Jaber Suleiman, refugiado palestino de 1948: “La guerra de Gaza va a promover cambios en el orden internacional”

Francesca Cicardi

20 de diciembre de 2023 22:21 h

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Jaber Suleiman nació en Palestina en 1945, tres años antes de la creación del Estado de Israel. Siendo aún un niño, se convirtió en uno de los desplazados durante la Nakba o catástrofe, en la que alrededor de 750.000 palestinos fueron expulsados de sus hogares en 1948. Su familia huyó de la aldea de Tel Al Turmus y se estableció en lo que ahora es Gaza, donde a día de hoy aún residen algunos de sus parientes lejanos.

El joven Jaber vivió en ese lugar hasta que, en 1963, se fue a Egipto para cursar sus estudios universitarios y posteriormente se afincó en Beirut, aunque ha pasado temporadas en otros países y viajando a Europa y EEUU. Al igual que muchos otros palestinos, nunca ha podido regresar a su tierra natal y ha sido un refugiado toda su vida, una vida dedicada a ayudar a los demás palestinos en el exilio y a concienciar sobre el derecho al retorno. 

Este lunes su “lucha constante” ha sido reconocida con una Mención Especial en los premios Juan María Bandrés de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), cuya directora general, Estrella Galán, ha explicado que “este reconocimiento es a su vez un homenaje al pueblo palestino, en estos momentos en los que está sufriendo una atroz ofensiva por parte del Ejército israelí”. Suleiman fue presentado para ese reconocimiento por el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (CSCA) en España.

Líbano es su país de acogida, ¿siente que es su casa?

No puedo decir que mi casa sea Líbano, es mi refugio. No puedo considerar Líbano como mi hogar, creo que es difícil para cualquier palestino considerar ese país como segunda casa, porque en Líbano los palestinos estamos discriminados, se nos niegan casi todos los derechos humanos básicos (…) Pero hay dos o tres generaciones que han nacido en Líbano y no conocen ningún otro país, para ellos es diferente y, si les preguntas, puede que su respuesta sea diferente, pero también te dirán que se sienten frustrados y preocupados por la discriminación que sufren.

Desde el principio, las autoridades libanesas han visto a los palestinos como una amenaza para la sociedad, sobre todo teniendo en cuenta el precario equilibrio sectario en este país [donde los musulmanes suníes y los chiíes, y los cristianos se reparten el poder]. Nos consideran suníes y, si nos nacionalizaran, eso trastocaría el equilibro sectario. Pero no estamos buscando que nos nacionalicen. Todos los sucesivos Gobiernos libaneses no han permitido a los palestinos tener los derechos humanos básicos porque temen que eso llevaría a la implantación y asentamiento de los palestinos en el país. Es un punto de vista muy estrecho.

Al mismo tiempo apoyan nuestro derecho a regresar, ¿adónde? Saben que ese derecho no existe. Si quieres apoyar el derecho a regresar tienes que permitir a las personas vivir con dignidad; si les permites vivir con dignidad, pueden aferrarse a su derecho a regresar.

Si los refugiados palestinos no pueden regresar a su tierra y no se sienten en casa en sus países de acogida, ¿cuál es la solución?

La solución es lograr una solución justa a la cuestión palestina, incluida la cuestión de los refugiados. No como el proceso de paz de Oslo, porque si la paz no está relacionada con la justicia se van a reproducir guerras, conflictos, tensiones. Así que la solución es implementar la resolución 194 de la Asamblea General de la ONU, que establece que los palestinos deben regresar a sus hogares lo antes posible. 

Si analizamos [el texto], hay tres derechos integrados: el derecho a regresar, el derecho a la compensación y el derecho a la restitución. Cada derecho tiene su base legal en la Ley Internacional y ha sido aplicada en Bosnia y en muchos otros lugares, por ejemplo, Alemania compensó a los judíos por el holocausto. 

