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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Grecia cumple su promesa de “limpiar” el barrio de Atenas que acoge a cientos de refugiados en centros ocupados

La Policía griega desalojó la mañana del lunes al menos tres edificios en los que residían más de un centenar de personas refugiadas en el barrio de Exarjia, en el corazón de Atenas. Pese a que estos centros ocupados, alternativa a los campos de detención y de alojamiento oficiales, llevaban meses bajo la amenaza de ser desalojados ha sido ahora, con la llegada al gobierno de los conservadores de Nueva Democracia y su promesa de “limpiar” el barrio, cuando se ha llevado a cabo.

Con poco despliegue policial y bajo el caluroso sol de Atenas, 143 solicitantes de asilo de una variedad de nacionalidades han sido forzados a abandonar lo que llevaba siendo su hogar desde prácticamente el inicio de la llamada “crisis de refugiados” en 2015. Han sido trasladados en inmensos autobuses a comisaría para ser identificados. De allí, muchos serán llevados a campos de refugiados en el interior del país, mientras que otros, los que no tengan documentación, serán trasladados a centros de detención.

Estandarte del activismo de izquierdas y la autogestión, el céntrico barrio de Exarjia se había convertido en el símbolo de la acogida de las personas refugiadas. Muchos edificios abandonados durante la brutal crisis económica griega fueron ocupados y rehabilitados por grupos de activistas, que permitieron a familias de refugiados y migrantes acceder a un espacio propio desde el que rehacer una vida normal.

Las instalaciones estaban ideadas para ofrecer una acogida alternativa a los campos de refugiados. Pensados como solución temporal, estos suelen estar ubicados en antiguas granjas o hangares vacíos en el campo, por lo que no tienen acceso a transportes, supermercados u hospitales. Tras tres años de estancamiento y fronteras cerradas, aunque todavía queden muchas personas en estos alojamientos provisionales, ya no se considera que la situación sea de emergencia humanitaria, por lo que no se permite el paso a ONG y muchas necesidades básicas no se cubren.

El desalojo del lunes llegó después de meses de promesas de clausura, tanto del Gobierno de Alexis Tsipras como ahora de su sucesor conservador Kyriakos Mitsotakis. “Ya estaban amenazado antes de que ganara el actual gobierno de derecha”, cuenta una activista en la zona a eldiario.es. “Se sabía que se iban a hacer [los desalojos] antes de septiembre”, explica. La Policía cortó las calles de madrugada y entró a los edificios ocupados, que se identifican con los nombres de Spirou Trikoupi 17, Gare y Trikoupi 15.

Entre las personas expulsadas había familias completas, que han decidido no ofrecer resistencia y marcharse con la Policía, según ha explicado una testigo a este medio. Tampoco ha habido una gran oposición de los activistas, que han acudido en un número muy reducido. Sí convocaron una manifestación por la tarde en apoyo a las personas desalojadas bajo lemas como “No pasarán”.

Durante los próximos días se espera que haya nuevas expulsiones de edificios ocupados en los que residen personas refugiadas, los llamados squats. Actualmente en Exarjia quedan 23 edificios ocupados, cerca de una decena de los cuales todavía sirven de centros extraoficiales para refugiados, según el periódico Kathimerini.

Exarjia, autogestionado por diferentes grupos sociales, ha sido tradicionalmente un foco de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Sin embargo, ya en campaña, dirigentes de la gobernante Nueva Democracia señalaron al barrio e insistieron en que lo iban a “limpiar” al ser un foco de “anarquía”.

Tras el anuncio del entonces candidato a la presidencia griega, días después de las elecciones, el City Plaza, una de las squats más famosas y mejor gestionadas, cerró sus puertas. El antiguo hotel de cuatro estrellas abandonado llegó a albergar en condiciones dignas a cerca de 400 personas. Se daban tres comidas diarias, había servicio médico y los niños iban a la escuela.

Durante los meses previos a los comicios, según relataron activistas a este medio, el barrio había sufrido una degradación que lo estaba convirtiendo en foco de reyertas y venta de droga, lo que ha sido utilizado Mitsotakis para justificar su discurso. Diversos medios locales enmarcan los desalojos de este lunes en un operativo contra el tráfico de drogas. Según informa la agencia griega de noticias Atenas-Macedonia citando fuentes policiales, no se han encontrado narcóticos en ninguno de los edificios inspeccionados.