Cuando el pasado junio el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aprobó la ley contra la propaganda homosexual, la comunidad LGBT rusa pasó de ser un grupo marginal estigmatizado a convertirse en el enemigo del Estado. Durante los últimos meses se ha producido un aumento de ataques y asesinatos homofóbicos.
El objetivo principal de la ley, que en esencia prohíbe cualquier exhibición pública de la homosexualidad, es evitar que los menores reciban cualquier información que les haga pensar que ser gay es normal. Por lo tanto, si eres joven y gay en la Rusia de Putin, estás condenado al ostracismo y es imposible que recibas cualquier tipo de apoyo legal.
Un equipo de VICE viajó a Rusia antes de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi, que se inician el próximo viernes, para investigar los efectos de la nueva ley.