La comisaria europea de Interior, Cecilia Malmstrom, dirigió este martes una carta al ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, en la que expresa su “seria preocupación” y pide “explicaciones” por el uso de fuerza en los sucesos del pasado 6 de febrero en Ceuta, en los que murieron varios inmigrantes indocumentados subsaharianos.
“Le escribo para manifestar mi seria preocupación sobre la manera en la que la Guardia Civil actuó en Ceuta el pasado 6 de febrero”, señala la responsable europea de Interior en su misiva escrita en español, a la que Efe tuvo acceso.
Agrega Malmstrom que “en lo que se refiere al uso de la fuerza, le ruego que me haga llegar explicaciones relativas al uso de balas de goma durante esa operación de vigilancia en la frontera, la justificación para su uso y sus posibles consecuencias”.
Malmstrom hace referencia a las informaciones de que “agentes de la Guardia Civil dispararon balas de goma a un grupo de personas que intentaban cruzar a Ceuta desde Marruecos”.
La eurocomisaria señala en la carta que según informaciones facilitadas por ONG y medios de comunicación, aunque esas personas no fueron golpeadas por las balas, sí “podrían haber provocado el pánico entre el grupo de inmigrantes”, algunos de los cuales “se precipitaron al mar, se ahogaron o fueron aplastados contra el muro que marca la frontera con Marruecos”.
La comisaria europea considera que “estas alegaciones justifican una investigación completa” de las circunstancias del incidente, y agrega que “en ese sentido aprecio que haya tomado ya dicha iniciativa”.
Malmstrom considera en su carta que esa pesquisa “debería examinar en particular el uso de la fuerza durante esta operación y la presunta devolución 'en caliente' de inmigrantes a Marruecos”.
En su misiva al ministro español del Interior, la comisaria señala que los Estados miembros tienen la responsabilidad sobre la vigilancia de las fronteras externas de conformidad al derecho de la UE, “lo que debe llevarse de manera que evite o disuada” a las personas de tratar de evitar los controles en los puestos fronterizos.
La responsable comunitaria de Interior subraya “especialmente que cualquier medida de vigilancia en las fronteras debe ser proporcionada al objetivo perseguido, respetar los derechos fundamentales de las personas y el principio de 'non-refoulement', así como respetar la dignidad humana”.
El principio de “non-refoulement” o “no devolución” es una norma de derecho internacional que afecta a la protección de los refugiados, para no ser devueltos o expulsados hacia lugares en que sus vidas o sus libertades podrían verse amenazadas.