Una experta independiente de la ONU advirtió este martes de la posibilidad de que haya más muertes de migrantes y refugiados en la ruta del Mediterráneo Central por el código de conducta propuesto por Italia a las ONG y las restricciones a la búsqueda y rescate impuestas por Libia. Tras estas medidas, tres organizaciones humanitarias han suspendido sus tareas de rescate en esta ruta.
La relatora especial Agnes Callamard señaló en un comunicado que, aun con el nuevo plan de acción diseñado para apoyar a Italia a reducir las llegadas de migrantes y “aumentar la solidaridad”, los países de la Unión Europea deben respetar sus obligaciones internacionales y proteger la vida de todo individuo.
Eso incluye a los refugiados e inmigrantes, “sin discriminación”, recalcó Callamard en referencia al nuevo código de conducta italiano que prohíbe a las ONG que hacen búsqueda y rescate de migrantes el traspaso de estos a otras naves y las obliga a acoger a bordo a un oficial judicial armado para investigar a los traficantes.
Libia también estableció su propia área de búsqueda y rescate (SAR, en inglés) frente a sus aguas territoriales, empujando más adentro a las ONG que rescataban en aguas internacionales.
“Italia y la UE imponen procedimientos que podrían reducir la capacidad de las ONG a efectuar actividades que salvan vidas. Ello podría conducir a más muertes en el mar, y la pérdida de vidas, siendo previsible y prevenible, constituiría una violación de las obligaciones de Italia en materia de derechos humanos”, recalcó la relatora.
En opinión de Callamard, ello “sugiere que Italia, la Comisión Europea y los países de la UE consideran el riesgo y la realidad de las muertes en el mar un precio menor a cambio de disuadir a los inmigrantes y refugiados” de cruzar de Libia a Italia.
Hasta este 13 de agosto, 2.408 personas murieron en aguas del Mediterráneo intentando llegar a Europa, según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la gran mayoría en la ruta italiana (2.242).
Riesgo de más violencia en Libia
La experta también advirtió de que la financiación de 46 millones de euros de la Comisión Europeoa a Libia para apoyar a su guardia costera y sus operaciones de búsqueda y rescate puede exponer a “más violencia abominable” a los inmigrantes y refugiados devueltos a ese país.
“Algunos son asesinados deliberadamente, otros mueren como resultado de la tortura, la malnutrición y la negligencia médica”, señaló la relatora.
Indicó que también hay informaciones sobre la violación del derecho a la vida por parte de la guardia costera de Libia, según las cuales agentes han disparado contra barcos de inmigrantes o empleado técnicas peligrosas de interceptación.
La relatora señaló que el número de migrantes y refugiados devueltos a Libia aparentemente supera el de personas en centros de detención para migrantes, lo que indica que algunos son llevados a instalaciones “no oficiales y lugares donde pueden estar privados de libertad y en riesgo de graves abusos, incluida la muerte”.
Callamard admitió que la guardia costera de Libia necesita mejorar su labor, pero este apoyo de la UE “no puede hacerse sin garantías demostrables de que los derechos de los inmigrantes interceptados son respetados y que serán protegidos de violaciones y abusos por parte de agentes estatales y de milicias armadas y traficantes”, subrayó.
El director de la ONG Proactiva Open Arms, Óscar Camps, denuncia en una entrevista con eldiario.es Cantabria, que la motivación de la UE e Italia con estas políticas es “echar a las ONG que son testigos incómodos de la realidad del Mediterráneo”.
La relatora de la ONU ha pedido aclaraciones a la UE, Italia y Libia sobre estas cuestiones.