Nuevo rescate en el Mediterráneo central. La ONG alemana Mission Lifeline ha informado en las redes sociales de que ha socorrido a unas 100 personas que se encontraban en un bote neumático que se estaba hundiendo frente a las costas de Libia. La organización ha explicado en las redes sociales que los migrantes navegaban en este bote en condiciones precarias y se encontraban en situación de dificultad.
Además ha informado de que la Guardia Costera de Libia “amenazó” a la tripulación del barco alemán 'Eleonora' y llegó a acercarse a una distancia de 50 metros, lo que provocó el nerviosismo de la gente, que pensaba que iban a ser trasladados de nuevo a Libia y “no querían volver”. En el país vecino se han documentado numerosos abusos contra la población migrante.
“Ayer y hoy, con la ayuda de (la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) Frontex, muchas personas fueron deportadas a Libia” por los guardacostas de este país, ha añadido en otro mensaje en las redes sociales.
El rescate se produce después de que en este mes de agosto la ONG española Open Arms estuviera casi 20 días con 160 migrantes a bordo en el Mediterráneo esperando a que algún país le autorizara un puerto, hasta que la Justicia italiana ordenó finalmente el desembarco en la isla de Lampedusa el pasado martes.
También el barco humanitario Ocean Viking, fletado por Médicos sin Fronteras (MSF) y SOS Méditerranée, esperó durante dos semanas en el mar, hasta que los 356 migrantes que llevaba a bordo pudieron desembarcar el viernes en Malta, y serán distribuidos entre seis países europeos - Alemania, Francia, Irlanda, Luxemburgo, Portugal y Rumanía - que se han ofrecido a acogerlos.