El ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha reconocido hoy la necesidad de que la Unión Europea (UE) cuente con medios para socorrer a las víctimas de dramas como el naufragio ocurrido este domingo en el Canal de Sicilia. Hace un mes defendió en Bruselas lo contrario: rechazó entonces mejorar el salvamento europeo en el Mediterráneo por el posible “efecto llamada” de tales medidas en las mafias que trafican con personas, un peligro que ha reiterado este lunes.
“Hay que hacer las dos cosas: atacar las consecuencias del problema, y por tanto garantizar el rescate de esas personas, pero simultáneamente teniendo presente el efecto llamada”, ha dicho a su llegada a una reunión de ministros de Exteriores e Interior de la UE convocada para abordar la emergencia migratoria en el Mediterráneo.
La reunión tiene lugar después de que este domingo se conociera el naufragio de una embarcación en la que viajaban entre 700 y 950 personas, según los testimonios de los supervivientes. Solo 28 personas fueron rescatadas con vida y, desde entonces, al menos otro barco se ha hundido en las proximidades de la isla griega de Rodas y dos más con cerca de 450 personas a bordo emitieron llamadas de auxilio, según ha confirmado el presidente del Gobierno italiano.
Al ser preguntado por un posible refuerzo de la operación Tritón de Frontex en el Mediterráneo, el ministro ha afirmado que “el principio humanitario prevalece sobre cualquier otra consideración, y por tanto mientras estas mafias criminales y esta situación en la zona se mantenga y haya el riesgo de que se produzcan tragedias humanas de estas características, tiene que haber los medios adecuados para salvar la vida de esas personas”, ha añadido el ministro.
Al mismo tiempo, ha señalado que “otra cosa es que hemos de tener en claro que el efecto llamada existe y hemos de ser muy cuidadosos con las mafias criminales, son malas pero no son tontas y no conviene darles facilidades”. Este argumento fue el que sustentó el pasado 12 de marzo su oposición en Bruselas a que Europa habilitase una operación de salvamento en el Mediterráneo. “Frontex es una agencia que tiene por misión securizar las fronteras y no se puede convertir en una agencia de salvamento y rescate”, dijo en esa ocasión.
El 'efecto llamada' al que se refiere el ministro de Interior, según el cual más personas se lanzarían a la peligrosa ruta del Mediterráneo con la seguridad de que podrían ser salvadas en el mar, fue una de las críticas a la misión italiana de rescate Mare Nostrum. Sin embargo, una vez finalizada la misión, las cifras de llegadas durante 2015 han cuestionado este argumento.
El director adjunto de la agencia europea de fronteras Frontex admitió en una entrevista con eldiario.es que “hay razones para dudar de que ese efecto se esté produciendo”.
Cooperación en los países de origen
Fernández Díaz ha subrayado la necesidad de aplicar “medidas a corto, medio y largo plazo” para abordar el drama de la migración y atajar el problema desde su origen. “Mientras no vayamos a la raíz del problema y solo vayamos a las consecuencias del problema, no estaremos eliminando el problema”, ha dicho.
“La mejor manera de garantizar la vida de toda esa pobre gente es eliminando las circunstancias que llevan a que esa gente se vea abocada a caer en manos de esas mafias criminales”, ha añadido.
El ministro ha subrayado también que “Libia no está en condiciones de operativamente actuar con eficacia” contra las organizaciones criminales, “algo que pone de manifiesto el hecho de que sus barcos están saliendo de puerto, no son cayucos que salen de playas”.
Según Fernández Díaz, el documento de la Comisión Europea sobre el grupo de trabajo del Mediterráneo así como los documentos aprobados durante la presidencia italiana de turno de la UE el pasado semestre en materia de política migratoria “contienen medidas que deben ser ahora calendarizadas” y a las que se debe asignar la financiación necesaria “para que podamos dar una respuesta”.
En concreto, ha precisado, hay que actuar en “la prevención en origen de donde proceden los inmigrantes irregulares” y colaborar con los países de tránsito y facilitarles una cooperación operativa “para que puedan luchar contra las mafias criminales y que puedan a su vez securizar sus fronteras”.
En última instancia, ha añadido, existe “la cooperación al desarrollo, que es una medida a largo plazo”. En este aspecto, las políticas de España en los últimos años han pasado por los recortes al presupuesto. En total, España ha reducido la Ayuda Oficial al Desarrollo un 62% en los tres ejercicios previos a 2013, hasta un 0,16% de su Renta Nacional Bruta. La media europea es del 0,43% y el objetivo mínimo fijado por las Naciones Unidas, un 0,7%.
Por otro lado, Fernández Díaz ha valorado la iniciativa anunciada hoy por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que ha pedido un “tratamiento conjunto” del problema de la migración a nivel de la UE y “global” en las Naciones Unidas, donde España prevé impulsar una declaración como miembro no permanente del Consejo de Seguridad.