Junior Valcin Theodore, un joven inmigrante haitiano en Chile, es uno de los protagonistas de Perro bomba, una película que pone el foco en el “racismo institucional” que sufre esta comunidad en el país andino. El pasado martes, durante la presentación de la película en el Festival de Málaga, una silla vacía marcaba la ausencia de Valcin.
El actor, que tiene la residencia temporal en Chile, no pudo acudir porque el consulado de España en Santiago de Chile le denegó el visado. Alegó que no quedaba demostrada su voluntad de abandonar el territorio Schengen en un plazo de 90 días. Valcin había presentado la invitación al festival y un billete de regreso, documentos que ha podido comprobar este medio. Perro bomba ha ganado la biznaga de plata a la mejor película iberoamericana en la sección Zonazine y Steevens Benjamin –primo de Junior Valcin–, el premio a mejor actor.
Junior Valcin, de 20 años, debía acompañar a Ugarte y al director, Juan Cáceres, para presentar la película en la sección Zona Zine del festival de Málaga, que concluyó este domingo, y en el festival de cine latinoamericano de Toulouse, que se celebra esta semana. Sin embargo, se quedó en Chile. “No se ha podido establecer su intención de abandonar el territorio de los Estados miembros antes de que expire el visado”, respondió el consulado español para denegar la petición, en un documento al que ha tenido acceso eldiario.es.
Los responsables de la película aseguran que cumplieron todos los requisitos. “Presentamos pasaje de vuelta [que había pagado el festival], la invitación del festival donde decía los días que iba a estar acá y la cantidad de noches de hotel. En total, seis días en Málaga”, asegura Alejandro Ugarte.
El festival de Málaga ha confirmado que invitó al actor mediante una carta de 5 de febrero, y este medio ha comprobado que el 26 de febrero el propio festival reservó los billetes de ida y vuelta a nombre del actor, con salida de Santiago el 16 de marzo y regreso el 21. Por petición del productor, el festival llegó a emitir una carta de invitación oficial en la que aseguraba que se hacía cargo de sus pasajes y su alojamiento.
Según explica el productor, pagaron unos 70 euros al cambio por la tramitación y acompañaron a la solicitud los documentos de viaje, los motivos del mismo, el seguro médico suscrito o la prueba de que dispondría de los medios de subsistencia para pasar estos días en España. “Transferimos dinero a la cuenta de Junior para que él pudiese justificar la cantidad de dinero mínimo diario, que son 600 euros por día”, explica Ugarte.
La resolución que deniega el visado se puede recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en el plazo de dos meses. De nada les valdría ganar el eventual recurso. “Estamos tristes sobre todo por la desolación de Junior. Cumplió el sueño de ser actor y cuando le avisamos de que está invitado a venir al festival se emocionó mucho. Lloró cuando le dijimos que no podía venir”, dice el productor, que agradece el gesto simbólico del festival de dejar vacía la silla que correspondía al actor, que aparece en los créditos de la película como Junior Benjamin.
Este medio se ha puesto en contacto con el consulado para conocer sus motivos para denegar el visado y cuáles son los documentos que podrían acreditar la voluntad de regresar a Chile. Siguiendo la normativa de protección de datos, el consulado no comenta el caso concreto y se remite a la resolución denegatoria.
Según Ugarte, no se les requirió un documento específico para acreditar su intención de volver. Para emitir el visado, el Ministerio de Exteriores advierte en su página web de que el solicitante deberá estar en posesión de documentos que justifiquen el objeto y las condiciones de la estancia y disponer de medios económicos suficiente, y señala que para los viajes de carácter profesional, político, científico, deportivo o religioso o por otros motivos, “se podrá” requerir la presentación de invitaciones, tarjetas de entrada, reservas o programas con indicación, en la medida de lo posible, del nombre del organismo que invita y la duración de la estancia o cualquier otro documento que indique el propósito de la visita.
Respecto a los requisitos para obtener el visado de corta duración, el consulado español en Chile remite a información generalizada según la cual se debe aportar “documentos que permitan establecer la intención del solicitante de abandonar el territorio Schengen antes de la expiración del visado solicitado”, sin dar más detalles.
El festival de Málaga evita posicionarse oficialmente. “El festival no puede opinar sobre decisiones administrativas ajenas a la organización y cuyos detalles desconoce”, explican fuentes de la muestra malagueña.
Una película sobre el racismo en Chile
Perro bomba cuenta la historia de un chico haitiano con una vida estable en Chile que reacciona con violencia ante un episodio de racismo. Esto lo aísla de la comunidad y termina llevándolo a los márgenes de la sociedad chilena. La cinta mezcla el documental con recursos del cine de ficción. “Hacemos cine social, sin guion, improvisado, que trabaja directamente con las comunidades marginalizadas”, señala el director, que siguió una técnica de montaje en la que el guion se construye a partir del material rodado.
Los migrantes haitianos comenzaron a llegar a partir de 2015 a Chile, un país históricamente receptor de inmigrantes que no había recibido hasta entonces población negra. “Surgieron ciertos problemas de racismo y discriminación”, dice Cáceres. Ese es el germen y el sustrato de la película.
El sábado se supo que Perro bomba es la ganadora de la biznaga de plata a la mejor película iberoamericana en la sección Zonazine, “por ser capaz”, según el jurado, “de hacer un retrato social complejo desde la vitalidad y el riesgo”. De Stevens Benjamin, biznaga de plata al mejor actor en la sección Zonazine (donde tienen cabida obras más arriesgadas a las de la sección oficial), el jurado destaca que “nos conecta con un conflicto universal desde la intimidad, la crudeza y la calidez”.
Además de Junior Valcin, la película cuenta en su reparto con el galardonado Steevens Benjamin, familiar del primero. Ninguno de los dos son actores profesionales, aunque esa es la aspiración de Steevens, que después de Perro bomba acaba de lograr un papel en una telenovela. Junior quiere ser cantante. “La mayoría de la gente haitiana en Chile son gente proletaria que no tiene acceso a formación profesional, universitaria y menos a formación artística”, explica el director. “A pesar de eso son una cultura muy talentosa, porque las iglesias en Haití constituyen una especie de centro social en cada barrio donde se performan centros de teatro, canto…”.
El episodio en Málaga recuerda a las dificultades que tuvo uno de los protagonistas mexicanos de Roma para acudir a la gala de los Oscar en Estados Unidos. Logró el visado al tercer intento. “Nosotros somos conscientes de que no es una cosa del festival, ni de la Unión Europea, sino global contra las personas de Haití y de países empobrecidos”, denuncia Cáceres, que cuenta que ya les ocurrió algo similar cuando presentaron la película en el festival de Miami, la semana pasada.
En aquella ocasión iba a acompañarles Steevens Benjamin. “Ahí nos dimos cuenta de que es una cosa que viven las personas de Haití en el día a día cuando deciden movilizarse. Haití es el país más vulnerable y marginalizado de América Latina. Esto demuestra que la película es necesaria”, sentencia.