Las operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo no aumentan los intentos de cruzar de los migrantes

Paula del Toro

3 de agosto de 2023 16:59 h

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El tramo del mar Mediterráneo entre el norte de África e Italia es una de las rutas más utilizadas por migrantes, refugiados y solicitantes de asilo que intentan llegar a Europa por mar. Las operaciones de búsqueda y rescate de embarcaciones que transportan migrantes a través de esta ruta no parecieron afectar la tasa de intentos de cruce entre 2011 y 2020, según un estudio de modelos predictivos publicado en Scientific Reports. Los hallazgos contradicen las afirmaciones de que salvar migrantes atrae a más migrantes irregulares y, por lo tanto, un mayor riesgo de muerte para ellos. No se da ese efecto llamada.

Alejandra Rodríguez Sánchez, investigadora principal de este estudio, y sus colegas Julian Wucherpfennig, Ramona Rischke y Stefano Maria Iacus, han buscado la evidencia científica de esta afirmación –generalizada en términos políticos–, pero faltaban los datos. Un modelo de simulaciones basado en la cantidad de intentos de cruce a través del mar Mediterráneo central entre 2011 y 2020, de botes devueltos a Túnez y Libia, y de muertes documentadas de migrantes les ha permitido comparar los modelos creados con las situaciones reales que se daban en los intentos de cruces antes y después de operaciones de búsqueda y rescate claves. Los datos utilizados pertenecen a la Agencia Europea de la Guardia Costera y de Fronteras (FRONTEX), los Guardacostas de Túnez y Libia y la Organización Internacional para las Migraciones. 

Me parece muy importante desmentir con datos las afirmaciones y narrativas que hacen determinados grupos políticos sobre algo tan complejo como son los flujos migratorios y sobre todo en esta ruta tan peligrosa como es la del Mediterráneo

“Me ilusionaba especialmente este estudio porque me parece muy importante desmentir con datos las afirmaciones y narrativas que hacen determinados grupos políticos sobre algo tan complejo como son los flujos migratorios y sobre todo en esta ruta tan peligrosa como es la del Mediterráneo”, reflexiona Rodríguez Sánchez en conversación con elDiario.es.

“Hemos demostrado que no por rescatarlos se animan a hacerlo más –prosigue– ya que los migrantes mayoritariamente no eligen cuándo hacerlo. Esa teoría especulativa e instrumentalizada que se basa en un discurso simple no tiene en cuenta ni la temporalidad, ni las tendencias, ni los ciclos o los factores aleatorios que no corresponde con la realidad ni tiene sentido”.

Estos modelos predictivos se han creado bajo un modelo que intenta identificar los factores que mejor pueden ilustrar las variaciones en el número de cruces durante este período como, por ejemplo, el número de operaciones de búsqueda y rescate estatales y privadas, los tipos de cambio de divisas, los precios de los productos básicos a nivel internacional, las tasas de desempleo, los conflictos, la violencia, el flujo de tráfico aéreo entre países de África, Oriente Medio y Europa o el clima. Estos factores, según la autora, “en la mayoría de casos están interrelacionados” lo que hace que “aún sea más complicado reducirlo todo a una metáfora mecánica”.

Las migraciones de Libia, condicionadas por su Guardia Costera

Los investigadores encontraron que el número de cruces marítimos por el Mediterráneo apenas había variado si comparaban los datos de operaciones de búsqueda y rescate de antes y después de la operación Mare Nostrum, impulsada por el gobierno italiano y considerada como la más importante de la última década.

Las operaciones dirigidas de manera privada por ONGs tampoco presentaban grandes cambios desde antes de 2011 hasta 2020. Esto les indicó que lo más probable es que las operaciones de rescate no son el factor principal de un aumento de nuevos intentos de cruce, sino que existen otras causas más evidentes en los cambios de ciclo como los cambios en la intensidad de los conflictos, los precios de las materias primas en los países de origen y los desastres naturales.

Sin embargo, el aumento de la participación de la Guardia Costera de Libia en la interceptación y devolución de barcos a este país desde 2017, parece haber sido un gran condicionante en la  reducción de los intentos de cruce, algo que puede haber disuadido la migración, según el estudio. La investigadora Rodríguez Sánchez explica que “es reseñable que esta variación coincidió con informes de un deterioro en la situación de los derechos humanos de los posibles migrantes en Libia durante estas intercepciones y devoluciones de embarcaciones, así como en los centros de detención”. 

Con todo, la autora insiste en que hace falta más investigación. En especial analizar los impactos de las operaciones de rescate y “las decisiones de traficantes que coordinan los intentos de cruce” a la hora de que los migrantes individuales decidan emprender la ruta.