El caos que se vive en la frontera entre Grecia y Macedonia, con más de 8.000 migrantes y refugiados atrapados, ha adquirido hoy un cariz dramático cuando una multitud ha intentado romper la valla que separa ambos países y la policía macedonia ha contestado con gases lacrimógenos.
Tras ocupar las vías del tren en un nuevo intento de forzar la reapertura de los cruces, un grupo de migrantes y refugiados se ha lanzado contra la valla de alambre y ha empezado a lanzar piedras contra las patrullas fronterizas macedonias. La policía ha dispersado a la multitud, entre la que había numerosos niños, recurriendo a gases lacrimógenos y bombas aturdidoras.
A partir de media mañana, la frontera se ha vuelto a abrir pero el paso de sirios e iraquíes es mínimo, no sólo porque únicamente se permite el cruce a personas con documentos en regla sino porque el Gobierno de Skopje se coordina con el de Belgrado para ralentizar el flujo hacia el norte de Europa.
La falta de espacio en el campo de Idomeni, que solo está hecho para acoger a unas 1.500 personas, ha obligado a muchos a dormir a la intemperie, lo que ha desencadenado peleas entre los propios refugiados por hacerse con un camastro para resguardarse del frío nocturno.
La situación en la frontera entre los dos países continúa empeorando con miles de personas esperando en el puesto fronterizo de Idomeni (zona griega) poder cruzar hacia la Antigua República Yugoslava de Macedonia, que tan solo permite el paso varias horas al día.
“El incidente ha ocurrido esta mañana en la frontera cerca de la ciudad macedonia de Gevgelija. Los migrantes siguen bloqueando las vías de ferrocarril entre Grecia y Macedonia”, han señalado fuentes del Ministerio del Interior.
Médicos sin Fronteras han informado a través de su cuenta de Twitter que han atendido a 15 pacientes por problemas respiratorios, nueve de ellos niños, y a siete, tres de ellos menores, por heridas debido a la rotura de la valla.
Macedonia cerró de nuevo anoche la frontera a los refugiados procedentes de Grecia, después de que las autoridades de Skopje dijeran que habían sido informadas de que los países del norte de la ruta balcánica habían limitado el número de cruces hasta las 580 personas al día. En señal de protesta un grupo de personas se tumbó en las vías del tren para exigir su entrada en el país.
Las organizaciones humanitarias trabajan a contrarreloj para ampliar las capacidades de acogida, esta mañana llegaron al puerto del Pireo dos millares de refugiados procedentes de las islas del mar Egeo. Varios centenares de personas se han instalado en las cuatro salas de espera habilitadas como centro de acogida provisional. En un esfuerzo por mejorar la situación en estas salas, las autoridades han asignado personal y equipos de limpieza adicionales.
Esta mañana llegaron en un transbordador algo más de 1.800 procedentes de Lesbos y Quíos, las islas que más llegadas reciben. En las últimas 24 horas, 500 refugiados sirios e iraquíes entraron en Macedonia para continuar su trayecto hacia Serbia, Croacia, Eslovenia y Hungría y llegar hasta sus destinos, Austria y Alemania.
Grecia presenta un plan de contingencia para acoger refugiados
El ministro griego de Migración, Yannis Muzalas, ha solicitado a la Unión Europea 450 millones de euros de ayuda para sufragar los gastos adicionales de infraestructuras, personal y material. En declaraciones a la cadena de televisión privada Mega, ha explicado que en las próximas semanas la cifra de migrantes y refugiados puede llegar a alcanzar los 70.000, por lo que es necesario crear nuevos centros de acogida temporal en todo el país.
Yannis Muzalas ha precisado que se abrirán cuatro nuevos campamentos de emergencia, dos en el norte del país y dos en la región capitalina de Ática. El centro de acogida de tránsito cerca de Gevgelija, el único punto en el que se pueden alojar los refugiados en el lado macedonio, está vacío por el momento.
El ministro ha asegurado que en este plan el Gobierno de Alexis Tsipras ha cuantificado “el material, el dinero y el personal” que es necesario para la gestión de esta crisis humanitaria. Ha recalcado que no sería una “tragedia” si llegado el momento Grecia tuviese que declararse “en estado de emergencia”, ya que eso permite realizar contrataciones de personal -que ahora están muy restringidas debido al programa de rescate- y ha asegurado que los servicios de protección civil están elaborando “planes” por si se produjese tal escenario.
El responsable de Migración ha anunciado que se creará, en colaboración con las Naciones Unidas, un centro de información en los países de origen en que se advertirá de que la frontera entre Grecia y Macedonia “está cerrada” para que los interesados “no vendan sus casas para venir a Grecia”.
Además, ha afirmado que la operación de la OTAN, que participa con barcos propios en los rescates en el mar Egeo junto a los guardacostas griegos y turcos, reducirá significativamente los flujos migratorios hasta en un 70%.