La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha solicitado en la Conferencia sobre los Migrantes y las Ciudades celebrada este martes en Ginebra “afrontar con valentía” la existencia de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) que, según ha defendido, es “uno de los puntos negros” en materia migratoria de Madrid, por el que su Ayuntamiento siente “vergüenza”.
Durante la conferencia, organizada por la Organización Internacional de Migraciones (OIM), la alcaldesa de Madrid ha destacado como una “línea de trabajo prioritaria” de su Consistorio “fomentar que Madrid sea una ciudad acogedora y amable con la población migrante”. Sin embargo, ha reconocido que, para lograrlo, es necesario “afrontar una de las barreras que todavía a día de hoy está en pie y de la que sentimos vergüenza: los CIE y, en especial, el de nuestra ciudad situado en el barrio de Aluche”.
“No es razonable y vulnera los derechos humanos, el hecho de que una persona en situación irregular administrativa, es decir, una persona que no ha cometido delito alguno, esté privada de libertad durante dos meses mientras se instruye su proceso de expulsión”, ha denunciado Carmena. Además, recuerda que cerca del 50% de los internados finalmente no son expulsados, es decir, los CIE no cumple la finalidad para la que supuestamente están en funcionamiento.
“Afrontar el tema de los CIE -dependientes del Minisiterio del Interior- es esencial y desde el Ayuntamiento de Madrid jamás se hará desde una perspectiva punitiva ni coercitiva sino desde el fomento de la igualdad y la integración de todas las personas que habitan en la ciudad”, ha añadido la alcaldesa de Madrid en el marco de unas reuniones en las que se dan cita ministros, altos funcionarios gubernamentales, alcaldes, otras autoridades de distintos ámbitos y organizaciones de todo el mundo.
Los CIE son dependencias no penitenciarias de la Policía Nacional donde se encierran a migrantes en situación irregular con una orden de expulsión emitida. Estas personas, por tanto, no han cometido ningún delito sino una falta administrativa: no contar con su documentación en regla.
Los internos pueden permanecer en estos lugares sin libertad de movimiento hasta 60 días a la espera de la ejecución de su expulsión pero, en la mitad de los casos esta no se llega a producir finalmente. ONG y movimientos sociales denuncian la vulneración constante de los derechos humanos en su interior, difíciles de comprobar debido a la opacidad que gira en torno a ellos.
Para la alcaldesa de Madrid, los CIE son un obstáculo a la hora de impulsar “políticas sólidas y efectivas de integración”, para que la ciudad que gobierna “sea conocida” como una “ciudad de la acogida y la ciudad del abrazo”. “Esto es especialmente importante si se tiene en cuenta que de las más de 3.000.000 personas censadas en la capital, unas 600.000 no han nacido en España”.