“No hay ningún organismo en la UE que coordine operaciones de rescate”

La muerte de otros 300 inmigrantes en aguas del Mediterráneo ha abierto de nuevo el cajón de las preguntas. ¿Por qué siguen muriendo? Las ONG apuntan a Europa. A finales de 2014, Italia decidió desmantelar la operación de salvamento “Mare Nostrum” debido a la falta de fondos europeos, operativa durante un año. La Agencia de Protección de Fronteras de la Unión Europea (Frontex) puso en marcha a principios de este año el operativo de vigilancia de fronteras “Tritón”, mucho más reducido y con un radio de acción de tan solo 30 millas desde la costa italiana.

eldiario.es ha hablado con el director adjunto del Frontex, Gil Arias. En una entrevista explica que el objetivo de la Agencia de la UE no es “el salvamento de vidas humanas” en el agua sino “la detección de personas indocumentadas”, aunque niega que Europa y el Frontex estén cerrando las fronteras. Considera que ninguna operación de salvamento puede abarcar la magnitud del Mediterráneo ni acabar con el riesgo de que sigan muriendo inmigrantes. Cuando se habla de posibles soluciones, se muestra abierto a la recuperación de medidas como el “asilo diplomático”.

¿Cree que el desmantelamiento de la operación “Mare Nostrum” es una causa directa de las últimas muertes en Lampedusa?

Es muy difícil aseverarlo, “Mare Nostrum” contaba con medios militares, es decir, barcos más grandes de los que habitualmente se utilizan. “Mare Nostrum” estaba desplegada en zonas mas próximas a la costa libia, con lo cual es posible que barcos más grandes y más próximos hubieran podido llegar antes.

Es cierto que, a pesar de ello, la muerte de los inmigrantes se debe a que estuvieron expuestos al frío, a temperaturas bajo cero, a una tempestad muy fuerte con olas de hasta ocho metros... Aún con la operación de rescate probablemente la tragedia se hubiese producido igual. Como usted sabe, los nueve inmigrantes no murieron por ahogamiento, fue por hipotermia porque estuvieron expuestos a temperaturas muy bajas y los cuidados que les dieron en los barcos no consiguieron llegar a salvarlos.

Lo que sí que es cierto es que ha habido un barco desaparecido con 300 inmigrantes dentro. A estas alturas deben haber muerto ya.

Como usted señala, según los testimonios prestados por los inmigrantes supervivientes, había una cuarta barca de goma que a pesar de la búsqueda no se ha podido encontrar y lamentablemente hay que temer lo peor: que se haya podido hundir con los inmigrantes. Es muy difícil predecir si con “Mare Nostrum” se hubiera podido evitar la tragedia, sobre todo teniendo en cuenta las condiciones en las que estaba el mar.

Con barcos más grandes es posible que el rescate se hubiera producido pero tampoco es una garantía de que se hubiese evitado la tragedia porque las barcas salieron de Libia el sábado con condiciones meteorológicas muy adversas. Los inmigrantes fueron obligados a embarcarse a punta de rifle por los traficantes. Ellos –los inmigrantes– se temían lo peor porque el tiempo era muy malo cuando embarcaron en Trípoli.

¿Por qué se tomó la decisión de cerrar “Mare Nostrum” o por qué se decidió crear un operativo de protección en lugar de apoyar al Gobierno italiano en la operación de rescate?

Cada decisión se tomó por diferentes autoridades y de forma totalmente independiente. “Mare Nostrum” era una operación militar con un objetivo claro de salvamento. Fueron las autoridades italianas las que decidieron concluir la operación. Las únicas personas que pueden responder a eso son las autoridades italianas que son quienes tomaron la decisión de lanzarla en su momento y de terminarla a finales del año 2014.

No sabemos exactamente en qué fecha concluyó porque la operación “Tritón”, que es la que coordina Frontex, se planeó conjuntamente con las autoridades italianas pero con independencia de “Mare Nostrum”. Incluso el Ministerio del Interior, que es nuestro interlocutor, desconocía lo que iba a suceder con “Mare Nostrum”. Las operaciones coincidieron durante meses, no fue una sustitución, llegaron a coincidir y eran independientes. Se cerró sin que Frontex recibiera ninguna comunicación.

Frontex lo que hizo fue reforzar las operaciones que ya existían en la zona. De hecho, “Tritón” es la sustitución de dos operaciones anteriores que coordinaba la Agencia en las costas del sur de Italia: la operación “Hermes” en el sur de Sicilia y la operación “Eneas” en las costas de Puglia y Calabria.

