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Encuentran el cadáver de un niño en el tren de aterrizaje de un avión en París, procedente de Costa de Marfil

Desalambre / Agencias

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Un niño de unos diez años ha sido encontrado sin vida en el tren de aterrizaje de un avión que ha llegado este miércoles al aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle de París procedente del aeropuerto de Abiyán, la capital económica de Costa de Marfil.

La aerolínea Air France ha confirmado vía Twitter el hallazago de un “pasajero clandestino” sin vida en el vuelo AF703, que había despegado desde la ciudad marfileña el martes por la noche, y la apertura de una investigación. Fuentes policiales han explicado a varias agencias internacionales que se trata de un niño de unos diez años que habría intentado llegar a Francia desde Costa de Marfil colándose en una parte de la nave que no está protegida de las bajas temperaturas ni de los efectos de la presión atmosférica.

“Más allá de la tragedia humana, esto indica un gran fallo de seguridad en el aeropuerto de Abiyán”, ha señalado a AFP una fuente de seguridad marfileña, preguntándose cómo un niño de unos diez años ha podido acceder a un avión, y si ha contado con ayuda externa.

En los últimos años, varios polizones, la mayoría adolescentes procedentes de África, han sido encontrados muertos por congelación o aplastados en los trenes de aterrizaje. Las temperaturas descienden a -50°C entre 9.000 y 10.000 metros, la altitud a la que vuelan los aviones. Las carcasas de los trenes de aterrizaje no se calientan ni se presurizan.

En agosto de 1999, dos adolescentes de Guinea-Gonkary murieron congelados en un tren de aterrizaje de un avión con destino Bruselas. Se llamaban Yaguine y Fodé y tenían 14 y 15 años, respectivamente. Junto a sus cuerpos se encontró una carta escrita en francés y dirigida a las autoridades comunitarias. “Les presentamos nuestros saludos más deliciosos, adorables y respetuosos con la vida. Con este fin, sean ustedes nuestro apoyo y nuestra ayuda. Son ustedes para nosotros, en África, las personas a las que hay que pedir socorro”, rezaba la misiva, en la que explicaban sus motivos para intentar alcanzar Europa.