“La propaganda de los traficantes es falsa. Nuestra frontera no está abierta y no lo estará después del 11 de mayo”, dijo Alejandro Mayorkas, secretario de seguridad Nacional de Estados Unidos, ante la prensa este jueves. Mayorkas se refería a la fecha de finalización de la política migratoria aprobada por Donald Trump durante la pandemia, que permitía devolver en caliente a las personas que intentasen entrar en el país de manera irregular. A pesar del tono duro del anuncio, que destacó los planes de aumentar las expulsiones, el secretario comunicó nuevas medidas complementarias para fomentar las vías legales de entrada a EEUU, como la creación de centros de tramitación de solicitudes en Latinoamérica.
España, junto con Canadá y México, ha acordado con EEUU su colaboración en el proyecto, por lo que aceptará recibir cupos indeterminados de refugiados o migrantes desde los nuevos centros impulsados por Joe Biden en Guatemala y Colombia.
¿Cómo serán estos centros? ¿Para qué servirán?
EEUU creará “centros regionales de procesamiento” en países de Latinoamérica, como Guatemala y Colombia, con el objetivo de impulsar un canal para que los migrantes que pasen por esos países en su camino a Estados Unidos puedan pedir asilo o tramitar otro permiso de entrada al país norteamericano sin necesidad de realizar un viaje peligroso y clandestino.
Serán puntos diseñados para determinar la elegibilidad de los solicitantes latinoamericanos para entrar regularmente a EEUU, a través de la tramitación de solicitudes de asilo, peticiones de reagrupación familiar o visados por razones laborales. Estos centros estarán gestionados por Estados Unidos en colaboración con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El Ejecutivo de Biden no ha especificado los requisitos necesarios para optar a esta posibilidad ni el número de migrantes que aceptará recibir por esta vía.
Entonces, ¿España qué pinta en todo esto?
A través de estos centros, los solicitantes también podrán buscar destinos migratorios distintos a los Estados Unidos. Aquí es donde entra el papel de España, que ha aceptado recibir cupos indeterminados de refugiados, a través del reasentamiento. Los migrantes también podrán optar a unirse a programas de migración circular, basados en la contratación de trabajadores extranjeros durante un periodo específico, según detallan fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que aseguran que los trámites, tanto de identificación y de entrada, serán “rápidos”.
El Gobierno español, sin embargo, no ha detallado el número de refugiados o migrantes que pretende aceptar a través de esta vía. Además de España, también participan en el proyecto Canadá y México. El Ejecutivo de EEUU está en conversaciones con otros países para ampliar el programa.
¿Desde cuándo negocia EEUU con España su colaboración en migraciones?
En junio del año pasado, el medio estadounidense Axios publicó que el Gobierno de Joe Biden esperaba que el Ejecutivo español se comprometiese a reasentar en España a un número “modesto” de refugiados del continente americano. El número inicial de refugiados que se reasentarían en España sería “modesto” pero “simbólicamente importante”, según los documentos citados entonces.
También se esperaba que Madrid acordase doblar o triplicar el número de trabajadores temporales que recibe de América Central y que viajan a España a través del programa de migración circular -como el aplicado con los temporeros en la temporada de la fresa-.
¿Por qué EEUU lanza ahora estos centros?
Estas últimas medidas se producen semanas antes del levantamiento del Título 42, la política aprobada durante la Administración Trump que permitía, bajo el pretexto de la COVID-19, devolver inmediatamente a los migrantes que atravesasen la frontera irregularmente, sin darles la opción de solicitar asilo. Aunque Biden intentó mantener esta medida, un tribunal federal ordenó cancelarla por vulnerar los derechos de los migrantes.
Se espera que las devoluciones en frontera se suspendan a partir del 11 de mayo, por lo que el Gobierno estadounidense teme que se produzca un aumento del flujo migratorio desde entonces. Con esta medida, EEUU pretende rebajar las llegadas clandestinas, mediante la apertura de vías legales de entrada, mientras trata de encontrar mecanismos para impedir las entradas irregulares.
Por esta razón, el secretario de Seguridad Nacional de EEUU defendió que la cancelación del Título 42 no significará que los pasos fronterizos sean ahora más sencillos. Según Mayorkas, el Ejecutivo está buscando otras vías para poder expulsar a los migrantes irregulares de forma rápida o la aplicación de otras normas que contemplan “duras consecuencias para la migración irregular”.
Según The New York Times, la administración también está ultimando nuevas normas para que los migrantes que no solicitaron protección humanitaria en un país en el camino a la frontera de los EEUU no puedan pedir asilo en Estados Unidos.
¿Cómo han reaccionado las ONG?
Organizaciones de derechos humanos ven como un paso positivo la creación de estos centros, pues se trata un mecanismo de migración regular que podría reducir los riesgos con los que se chocan los migrantes en su camino a EEUU. Sin embargo, las ONG temen que se trate de una medida para maquillar los intentos del Gobierno de Joe Biden de aumentar las expulsiones sin garantías desde la frontera estadounidense. El éxito del programa dependerá de los requisitos impuestos, así como de las plazas ofertadas.
Kevin Appleby, director interino del Centro de Estudios Migratorios de Nueva York, calificó la iniciativa como “un paso positivo para garantizar que las personas que huyen de la persecución reciban protección”, en declaraciones recogidas por The New York Times.
“No deben usarse para impedir que los solicitantes de asilo lleguen a un lugar seguro o convertirse en un escaparate para enmascarar la denegación de asilo a las personas en nuestra frontera sur”, alertó el experto.
¿España recibe ya a solicitantes de asilo latinoamericanos?
Sí. De hecho, la gran mayoría de solicitudes de asilo registradas en España en los últimos años son de ciudadanos latinoamericanos. Los principales países de procedencia de los demandantes de protección internacional en 2022 fueron Venezuela (45.748), Colombia (36.012) y Perú (8.937). Estas personas llegan, por lo general, por su propia cuenta a través de un visado de turista y, una vez en suelo español o en el propio aeropuerto, piden asilo.
El sistema de asilo, sin embargo, está saturado debido a las dificultades a las que se enfrentan los solicitantes de asilo para solicitar una cita que les permita registrar su petición de protección internacional. El colapso, ocurrido desde hace años, empuja a muchas de estas personas a vivir en la calle hasta que logran formalizar la solicitud y acceden a la red de acogida estatal, un proceso que puede demorarse durante meses.