Vamos a tener un proceso de paz exitoso, sin hipocresía. La comunidad internacional lleva 30 años hablando de Oslo, un proceso de paz basado en los dos Estados. La solución de los dos Estados ha fracasado.

Ahora, después de la guerra en Gaza, si la comunidad internacional, sobre todo EEUU, apoya de verdad la solución de los dos Estados debe presionar a Israel. En Israel, tenemos el Gobierno más derechista y religioso de la historia de este país, también la sociedad israelí tiene la responsabilidad de cambiar este Gobierno y [presionar para que] apoye la solución de los dos Estados.

¿Cree que es factible la solución de los dos estados?

Para nosotros [los palestinos] sí, incluso Hamás ahora no se opone a la solución de los dos Estados. Pero dependerá de cómo se comporte la comunidad internacional después de la guerra en Gaza y también de los países árabes. No digo que toda la responsabilidad sea de EEUU y Europa, pero creo que si los países árabes adoptaran una postura firme que ejerza presión sobre EEUU para que presione a Israel, sería posible. Si no, tendremos esta guerra y la guerra se repetirá, quizás no sólo en Gaza sino también en Cisjordania.

Estamos a favor de cualquier solución que permita a los palestinos decidir su futuro, decidir por sí mismos qué tipo de administración quieren. Asimismo, consideramos que Gaza y Cisjordania son un territorio integrado y no [dos] separados. Somos un pueblo, estamos unidos, y esta no es mi opinión, existe consenso [por lo que un Estado palestino incluiría ambos territorios y a todos sus habitantes].

La guerra de Gaza ha demostrado que los palestinos no pueden contar con el apoyo de los países árabes. ¿Quién puede ayudarlos?

Los palestinos, desafortunadamente, tenemos que depender de nosotros mismos. Incluso si tenemos apoyo, por ejemplo, de Irán, que puede facilitar armas a Hamás, pero Irán es una potencia regional, tiene sus propios intereses. No va a entrar en una guerra a favor de los palestinos, lo sabemos muy bien.

Damos la bienvenida a cualquier apoyo, damos la bienvenida a cualquier país que nos apoye: Irán, Yemen, Argelia, cualquier país. Pero a los palestinos nos han dejado solos. Con la guerra en Gaza, nadie nos está ayudando, e Israel está cometiendo una masacre.

La postura oficial de Arabia Saudí y los países del Golfo [Pérsico], de Egipto y Jordania, está bien si no fueran países árabes, si fueran europeos. Pero los árabes no se han solidarizado con nosotros. Si quieren apoyarnos, tienen que comprometerse, tienen que hacer algo (...) porque la causa palestina es una causa árabe e internacional, es una causa humana.

¿La actual guerra de Gaza es un punto de inflexión para la causa palestina?

Creo que sí, estoy convencido. El escenario que vamos a tener después de Gaza va a ser un nuevo escenario para el conflicto árabe-israelí y el conflicto palestino-israelí. Incluso voy más allá, creo que Gaza va a promover algunos cambios en el orden internacional.

Ha sido evidente en los pasados 70 días de guerra que la ONU no ha podido hacer nada, como los estadounidenses están confiscando la voluntad internacional a través de su veto (...) También creo que la guerra de Gaza va a plantear muchas muchas preguntas: ¿por qué la comunidad internacional está paralizada?, ¿por qué la decisión de la ONU ha sido confiscada por EEUU?

Cualquiera que sea el resultado de [la ofensiva contra] Gaza, subrayo que vamos a tener un nuevo escenario político después. Tanto si la resistencia es derrotada como si Israel es derrotado [militarmente], tendremos un nuevo escenario, incluso en Israel: las primeras implicaciones van a ser en el mismo Israel. ¿Crees que este Gobierno religioso y derechista va a continuar, después de todo lo que ha pasado? Lo dudo mucho. Excepto en el mundo árabe, no creo que nada vaya a cambiar, los regímenes seguirán y no garantizo que no vayan a retomar el proceso de normalización [de sus relaciones con Israel], que se vio interrumpido con la guerra.