Estados miembros.
Durante 2015, el 58% de quienes alcanzaron territorio europeo por mar son hombres. Mientras que el 17% estaba formado por mujeres y el 25%, por niños. El año pasado, cerca de 300.000 niños y niñas arriesgaron sus vidas para entrar a Europa a través del Mediterráneo. Varias ONG alertan de la situación de vulnerabilidad de los menores desplazados de forma forzosa.
El 86% de los refugiados, en países pobres
Aunque Europa ha recibido una cifra de refugiados solo superada en el continente durante la Segunda Guerra Mundial, los países en desarrollo continúan siendo los principales receptores: el 86% de los refugiados viven en países como Turquía, Líbano o Etiopía, recuerda Acnur.
Casi 14 millones de personas (frente al más de un millón de llegadas de la UE) han huido a países pobres registrando la cifra más alta de refugiados recibidos por Estados en desarrollo. En los países ricos solo viven 2,2 millones del número total de las personas que han salido de sus lugares de origen para pedir protección.
El país con el que la UE ha pactado la devolución de todos los refugiados que lleguen a Grecia de forma irregular, Turquía, continúa siendo el Estado que más refugiados acoge del mundo: 2,5 millones de personas. Le siguen Paquistán, Líbano, Irán, Etiopía y Jordania.
En función de su población, los cinco estados que más desplazados acogen del mundo son Líbano, Jordania, Nauru -donde Australia cuenta con centros a los que devuelve a los refugiados que llegan a su territorio-, Turquía y Chad.
Aún así, los refugiados son una pequeña parte de las personas obligadas a huir de la guerra o la persecución. La mayoría de desplazados (52, 6 millones) sigue moviéndose en el interior del Estado en el que vive, dentro de las fronteras del país que le empuja a escapar. Por ejemplo, en Sudán del Sur -que a su vez es uno de los diez estados que más refugiados acoge en función de su renta per cápita-, cerca de dos millones de personas han tenido que dejar sus casas y desplazarse a otras zonas del país debido a los constantes ataques derivados de la guerra civil y los conflictos étnicos.
El 51% de los refugiados son menores de 18 años, un porcentaje similar al registrado el año anterior. Durante 2015, pidieron asilo 98.400 menores separados de sus familias o no acompañados, la cifra más elevada conocida por Acnur desde 2006, cuando comenzó a recolectar estos datos. La Agencia de la ONU pide “hacer esfuerzos para garantizar sus necesidades y disminuir el impacto del desplazamiento forzado”.
Los riesgos inherentes al éxodo clandestino de millones de refugiados podrían subsanarse a través de la apertura de canales legales de entrada a los países ricos, recuerda Acnur. Pero su aplicación continúa en bajos niveles en comparación con el amplio porcentaje de refugiados acogido en países en desarrollo. El principal mecanismo de acceso regular, el reasentamiento, ha beneficiado a 107.000 refugiados en 2015, según la Agencia de la ONU. Estados Unidos ha aceptado la cifra más alta de solicitantes de asilo a través de esta vía: 66.500 personas.
Tras el nuevo aumento registrado en 2015, la población desplazada forzosamente supera ya a la de países como Reino Unido, aseguran desde Acnur. Según sus cálculos, 24 personas tuvieron la necesidad de huir de sus hogares cada minuto. “Si conformasen un país”, concluye la Agencia de la ONU, “este sería el 21 Estado más poblado del mundo”.