No sé si puede dar la impresión de que lo que verdaderamente pretende Frontex –y la Unión Europea– es cerrar las fronteras en vez de proteger, como “Mare Nostrum”, a los inmigrantes que llegan ¿es esa la estrategia de Frontex?

Ni la estrategia de Frontex ni la de la UE es cerrar las fronteras. La estrategia de las operaciones que coordina Frontex es impedir que los inmigrantes irregulares entren en Europa de forma clandestina, es decir, que entren indetectados, que entren de manera desconocida por parte de las autoridades, pero no impedir que lleguen. De hecho, todas las personas que se interceptan en el mar son traídas al territorio de la Unión Europea, no se produce su devolución.

Frontex no está contribuyendo a crear la 'Europa fortaleza', está contribuyendo a que no entren personas de manera clandestina en el territorio de la UE, de manera que las autoridades de cada gobierno conozcan quiénes son las personas que han entrado y luego procedan a sus análisis correspondientes para ver si están en situación de protección internacional, si tienen posibilidades de quedarse de acuerdo con la legislación de su país o tienen, en su caso, que ser devueltos a su país de origen. Esas son decisiones que se toman a nivel nacional. Por tanto, no es impedir que lleguen.

Los objetivos de Frontex tienen como objetivo la protección de fronteras. Impedir que las personas entren de manera indetectada para las autoridades de los estados miembros. La operación “Mare Nostrum” tenía un objetivo claro y único que era el salvamento marítimo pero ni la UE ni Frontex tienen mandato para hacer salvamento marítimo, depende de los Estados miembros. Bien es cierto, y a las pruebas me remito, que están participando los barcos coordinados por Frontex aunque los objetivos de esos barcos son la protección fronteriza, es decir, impedir entradas clandestinas.

¿No sería necesario un acuerdo entre Estados miembros, Frontex y la UE para garantizar que no muera más gente en el agua?

Ahora mismo no hay ningún organismo europeo que se dedique a coordinar una operación de salvamento. Esto depende de las autoridades competentes de cada país. Podría ampliarse el mandato de la Agencia y atribuirle tareas de salvamento e incrementar los medios porque, con los actuales con los que cuenta la Agencia, sería muy difícil llevar a cabo tareas de salvamento además de las operaciones de control fronterizo.

Repito que nuestras operaciones se convierten casi a diario en operaciones de salvamento. Esto partiría de una decisión política tomada en los organismos de la Unión Europea que modificasen el mandato de la Agencia. En cualquier caso, tanto para las operaciones de salvamento como para el control de las fronteras, la Agencia tiene una misión de apoyo a los Estados miembros que hacen frente a esas situaciones de presión desmesurada o de presión de la inmigración irregular. No es misión del Frontex sustituir a los países de la Unión.

¿La solución, entonces, parte solo de los Estados miembros?

La solución no está en el control fronterizo ni en desplegar muchos medios de salvamento en el mar. La solución únicamente vendrá de la mano de la estabilidad en los países de origen y en los países de tránsito, es decir, en los estados desde los que salen hacia la UE. Tienen que tener en cuenta que el Mediterráneo tiene 2,5 millones de kilómetros cuadrados, es absolutamente imposible e impensable tener bajo vigilancia toda esa zona. Por muchos medios que se pongan en el mar, por mucha disposición y mucha voluntad política que tengan los Estados miembros en prevenir las muertes, siempre habrá riesgo. Sobre todo si, como hemos visto en esta tragedia, los traficantes no tienen escrúpulos y obligan a los inmigrantes a subir a bordo de barcas de goma cuando pueden transportarles en un buque de madera.

Las soluciones vendrán primero de los países de los que huyen, países que están en guerra, o donde están perseguidos. Algunos procuran tener una vida mejor, un trabajo digno aunque en la mayoría de los casos huyen de la guerra. Y, desde luego, que en países como Libia los traficantes no campen a sus anchas y no operen con libertad porque si no va a ser difícil evitar que en el futuro se produzcan tragedias como la que hemos visto estos últimos días.

Desde la UE y desde Frontex han sostenido que la operación “Mare Nostrum” provoca un 'efecto llamada', ¿lo siguen manteniendo?

