Cerca de 28.000 personas procedentes de Libia han llegado a Italia entre enero y mediados de abril, lo que supone un repunte del 30% en términos interanuales, según datos de la agencia fronteriza europea Frontex.
El director de Frontex, Fabrice Leggeri, reconoce en una entrevista al diario alemán Passauer Neue Presse publicada este miércoles que está creciendo de forma sensible el flujo de personas que llegan a Europa a través de la denominada ruta central del Mediterráneo, frente al descenso que ha experimentado la ruta oriental.
En comparación, entre enero y mediados de abril tan solo 6.000 personas han accedido a Europa a través del Egeo, entre Turquía y Grecia, lo que supone un descenso del 94% en comparación con el mismo período del año previo.
El director de Frontex atribuye esta fuerte caída al polémico acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, por el que Europa apoya financieramente a Ankara con hasta 6.000 millones de euros a cambio de que Turquía cierre la frontera y acoja en su territorio a los refugiados.
En virtud de este acuerdo, la UE ha devuelto a Turquía más de mil migrantes irregulares, señala Leggeri, que no ve signos de que Ankara no esté implementando este pacto, pese a las amenazas en este sentido del Gobierno turco.
Leggeri subraya que la mayoría de los inmigrantes de la ruta central no son ciudadanos sirios –como sucede en la ruta oriental– sino personas procedentes de Costa de Marfil, Guinea, Nigeria y Bangladesh.
Según apunta Frontex, los traficantes de migrantes y refugiados se benefician de la caótica situación que padece Libia, arrasada por una guerra civil.
Leggeri alertó también de que las barcas interceptadas en el Mediterráneo central transportan cada vez a más gente y, normalmente, no cuentan con provisiones ni el suficiente combustible para el viaje.
“Montan de media a unas 170 personas por barca, normalmente sin provisiones ni combustible suficiente. Hace dos años el promedio eran unos 100 emigrantes”, asegura.
Un total de 1.092 personas han muerto en su intento de alcanzar territorio europeo a través del Mediterráneo en lo que va de año, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Tanto el organismo internacional como diversas ONG insisten en la necesidad de abrir vías legales y seguras de acceso a los países europeos para evitar estos fallecimientos.