Cinco niños y dos mujeres han sido hallados sin vida este viernes tras el naufragio de una embarcación precaria en la que trataban de alcanzar suelo europeo cerca de la isla griega de Quíos y a 8 kilómetros de la costa turca.
Alrededor de las 10.30 hora local un barco de Frontex ha detectado una embarcación volcada, según ha confirmado una fuente de los guardacostas.
Frontex ha rescatado a 12 refugiados: cinco hombres, tres mujeres y cuatro niños –tres de ellos menores de 6 años y el cuarto de 12 años–. Inicialmente se habían encontrado los cuerpos si vida de un bebé y de un niño de 4 años, pero después de que los supervivientes advirtieran a las autoridades de que otras cuatro personas estaban desaparecidas, se encontraron los cuerpos de otros tres niños y dos mujeres, según recoge la agencia AFP.
En la operación de rescate han participado tres barcos de la Guardia Costera, dos barcos y un avión de Frontex y un helicóptero de las Fuerzas Aéreas helenas. Según los guardacostas, las condiciones meteorológicas en la zona del naufragio son buenas.
Los guardacostas no han detallado las nacionalidades de las víctimas del naufragio. Las llegadas de refugiados a Grecia desde Turquía han aumentado sensiblemente este año y en agosto arribaron a las islas del mar Egeo 9.300 personas, la mayor cifra desde el acuerdo firmado en marzo de 2016 entre la Unión Europea y Turquía que redujo drásticamente las llegadas. No obstante, las cifras registradas están muy por debajo de las centenares de miles de personas alcanzaron las islas griegas tanto en 2016 como 2015.
Según han anunciado los guardacostas, en las últimas 24 horas 358 personas han sido rescatadas en ocho operaciones en Grecia. Más de 26.000 personas están alojadas en los campamentos de registro de las islas del Egeo, unas instalaciones inicialmente preparadas para albergar a 5.800.
En lo que va de año, al menos 54 personas han perdido la vida en esta ruta, según la OIM. Organismos especializados y ONG exigen la apertura de vías legales y seguras de entrada a Europa, para que quienes huyen de la violencia puedan llegar al continente sin necesidad de arriesgar sus vidas en el mar.