Es muy difícil hacer una aseveración como esa sobre todo teniendo en cuenta cómo ha ido evolucionando el problema en el Mediterráneo. Inicialmente se produjo claramente un 'efecto llamada' por parte de “Mare Nostrum”, puesto que el flujo de inmigrantes en el Mediterráneo central se incrementó exponencialmente justo a raíz de lanzar la operación. Esto lo veíamos además en las barcas que se incautaban una vez que los inmigrantes eran rescatados por la Marina Militar italiana porque llevaban la mitad de agua, la mitad de combustible y la mitad de alimentos que solían llevar anteriormente.

Fue además un gran negocio. Con la presencia de medios de patrulla italianos, los de “Mare Nostrum” –mucho más cerca de las fronteras de Libia– podían poner mucha más gente en el mar e invertir menos en agua, alimentos y combustible porque sabían que serían rescatados antes. Inicialmente es claro que “Mare Nostrum” sí que produjo un 'efecto llamada'. También es verdad que de alguna manera el flujo se ha ido consolidando, el flujo ha disminuido pero muy poco, también debido a la época estacional en la que nos encontramos.

Con lo que estamos viendo ahora, en enero y febrero no ha habido una reducción notable de los flujos. Si bien en un momento todo indicaba a que había un 'efecto llamada' ahora hay razones para dudar de que eso fuese así, ya que la gente sigue viniendo aunque la operación ya no esté allí.

Varias ONG están apuntando a que quizá los inmigrantes toman la ruta del mar porque en Europa no hay suficientes vías de acceso legal.

Qué duda cabe de que retomar algunas medidas que antaño eran posibles para los solicitantes de asilo podría ayudar de manera notable a evitar que esas personas pongan en peligro sus vidas. Por ejemplo, la llamada petición de asilo diplomática, es decir, que los inmigrantes pudieran presentarse en una embajada de la UE o en un consulado y presentar allí sus solicitudes.

La posibilidad de aumentar los canales para la entrada legal es algo que se está discutiendo también en los foros de la UE aunque evidentemente nosotros conocemos esto a través de los medios y no somos un actor en esos debates. Me consta que esto se está debatiendo con el objeto de reducir el número de inmigrantes que se enfrentan a estas rutas tan peligrosas a través de las fronteras marítimas.

El ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, calificó recientemente como hipócritas las críticas de la UE sobre de la gestión de las fronteras por parte de los Estados miembros porque, a su juicio, los fondos y la ayuda que llegan de las instituciones europeas para la protección de las fronteras son escasas. ¿Comparte esa afirmación?

Desconozco la ayuda financiera que ha podido recibir España y la que están pudiendo recibir otros países como para compartir o no las afirmaciones. Lo que puedo decirle es que la UE tiene unos fondos a los que todos los países pueden acudir para reforzar sus capacidades fronterizas. No tengo conocimiento de si España ha acudido o no a esos fondos ni de qué cuantías estamos hablando. Lo que sí puedo decirle es que Frontex tiene tres operaciones que lanza todos los años en aguas españolas, si bien no son las de más calibre. Las de mayor tamaño son las de Italia porque el número de inmigrantes que viene hacia allí multiplica muchas veces los que llegan a España.

En cuanto a lo que hace referencia a la Agencia, no tienen ninguna razón de acusarnos de no apoyarles o de quejarse del apoyo que les dé Frontex porque tenemos allí más operaciones que en ningún otro sitio. Son operaciones de menor despliegue de medios, porque la presión migratoria no es la misma.

Ha criticado también el ministro que desde Europa no se apruebe la intención de legalizar las devoluciones en caliente. ¿Cree que el Gobierno hace bien intentando legalizar estas devoluciones inmediatas en frontera?

Es una cuestión puramente jurídica. Es evidente que hay un marco legal que establece la legislación internacional y comunitaria que no se puede sobrepasar por las legislaciones nacionales. Desconozco el contexto o los términos en los que se pretende legalizar la ley española porque la Agencia que yo codirijo no participa en el seguimiento de las legislaciones nacionales, ni siquiera en la legislación europea salvo que afecte muy directamente a nuestras operaciones.

Únicamente puedo hablar como ciudadano de a pie que sigo con interés lo que ocurre en mi país, pero desconozco cuáles son las modificaciones que se han propuesto en España. Puedo decir que la legislación europea reconoce unos requisitos para devolver a las personas que no tienen derecho a permanecer en territorio de la UE y que, en cualquier caso, la legislación nacional tendrá que estar en línea con la internacional.

“Qué duda cabe de que retomar algunas medidas que antaño eran posibles para los solicitantes de asilo podría ayudar de manera notable a evitar que esas personas pongan en peligro sus vidas. Por ejemplo, la llamada petición de asilo diplomática”