Hasta 880 refugiados e inmigrantes pueden haber muerto en distintos naufragios ocurridos la semana pasada en el Mediterráneo, informó en un comunicado la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La cifra se eleva desde las 700 que habían sido calculadas el pasado domingo por “nuevas informaciones que hemos recibido gracias a entrevistas con supervivientes en Italia”, señaló el portavoz de ACNUR, William Splinder, en un comunicado.
Además de las víctimas de los tres naufragios que se habían conocido hasta el domingo, Splinter ha informado de otras que han conocido en las últimas horas: 47 personas desaparecidas en una balsa desinflada que partía desde Libia con 125 migrantes a bordo; otras ocho que cayeron por la borda de otro barco; y cuatro que fallecieron en un incendio acaecido en un tercero.
2016, un año “particularmente fatal”
“Por el momento, 2016 está siendo un año particularmente fatal”, expresó Splinder en relación con las travesías de inmigrantes por el Mediterráneo. Según el organismo y con estos nuevos datos, 2.510 personas han muerto intentando llegar por mar a Europa desde el norte de África o desde Turquía desde que empezó el año. En el mismo periodo de 2015, perdieron la vida en similares circunstancias 1.855 personas, y 57 en los primeros cinco meses de 2014.
Otro dato proporcionado por Splinder es que, en estos 5 meses de 2016, han atravesado el Mediterráneo 203.981 personas. Tres cuartas partes cruzaron de Turquía a Grecia desde enero hasta marzo; unos 46.714 viajaban desde el norte de África a Italia, casi el mismo número de personas que viajaron a ese país en los primeros meses de 2015 (47.463). Desde la Agencia de la ONU para los Refugiados señalan la ruta norte de África-Italia como “dramáticamente más peligrosa”: 2.119 de las muertes reportadas durante 2016 hacían ese viaje.
Atendiendo a estos datos, “en el ámbito mediterráneo, las posibilidades de morir son una entre 81”, indican. Del norte de África a Italia, la probabilidad se eleva a una entre 23. “Esto pone de relieve la importancia de las operaciones de rescate”, indican, “y la necesidad de alternativas reales y más seguras para las personas que necesitan protección internacional”. Desde ACNUR señalan que no han visto un aumento significativo de refugiados sirios, iraquíes o afganos pasar de hacer la ruta Turquía-Grecia a la italiana; las nacionalidad de la mayoría de personas que realizan este último recorrido es nigeriana y gambiana.
El domingo, ACNUR informaba de que más de 700 personas podrían haber muerto la pasada semana en el Canal de Sicilia en tres naufragios, una cifra que aumenta con estas nuevas informaciones. El pasado jueves, 550 personas desaparecieron tras el naufragio de una barcaza en la que viajaban 670; las autoridades italianas rescataron a más de 100 personas y recuperaron 15 cuerpos.
La proximidad del Ramadán, vinculada al aumento
ACNUR continúa trabajando para “entender la dinámicas” detrás de estos hechos. Como ya venía ocurriendo, los barcos que realizan la ruta Libia-Italia suelen estar más concurridos, de ahí que sea la más peligrosa, señalan. Además, “según algunas informaciones, sin confirmar, el reciente aumento de víctimas está vinculado a los esfuerzos de los contrabandistas para maximizar los ingresos antes del inicio del mes sagrado del Ramadán, en la próxima semana”.
Además, alertan de testimonios de supervivientes sobre delitos sexuales infringidos contra mujeres en los centros de traficantes, así como de haber sido objeto de trata: “Algunas mujeres nos han dicho que estaban sujetas a la esclavitud sexual en Libia”. También de que muchas personas permanecen atrapadas en esos centros durante meses hasta ser puestas en un barco, así como de que cada vez se contabilizan más menores que viajan solos.