En este país tropical de lluvias abundantes el problema no es la falta de agua, sino la desigualdad en la distribución y los intereses empresariales: el 90% de sus aguas superficiales están contaminadas
Comunidades rurales viven sin agua corriente al lado de campos de golf y empresas mineras amenazan a quien se resiste a entregar sus recursos hídricos
Los problemas renales debidos a la exposición a pesticidas y la contaminación de la tierra y el agua se cobran la vida de entre 800 y 500 personas al año en el país