La llegada de extranjeros no supone un problema para los españoles
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) demuestra que el Gobierno y la calle no comparten el mismo criterio ante la llegada de inmigrantes. Frente a los mensajes lanzados por el PP, que las ONG consideran alarmistas, el último barómetro del CIS correspondiente al pasado mes de octubre refleja que sólo el 3% de los españoles ven la inmigración como el principal problema de nuestro país.
Esta cifra implica un ligero descenso de 0,6 puntos respecto a septiembre, aunque se mantiene por encima del 2,2% que marcó en enero. El pico más alto de rechazo se registró en abril, cuando la cifra se elevó hasta casi el 6%, tres puntos más que ahora. Sin embargo, desde ese momento, se ha registrado una tendencia a la baja, encadenándose mes tras mes.
Entre las posibles respuestas que el CIS ofrece a la pregunta “¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España?”, sólo un 0,6% de los encuestados se decantan por la inmigración, muy alejado del drama del paro (52%) o de la corrupción (16%). El barómetro añade que la llegada de extranjeros supone la segunda preocupación para el 1,4% y la tercera para el 1,1%.
Para la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), estos datos demuestran que “afortunadamente la sociedad española no ha caído en el discurso alarmista sobre la inmigración” que protagoniza el Ejecutivo. “El fenómeno migratorio nunca ha sido un problema para España, sino que es un reto que el Gobierno debe gestionar y no instrumentalizar”, sentencia Estrella Galán, secretaria general de la CEAR. Galán apunta que se coloca este tema en el punto de mira, “cuando la sociedad no lo ve así”.
Las ONG destacan que en 2012 entraron de forma irregular 6.397 personas por vía Oeste-Mediterránea (que afecta a España) mientras que a través de la ruta Este-Mediterránea de Europa la entrada de inmigrantes ascendió a 37.224, casi seis veces más. Señala también que sólo el 9% de las llegadas clandestinas a la UE se realizaron por Ceuta y Melilla.
Precisamente en las últimas horas el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha vuelto a utilizar la palabra “problema” para referirse al tránsito migratorio. Lo ha hecho en una entrevista para responder a la carta enviada la semana pasada por la comisaria europea de Interior después de que la ONG Prodein publicara un vídeo que mostraba a la Guardia Civil devolviendo a Marruecos a un inmigrante, aparentemente inconsciente, que había sido golpeado.
Destaca que, mientras el portavoz de la Comisión para Migrantes Trabajadores de la ONU alertaba del aumento de la criminalización, Interior ha acusado a los inmigrantes de “virulencia” y de lanzar ropas en llamas en un intento de asalto a la valla de Melilla el pasado mes de abril; eso sí, sin facilitar pruebas. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, también cuestionó la honradez de quienes intentan acceder a España: “¿Acaso el 100% de las personas son gente honrada?”.
Una larga lista de polémicas declaraciones en torno a la inmigración, que incluso han llegado a rayar en la xenofobia. Una de las más famosas es la que realizó el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, del PP, que acusó a argelinos y marroquíes de vivir de las ayudas sociales y de no querer trabajar. El PP desoyó la petición de SOS Racismo para que hiciera rectificar al regidor y expresó su “respaldo absoluto” a Maroto.