La canciller alemana, Angela Merkel, ha afirmado este lunes que el espacio europeo de libre circulación se sometería a debate si los gobiernos no lograran una distribución justa de refugiados. “Si no conseguimos distribuir a los refugiados de forma justa, se cuestionará el espacio Schengen”, ha asegurado en su tradicional rueda de prensa de verano, que ha estado centrada en la crisis de refugiados.
“La universalidad de los derechos humanos ha formado durante mucho tiempo parte de la identidad de Europa. Si ese vínculo se rompe, entonces Europa ya no será la misma”, ha declarado Merkel, que ha evitado criticar concretamente la actitud de otros países europeos y ha esquivado una pregunta al respecto diciendo: “no tiene sentido que nos empecemos a insultar entre nosotros públicamente”.
“Es claro que esto no puede seguir así”, ha manifestado la canciller, para quien “cuando un país deja pasar a los refugiados sin registrarlos y otro construye una alambrada, hay algo que no funciona”. Ya al comienzo, y antes de que empezase el turno de preguntas, Merkel ha pronunciado una declaración de casi 20 minutos y ha dicho que la situación está asumiendo dimensiones de catástrofe, recordando los casos trágicos de refugiados muertos en su camino hacia Europa.
Para Alemania, según la canciller, hay un reto inmediato que es recibir de la mejor manera a las 800.000 personas que se calcula que llegarán este año al país y mejorar los trámites para las solicitudes de asilo.
Merkel ha arremetido contra quienes han organizado manifestaciones y ataques en Alemania contra hogares de refugiados: “No puede haber tolerancia con aquellos que ponen en duda la dignidad de otras personas. Tiene que haber un claro distanciamiento ante los radicales. Ninguna experiencia biográfica o histórica puede servir de excusa para justificar ciertas actitudes”.
La propia Merkel, en su reciente visita de solidaridad a un centro de refugiados en Heidenau (este de Alemania), fue recibida por algunos ciudadanos al grito de “traidora”. Contra una de las personas que la insultaron se ha abierto un sumario por injuria e incitación al odio racial. La canciller ha destacado con satisfacción que también hay personas que ayudan a los refugiados y se oponen a los agitadores de ultraderecha, y ha pedido más respaldo para esos ciudadanos.
Alemania, según su jefa de Gobierno, se encuentra ante un gran reto nacional que exige crear más lugares de acogida para refugiados y contratar maestros de alemán para ayudar a su integración. “Alemania es un país fuerte. Hemos superado muchos retos y este también lo podemos superar”, ha manifestado.
El plan, que incluye ayudas a los estados federados y a los municipios que reciben a los refugiados, tendrá un monto de más de 10.000 millones de euros. Además, Merkel se ha mostrado partidaria de flexibilizar ciertas normas, para poder adecuar más rápidamente edificios como hogares de acogida. “El rigor y la minuciosidad alemana son virtudes pero ahora necesitamos flexibilidad”, ha sugerido.
En el plano europeo, Merkel ha adelantado que el reparto de refugiados por cuotas entre los países de la UE estará incluido en el plan conjunto que Alemania y Francia presentarán a sus socios en los próximos días. La base del reparto por cuotas –rechazado por algunos países de la Unión Europea– será el volumen de la población y el potencial económico de cada país.
Según el plan, se deberán crear centros de acogida europeos en los países de llegada de inmigrantes y refugiados, administrados por la UE, en los que se determinará quiénes tienen perspectivas de que su petición de asilo sea aceptada para luego repartirlos según el sistema de cuotas.