El ministro de Interior ha confirmado el incidente que tuvo lugar entre el rey marroquí Mohamed VI y una patrullera de la Guardia Civil cinco días antes de la llegada de más de 1.200 personas en barcas de juguete a Tarifa el 11 y 12 de agosto. Después de alabar durante semanas la “colaboración” alauí, Jorge Fernández Díaz ha reconocido las “disfunciones” de Marruecos en el control migratorio de sus costas durante esos dos días.
Aunque no ha querido tacharlo de “incidente”, el titular de Interior ha confirmado los “hechos” publicados por El Mundo: el monarca marroquí fue sometido a un control rutinario de la Guardia Civil española cuando navegaba por aguas ceutíes. Mohamed VI, visiblemente molesto, efectuó una llamada a Felipe VI para comunicar su queja, quien a su vez avisó al Ministerio de Interior. El Gobierno no tardó en disculparse. “Se produjeron unos hechos pero esos hechos no son incidentes y se superaron”, ha reconocido Fernández Díaz en la rueda posterior al Consejo de Ministros.
Cinco días después de este suceso, el 11 y 12 de agosto, Marruecos frenó al vigilancia en sus costas lo que derivó en la llegada de más de 1.200 personas en balsas de juguete a España. Tras alabar durante semanas la “colaboración” marroquí en el control fronterizo, el Gobierno ha reconocido “disfunciones” por parte de Marruecos durante esos días.
“El ministro marroquí ha hablado de ”disfunciones“ y yo no voy a corregir al ministro”, ha aseverado Fernández Díaz. “Hablamos con las autoridades y en 48 esa disfunción fue corregida”. No obstante, no ha especificado cómo se desarrollaron esas conversaciones.
Preguntado por las particularidades de la opaca reunión mantenida este miércoles con su homólogo marroquí, Fernández Díaz se ha limitado a leer el comunicado conjunto enviado por ambos ministerios sin responder si España ha ofrecido algo al Estado alauíta a cambio del restablecimiento del control migratorio. “Tuvimos un encuentro extraordinariamente cordial y productivo”, ha sentenciado.
Un encuentro opaco
Pocos detalles se han podido saber sobre la reunión sorpresa mantenida entre el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, y su homólogo marroquí, Mohamed Hassad. El Gobierno no anunció el encuentro, cuya celebración no estaba programada en la agenda pública del representante español. La noticia la adelantó el diario El País y, una vez finalizadom, los ejecutivos enviaron un comunicado conjunto. La nota, que pretende dar cuenta de los asuntos tratados, no concreta el objetivo que motivó el repentino viaje de Fernández Díaz y está cargada de generalidades.
Según el comunicado, Fernández Díaz empleó la reunión para agradecer “los esfuerzos desplegados” por las autoridades alauíes en materia migratoria después del parón de la vigilancia en su costa durante dos días y tras la difusión de imágenes que muestran la violencia ejercida contra inmigrantes subsaharianos en la valla de Melilla y en el monte Gurugú. Durante el encuentro, los representantes de ambos países han decidido reunirse cada seis meses para “implementar las medidas necesarias”.
Según explicó el Gobierno, los titulares de Interior han “reiterado su compromiso” para que el control de la inmigración irregular “se haga en un marco de respeto absoluto a los derechos humanos y de la dignidad de las persona”. Sin embargo, a su vez, valora “la eficacia de los mecanismos de coordinación y de comunicación entre los ministros marroquíes y españoles, que han permitido detener rápidamente este flujo”. Las imágenes difundidas por ONG como Prodein y Human Rights Watch demuestran la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad alauíes y españolas durante, al menos, el intento de salto de la valla de Melilla del 13 de agosto.