Doble condena, el nuevo documental producido por Médicos Sin Fronteras (MSF), denuncia la magnitud de la violencia sexual en la República Democrática del Congo (RDC) y la falta de apoyo que tienen las víctimas. En 2020, cerca de 11.000 supervivientes fueron atendidas por equipos de MSF en seis de las 26 provincias de la RDC, lo que constituye una media de 30 personas al día.
A través del documental, MSF pide que las autoridades congoleñas y sus socios actúen de inmediato para responder a las necesidades médicas, legales, socioeconómicas y de protección constadas por la organización médico-humanitaria.
En un informe publicado el pasado mes de julio, MSF ya alertaba del estado físico y psicológico de las víctimas, incluso entre menores de edad, los cuales representaron una quinta parte de los pacientes tratados por MSF en 2020: infecciones, embarazos no deseados, lesiones físicas derivadas de la violencia y traumas psicológicos graves.
La investigación de MSF también revela el impacto económico y social de la violencia sexual. A raíz de su agresión, muchas víctimas tienen demasiado miedo para volver a los campos de cultivo, donde ocurren la mayoría de violaciones, o son rechazadas por sus comunidades, lo que agrava su vulnerabilidad y pobreza.