Tres refugiados afganos, dos hombres y una mujer, se han ahogado al intentar cruzar el río Suva Reka en su camino hacia Macedonia. El Ministerio de Interior macedonio ha informado de que hasta el momento unos 700 migrantes han cruzado la frontera y ha añadido que la Policía y el Ejército están intentando devolverlos a Grecia.
Se trata de personas de todas las edades que con sus pocas pertenencias han atravesado el río que discurre junto a la frontera de ambos países y que normalmente apenas lleva agua, pero que tras las lluvias torrenciales de los últimos días se ha convertido en un torrente.
Cientos de inmigrantes y refugiados que abandonaron este lunes el campamento de Idomeni (Grecia) cansados de esperar, han logrado sortear la valla fronteriza y entrar a territorio macedonio, según ha confirmado un testigo de la agencia de noticias Reuters. Ya no aguantaban más en el campo que han instalado en Idomeni, sin ninguna asistencia europea y bajo condiciones extremas. Por eso un grupo numeroso, más de 1.000 según testigos, han iniciado esta mañana una marcha hacia la frontera de Macedonia. Su objetivo es un salto a la valla.
“Vamos a cruzar a Macedonia” ha sido uno de los gritos más escuchados. La policía griega ya ha hecho un intento de detenerles, pero no lo ha logrado al superarles mayoritariamente en número los refugiados.
Los refugiados han cruzado las montañas que separan Idomeni de su destino. Algunos de ellos han parado para descansar y hasta para deshacerse de algunas de sus pertenencias para cargar con menos piso.
Junto a los refugiados se están desplazando a la valla macedonia activistas, voluntarios y periodistas, que han seguido el día a día de estas personas desde que llegaron a la pequeña localidad griega. Hasta ahora, se han contabilizado hasta 15.000 refugiados en este campamento improvisado.
Según la agencia de noticias griega AMNA, varias decenas de periodistas han sido detenidos por la Policía macedonia. Entre la treintena de arrestados figura el corresponsal de la citada agencia, Yannis Kolesidis, quien ha explicado que los periodistas siguieron a los refugiados hasta el citado punto de la línea fronteriza en el que no hay valla donde fueron detenidos y trasladados a la comisaría de la localidad fronteriza de Gevgelija. “De repente oímos voces y nos vimos rodeados por fuerzas del Ejército macedonio”, ha explicado el corresponsal. Según los medios macedonios, los periodistas han sido puestos en libertad tras pagar una multa de 250 euros por cruzar ilegalmente la frontera.
Las autoridades griegas han recalcado que no desalojarán el campamento por la fuerza, entre otros motivos porque hay muchos niños. Todos los esfuerzos van encaminados a “persuadir” a los refugiados y migrantes para que acepten ser trasladados a otros centros cercanos. Desde ayer se están repartiendo allí folletos en árabe, farsi y pashtún que indican: “Tengan en cuenta que la frontera entre Grecia y ARYM está cerrada. Grecia les proporcionará alojamiento, alimentación, atención médica, etc., así como instalaciones de alojamiento. Por favor, colaboren con las autoridades griegas para que les puedan trasladar a estos centros de acogida”.
Grecia acoge ya a más de 44.000 migrantes y refugiados en distintos puntos del país, de los que 12.000 están en Idomeni y otros 5.000 en centros de acogida cercanos.
La odisea de los refugiados que huyen de la guerra continuó de la peor manera tras su llegada a Europa. La llegada a Grecia no supuso el fin de su calvario. En Idomeni han tenido que lidiar con pasar noches al raso, expuestos a la lluvia y al frío de la zona. A todo esto se suman las malas condiciones de higiene y de vivienda, lo que provocan la aparición de enfermedades.
Médicos sin Fronteras lleva días alertando de que la situación humanitaria no hacía más que empeorar para todas estas personas. Este mismo lunes, el Gobierno español ha rechazado el acuerdo con Turquía para devolver a estas personas a Ankara por considerarlo “inaceptable”.