El Open Arms cumple su undécimo día de bloqueo en alta mar. Tras la evacuación a Italia de un hombre con síntomas de tuberculosis, las autoridades maltesas han recogido este lunes a dos mujeres con necesidades médicas y a sus seis familiares. Sus compañeros, tras más de una semana de convivencia, los han despedido entre aplausos.
“La evacuación pendiente de dos mujeres, con necesidad de atención médica especializada, se llevará a cabo en las próximas horas junto a sus círculos familiares En total serán evacuadas ocho personas”, han informado este lunes desde Pro Activa Open Arms. “. Su falta de humanidad es absoluta”, han alertado desde la ONG.
El resto de rescatados, 151, permanecerá atrapado un día más en el Open Arms, sin que ningún país haya activado el mecanismo europeo para acelerar su desembarco en Italia o Malta. Tras la operación de salvamento de este sábado, que auxilió a 39 personas en riesgo a petición maltesa, la situación a bordo se ha vuelto “más complicada”, según describen desde la tripulación. El menor espacio, sumado a un problema en la potabilizadora que restringe aún más el acceso al agua, está aumentando la tensión en el buque de bandera española.
Sin vistas a un próximo permiso de desembarco, la ONG catalana ha movilizado su segundo buque, el Astral, desde el puerto de Badalona. El velero se dirige hacia el punto donde permanece sin rumbo el Open Arms, a 30 millas náuticas de Lampedusa, con víveres y un equipo psicológico que “analizará el Estado de cada una de las personas a bordo”, explican desde la organización, que lleva advirtiendo desde el primer día de la identificación de síntomas de estés postraumático en buena parte de los rescatados.
El calor, el poco espacio, la escasez de agua y la incertidumbre ante el lugar donde serán desembarcados rebajan la paciencia después de once largos días en medio del mar. Este sábado, tras el nuevo rescate, las autoridades maltesas informaron al Open Arms de que sólo permitirían el desembarco de los 39 recién llegados, dado que había sido el centro de coordinación de Salvamento de Malta la institución que había pedido ayuda al barco de la ONG para proceder a su búsqueda.
Esta posibilidad despertó el nerviosismo en el buque y los primeros conatos de peleas. A ello se sumó la desconfianza de los 121 migrantes bloqueados en el Open Arms desde hace más de una semana: “La presencia de los guardacostas malteses aumentó la tensión: algunos pensaban que podían ser devueltos a Libia”, han indicado fuentes de la ONG. Estas razones empujaron al capitán del buque a rechazar el acceso a puerto de los últimos rescatados ante un “claro riesgo de motín”: “O todos o ninguno”.
A los rescatados del Open Arms se suman las personas auxiliadas por el buque de salvamento Oceang Viking. Tras las últimas operaciones de salvamento llevadas a cabo este fin de semaba, el barco de Médicos Sin Fronteras y SOS Méditerranée porta ya 251 personas sin puerto donde desembarcar. Ya son 402 migrantes bloqueados en alta mar a escasas millas náuticas de Europa.