Malta han denegado el permiso para que un barco suministre agua potable y alimentos al buque alemán Eleonora, que está cerca de las aguas territoriales de este país con 100 migrantes rescatados este lunes en el Mediterráneo, según ha informado la ONG alemana Mission Lifeline, propietaria del barco, en las redes sociales.
“Malta nos niega el suministro de agua y alimentos. La petición de suministros para mañana por la mañana por medio de un barco comercial ha sido rechazada. Éste es el nivel: Malta quiere que los refugiados y la tripulación mueran de sed en el Eleonora”, ha dicho el capitán del buque Claus Peter Reisch en Twitter.
Según precisa el presidente de la organización a eldiario.es, Axel Steier, el Ministerio de Transporte de la isla ha denegado el permiso para entregar agua y alimentos a una compañía privada de suministro de buques “pagada por nosotros”.
Las autoridades maltesas han declinado también dos peticiones para que se les concediera un puerto seguro para desembarcar a los migrantes. El Centro de Coordinación de Rescate maltés ha vuelto a negar, una vez más, el permiso para desembarcar a los migrantes alegando que el país no tiene “obligación legal” porque fueron rescatados fuera de sus aguas territoriales, y no tiene “capacidad física” para acoger a más migrantes, ni siquiera temporalmente.
El guion del cierre de puertos se repite y tampoco Italia les ofrece puerto seguro. El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ha firmado durante la mañana de este martes la prohibición de entrada en aguas territoriales de su país al buque. Según ha informado Interior, el líder ultraderechista ha firmado la “prohibición de entrada, tránsito y parada en las aguas territoriales italianas para la nave Eleonore, con bandera alemana”. Y esa orden ha sido transmitida a los ministros de Defensa, Infraestructura y Transporte, añade la nota de Interior.
Un cuestionado decreto aprobado el pasado agosto en el Senado italiano establece que el ministro del Interior puede limitar o prohibir la entrada de naves en aguas territoriales italianas por motivos de seguridad y las multas pueden alcanzar el millón de euros para los comandantes de incumplan esta disposición, superiores a las sanciones estipuladas en un decreto previo sobre seguridad.
El buque Eleonore, de la ONG alemana Mission Lifeline, informó este lunes en las redes sociales de que había socorrido a 100 migrantes que iban en un bote neumático que se estaba hundiendo frente a las costas de Libia, y que se dirigía con los rescatados “hacia el norte”. Entre ellos, precisan a eldiario.es, hay 30 menores, 15 de ellos no acompañados. Estuvieron dos días en el mar.
La organización ha explicado que la Guardia Costera de Libia “amenazó” a la tripulación del barco alemán y llegó a acercarse a una distancia de 50 metros, lo que provocó el nerviosismo de la gente, que pensaba que iban a ser trasladados de nuevo a Libia y “no querían volver”.
“La tripulación de Eleonore ha hecho un gran trabajo hoy. Ahora estamos buscando un puerto seguro. Hemos pedido al Gobierno federal que se encargue de eso. Espero que la gente pueda desembarcar pronto”, escribió el capitán de la ONG Claus-Peter Reisch en Twitter.
Reisch ha explicado que la tripulación se encargó “toda la noche de que nadie se caiga por la borda” y que se dio a los rescatados “té dulce y barritas energéticas”. El doctor del barco está asistiendo a los rescatados en el pequeño hospital a bordo, añadió. También se ha extendido una lona por la cubierta porque hay pocos lugares con sombra.
Alertan de un nuevo naufragio frente a Libia
Mientras, en la otra orilla del Mediterráneo, la tragedia vuelve a golpear las aguas fronterizas. Según un portavoz de Acnur, al menos 40 personas han perdido la vida en un naufragio frente a las costas de Libia. Unos 60 supervivientes, según la agencia de Naciones Unidas, han sido devueltos a la orilla y “varios cuerpos han sido recuperados hasta la fecha, entre ellos niños y niñas”.
Los primeros en dar la voz de alarma fueron los activistas del servicio de ayuda a los migrantes en el Mediterráneo Alarm Phone, quienes denunciaban durante la mañana de este martes de la posibilidad de un nuevo naufragio en aguas fronterizas.
“Anoche, alrededor de las 3:30 horas de la mañana, fuimos contactados por un bote que estaba frente a las costas de Libia, con unas 100 personas a bordo. Dijeron que habían partido de Al Khums 3 horas antes , estaban en grave peligro. Gritaban y lloraban diciendo que algunos de ellos ya estaban muertos”, relatan.
“Anoche, alrededor de las 3:30 horas de la mañana, fuimos contactados por un bote que estaba frente a las costas de Libia, con unas 100 personas a bordo. Dijeron que habían partido de Al Khums tres horas antes y estaban en grave peligro. Gritaban y lloraban diciendo que algunos de ellos ya estaban muertos”, relatan.
Asimismo, explican que no pudieron comunicarse más con el bote y a las seis de la mañana, un familiar les llamó preocupado por las personas a bordo. “Intentamos obtener la posición GPS, pero los náufragos entraron en pánico y no pudieron comunicarlo. El barco estaba muy cerca de Libia, y no pudimos evitar informar a las autoridades en Libia e Italia. Tememos que nadie haya venido a ayudarlos”, han asegurado.
Tras la nueva tragedia, el portavoz de Acnur ha pedido “un aumento urgente de la capacidad de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central, incluido el levantamiento de las restricciones a las embarcaciones de las ONG”. En lo que va de año, y sin contar con los últimos fallecidos, al menos 594 personas han fallecido en su intento de alcanzar las costas europeas en la ruta marítima que une Italia y Libia, la más mortífera del mundo. Organismos especializados y ONG exigen la apertura de vías legales y segura de entrada a Europa, para que quienes huyen de la violencia o de la miseria puedan migrar sin necesidad de arriesgar sus vidas en el mar.