La mujer que alimentó a los trolls
En Octubre de 2012, el programa Today, de la BBC, discutió durante dos días temas relacionados con la mujer: las chicas adolescentes y los anticonceptivos, y el cáncer de mama. En ambos programas, todos los expertos que opinaron sobre ambos temas eran hombres. La BBC alegó que no habían podido encontrar a mujeres expertas en ellos “a pesar de sus esfuerzos”. Pero Caroline Criado-Pérez puso un tuit buscando expertas, y le llovieron. Por eso Caroline decidió cofundar “The Women’s Room”, una base de datos de mujeres expertas en diversos temas. Su objetivo: facilitar a los medios el contacto con esas mujeres, y fomentar las redes y la colaboración entre ellas.
Caroline es periodista y feminista. Y no puede estarse quieta. Hace tres meses se enteró de que el Banco de Inglaterra iba a emitir nuevos billetes de 5 libras, y de paso Winston Churchill reemplazaría a Elizabeth Fry, la mujer que consiguió mejorar las condiciones de las prisiones en el S. XIX, como la cara de esos billetes. Eso significaría que, aparte de la Reina, no habría ninguna mujer representada en los billetes británicos. Y para Caroline, el mensaje era claro: ninguna mujer ha hecho nada lo suficientemente importante como para aparecer en un billete.
Caroline decidió iniciar una campaña en Change.org para pedir al Banco de Inglaterra que no reemplazase con un hombre a la única mujer en los billetes, ofreciendo alternativas de mujeres importantes en la historia británica, de Mary Wollstonecraft a Mary Seacole. Los medios de comunicación se interesaron inmediatamente por su campaña, que respaldaron más de 35.000 personas, y se generó un interesante debate social sobre el tema. La semana pasada llegaban las buenas noticias: el Banco de Inglaterra anunciaba que la escritora Jane Austen será la cara de los nuevos billetes de 10 libras. Pero además el Banco anunció que revisarían los procesos de toma de decisión sobre las personalidades que deben aparecer en los billetes, para garantizar que representan la diversidad de la sociedad. Y reconocieron que estas decisiones han sido un resultado directo de la campaña iniciada por Caroline.
Caroline estaba muy contenta. Pero la alegría le duró poco. Al día siguiente de anunciar lo que se había conseguido, su cuenta de Twitter se llenó de insultos y decenas de amenazas de violación. “No alimentes a los trolls”, suelen decir. Pero Caroline no se iba a callar. Y decidió responderles, exponerlos en su cuenta. Y estalló la guerra. Mucha gente salió en su defensa, incluyendo la diputada laborista Stella Creasy. Y muchas de esas personas recibieron a su vez amenazas de violación. Aquí podéis ver algunas de las lindezas que les dedicaron.
Tras intentar, sin éxito, conseguir una respuesta de Twitter sobre cómo reportar ese tipo de abusos, Caroline acabó denunciando las amenazas a la policía, y parece que ya hay una persona detenida.
Pero la historia no acaba aquí. De hecho, acaba de empezar. Tras la denuncia de Caroline, muchísimas mujeres han denunciado experiencias similares de acoso y amenazas de violación a través de las redes sociales. Y una nueva campaña, pidiendo a Twitter que añada un botón en cada tuit que permita reportar abusos ha conseguido más de 90.000 firmas en sólo 3 días.
Y parece que ha funcionado: el lunes Twitter decía que ya había incluido este botón en su aplicación para iphone y que esperaba expandir la función en breve. A ver si de una vez alimentar al troll sirve para acabar con él.