La artista y DJ keniata Emma Nzioka llevaba casi un año esperando impacientemente la llegada del festival Terra Sagrada de Cabo Verde, donde actuaría y podría ver a Boddhi Satva, entre algunos de sus artistas africanos favoritos. Pero Nzioka, más conocida como Coco Em, se quedó sin poder salir del país para acudir al festival el pasado mes de diciembre.
En el mostrador de facturación del aeropuerto, en Kenia, le dijeron que no podía embarcar si no compraba un billete de vuelta con la misma aerolínea (ella tenía un pasaje de regreso con otra compañía) para “demostrar” que volvería a casa. Aunque el destino final de Nzioka era Cabo Verde, el vuelo hacía escala en Ámsterdam.
“El personal de la aerolínea dice que mucha gente ha ido a 'causar problemas' en Europa, que han roto sus documentos, se han negado a salir y han tenido que ser deportados”, tuiteó Nzioka, añadiendo que los responsables de la aerolínea habían expresado abiertamente dudas sobre su “relación” con el país de tránsito.
Su mensaje se hizo viral y generó un torrente de historias parecidas de africanos que viajan al extranjero y se enfrentan a injustas restricciones de viaje y “humillaciones rituales”.
A principios de este año, quedó sin respuesta la solicitud de un visado Schengen de la estrella nigeriana del afropop Yemi Alade. A la artista, con varias giras mundiales a sus espaldas, también le negaron un visado en Canadá para el festival International Africa Nights. Suzanne Rousseau, cofundadora del festival, dijo a la cadena canadiense CTV que se la habían denegado por “razones financieras” y por el temor de que la artista “no quisiera salir de Canadá”.
Para los africanos, viajar a Europa y moverse entre sus países es complicado. Las tres mayores tasas de rechazo son de solicitudes de visados Schengen originadas en países del continente africano: a Guinea-Bissau le rechazaron el 53% de las solicitudes; a Senegal, el 52%; y a Nigeria, el 51%. La mayoría de los países africanos está en la mitad inferior de la clasificación mundial de pasaportes [por su capacidad de viajar a otros países sin necesidad de visado]. Salvo algunas pocas excepciones, los ciudadanos de África necesitan obtener un visado antes de viajar a más de 100 países.
Entre el gran número de documentos que se exigen para obtener un visado Schengen figuran extractos bancarios, un billete de ida y uno de vuelta, una dirección durante la estancia en el extranjero y un seguro de viaje. “El umbral es cada vez más alto y cambia de forma muy radical”, dice Nanjala Nyabola, autora del libro Travelling While Black [Viajar siendo negra].
Abundan las historias de africanos sometidos a indignidades durante sus viajes, o teniendo que cumplir con requisitos de los que no habían oído hablar. Las personas con costumbre de viajar como Nzioka saben que su capacidad para subirse al avión depende de algo más que de sus documentos.
Discriminación racial
La artista, que suele viajar por sus giras y actuaciones, ya se había encontrado con barreras similares a las que impidieron el viaje a Cabo Verde. En 2019, cuando viajaba hacia Túnez pasando por Italia para asistir a otro festival, le requisaron el pasaporte. Cuenta que cinco personas diferentes la interrogaron durante tres horas preguntándole por su visado y por los motivos por los que no había tomado una ruta directa.
Nzioka cree que los funcionarios la estereotiparon por ser una mujer de trenzas largas y piel oscura. “Sabemos qué tipo de cosas hacen allí las chicas como tú”, recuerda que le dijeron mientras le hablaban de mujeres que se habían fugado con hombres extranjeros o se habían establecido en Europa sin los permisos necesarios.
“La percepción es que ciertos viajeros con un origen racial diferente son intrínsecamente más peligrosos por ser quienes son”, dice Nyabola.
“¿Tienes bienes en tu país?”
En Reino Unido, la tasa de denegación de visado para los ciudadanos africanos que desean viajar al país por motivos profesionales o de negocios es más del doble que para el resto de nacionalidades.
Nzioka se ha perdido espectáculos en Reino Unido por los estrictos requisitos de visado, que incluyen demostrar que el solicitante tiene propiedades en su país de origen. “No basta con decir que vivo aquí, que estoy casada aquí, que tengo hijos aquí”, dice Nzioka. “Te preguntan: '¿Tienes bienes en tu país?'”.
Estos requisitos pueden limitar la visibilidad de los artistas africanos, dice. “Se pueden contar con los dedos de una mano las DJ africanas que están de gira por Europa”.
Traducción de Francisco de Zárate