Tras 14 días de negativas y evasivas, el Gobierno español ha aceptado acoger a una parte de las personas rescatadas por el Open Arms. El Ejecutivo ha trasladado a la Comisión Europea, al gobierno italiano y a los “países implicados” en la búsqueda de una solución estar “dispuesto a participar en un reparto equilibrado de los migrantes alojados en el barco”. Lo hace junto a Francia, Alemania, Rumanía, Portugal y Luxemburgo, el resto de Estados europeos que se han ofrecido a recibir a los náufragos.
Alcanzar un acuerdo europeo para la distribución de las personas rescatadas entre distintos países comunitarios conforma el paso previo exigido por Italia y Malta para permitir el acceso a sus puertos a los buques con migrantes a bordo. Según han informado fuentes de La Moncloa, el Ejecutivo “está trabajando con la Comisión Europea y otros países de la UE para lograr una solución común, europea, ordenada y solidaria a la situación del buque Open Arms, situado en estos momentos en aguas territoriales italianas”. El Gobierno aún no ha detallado la cifra de personas a las que se ofrece a recibir.
Sin embargo, fuentes oficiales de la Comisión Europea aseguran a eldiario.es no haber recibido aún “una petición formal de coordinación” del mecanismo de desembarco para el Open Arms por parte de los Estados miembros. “Los contactos [informales] siguen su curso”, aclaran, por lo que descartan proporcionar más detalles sobre la manera en la que ejecutará la reubicación. De momento, España, Francia, Alemania, Rumanía, Portugal y Luxemburgo han aceptado recibirlos, según ha confirmado el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.
“Apreciamos que algunos Estados miembros participen de manera activa en estos contactos, pero no entramos a comentar en estos momentos los detalles de estas conversaciones”, han indicado a eldiario.es fuentes comunitarias.
El anuncio del Gobierno español supone un cambio con respecto a su postura inicial: durante 14 días, el Ejecutivo se ha negado a promover una solución europea apelando a las llegadas de migrantes recibidas en las costas españolas. Durante este tiempo, en el que un centenar de rescatados permanecían en alta mar en precarias condiciones, el Gobierno no ha mostrado su voluntad de solicitar a Bruselas la activación del mecanismo de distribución que aceleraría el desembarco del Open Arms, de bandera española.
Varios países europeos acumulaban días de conversaciones discretas con la Comisión Europa en busca de una solución para el Open Arms. A lo largo de este proceso, España ha evitado colocarse en una posición destacada. En su lugar, Francia y Alemania han tomado el papel más relevante para alcanzar un acuerdo de desembarco que suma 14 días de retraso.
La ONG Open Arms lleva días en contacto con las embajadas francesa y alemana en España e Italia, que han mostrado una actitud más proactiva a la situación del buque, a diferencia del Ejecutivo español, según transmiten desde la organización. Desde el Ministerio del Interior francés confirmaron este miércoles a eldiario.es su participación en las negociaciones informales con Bruselas. “Francia ha tomado la iniciativa para encontrar una solución a la situación del Open Arms, como ya ha hecho en otras situaciones de crisis de embarcaciones humanitarias en las que el gobierno francés fue proactivo”, destacó un portavoz del Ejecutivo de Macron.
“Debemos encontrar una solución lo más rápido posible. Hay una embarcación humanitaria con 150 migrantes a bordo que lleva cerca de dos semanas sin un puerto donde desembarcar”, afirmaron desde el Ministerio del Interior francés. “Tenemos que actuar lo más rápido posible”, advirtieron.
El anuncio del Gobierno español llega después de la resolución del Tribunal Administrativo de Lacio que ordenó a las autoridades italianas permitir el acceso del Open Arms a sus aguas territoriales y prestar asistencia a las personas necesitadas a bordo. En estos momentos el barco se encuentra frente a la costa de Lampedusa esperando permiso para desembarcar.
“El gobierno confía en poder alcanzar dicha solución”, han apuntado desde La Moncloa. El Gobierno español insiste en poner el foco en la Unión Europea para responder a las llegadas de migrantes. “El reto migratorio debe ser afrontado por la Union Europea mediante mecanismos de colaboración en los que participen los países miembros, entendiendo que no es un problema exclusivo de los estados ribereños, sino que atañe al conjunto y que, por tanto, ha de afrontarse conjuntamente”, ha remarcado.