La guardia fronteriza finlandesa empezará a rastrear las señales de radio de teléfonos móviles y otros dispositivos a ambos lados de la frontera con Rusia para tratar de detectar a los inmigrantes que intenten acceder al país de forma ilegal, mientras la frontera con ese país permanece cerrada, según la televisión pública finlandesa 'YLE'.
El comandante de la Guardia de Fronteras, Juho Vanhatalo, ha explicado a 'YLE' que la vigilancia de las radiofrecuencias servirá para determinar la ubicación y la cantidad de dispositivos transmisores de señales próximos a la frontera, pero no se interceptará el contenido de las comunicaciones ni se identificará a los usuarios. En su opinión, este tipo de vigilancia, autorizado por el Parlamento finlandés el pasado julio, mejorará significativamente la capacidad de la guardia fronteriza para responder a eventuales amenazas, como el contrabando, los cruces fronterizos ilegales y la llegada masiva de refugiados.
“Si se detecta un número inusualmente alto de dispositivos de radio en una zona cercana a la frontera o se localiza un dispositivo de radio en un lugar anómalo, podremos aumentar la vigilancia es esa zona”, ha dicho Vanhatalo a la emisora pública.
Este tipo de equipos de radiovigilancia suele tener un alcance de hasta 40 kilómetros y pueden ser instalados en puntos fijos de la frontera o en distintos vehículos, como coches patrulla, aviones y barcos. Las autoridades finlandesas van a adquirir los equipos necesarios para empezar próximamente la vigilancia de las radiofrecuencias.
El pasado mes de diciembre, Finlandia cerró totalmente su frontera con Rusia al tráfico de pasajeros (los trenes de mercancías siguen circulando), tras registrar un inusual aumento del flujo de migrantes a través del país vecino que el Gobierno atribuyó a un “ataque híbrido” por parte de Moscú.
A ese cierre, que seguirá en vigor “hasta nuevo aviso”, se sumó recientemente una polémica enmienda legal que permite bloquear el paso a los refugiados que quieran entrar a Finlandia y a devolver a Rusia a quienes crucen la frontera si el Gobierno finlandés considera que se trata de “migración instrumentalizada” por Moscú.