El Gobierno va a estudiar mediante un informe, que ya tiene en su poder, el alambre de cuchillas en la valla de Melilla tres semanas después de haber empezado a instalarla en la frontera. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha explicado que esa revisión no solo será sobre este caso concreto y ha comparado su uso como “elemento disuasorio” en la frontera por la que frecuentemente intentan cruzar a la desesperada cientos de personas con su utilidad en el perímetro de “centrales nucleares o establecimientos penitenciarios”.
De esta forma, Sáenz de Santamaría ha explicado que el Gobierno “analizara los efectos que pueda tener -el alambre de cuchillas- en todos sus extremos y la situación que puede generar”. Después de recibir una pregunta sobre si consideraba las cuchillas como un método eficaz para controlar la inmigración, la portavoz del Gobierno se ha limitado a describir los cuatro ejes que, a su parecer, debe cumplir toda política de inmigración.
El primero es el “fortalecimiento de los cauces de inmigración por la vía de la legalidad”, para los que se están haciendo “esfuerzos muy grandes a nivel europeo”. Este primer criterio debe ir acompañado, según considera, por la “integración social”, en la que destaca la “vía laboral” para lograrlo. No obstante, el gobierno en 2012 paralizó la inversión pública para fomentar la acogida de inmigrantes. Por último, menciona el mantenimiento de unos “instrumentos eficaces de lucha contra las mafias” y la “firma de convenios con los países de origen y de tránsito”.
Mariano Rajoy, durante su entrevista de este jueves en RNE, ha pedido un informe al Ministerio del Interior sobre los daños que podrían causar las cuchillas que se están instalando en la valla de Melilla desde finales de octubre. “No sé si pueden causar efectos en las personas”, confesó. En este sentido, el lider de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba ha instado al presidente a preguntarle ya que, según ha recordado, él fue quien retiró este material en 2007 cuando se demostraron las heridas que causaban, aunque no nombró que también fue el gobierno socialista el que las instaló. “Que no busque informes, que ya los hay, pero se lo digo yo, que es más fácil (...) que me llame por teléfono y se lo digo gratis: las cuchillas cortan”, ha afirmado ante los micrófonos de la Cadena SER.
El alambre de cuchillas se colocó por primera vez en la valla de Melilla en 2005, con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno y José Antonio Alonso como titular del Ministerio de Interior, del que es competencia el control fronterizo. En 2007, cuando Rubalcaba ya estaba frente a la cartera de Interior, y comprobados los efectos de la “concertina barbada”, se retiró este material de la zona superior de la alambrada.