Nuevas trabas a las ONG de rescate que operan en el Mediterráneo. La organización SOS Méditerranée, que junto con Médicos Sin Fronteras (MSF) opera el Aquarius y permanece en aguas del Mediterráneo con 141 personas a bordo, ha denunciado que la decisión de las autoridades de Gibraltar de retirar los permisos al barco humanitario para navegar con pabellón gibraltareño es una maniobra política dirigida a perjudicar su labor.
La ONG ha señalado en un comunicado que desde hace dos años y medio ha cumplido todas las exigencias reglamentarias y ha superado los controles técnicos relativos a la seguridad del navío, que actualmente busca un puerto seguro para desembarcar a los 141 migrantes rescatados el pasado viernes en el Mediterráneo central.
La Administración Marítima de Gibraltar ha precisado en su anuncio que el Aquarius estaba registrado como buque de investigación y no de rescate, y señala que en julio le pidió que suspendiera sus operaciones de salvamento.
La nota de las autoridades gibraltareñas apunta que los operadores del barco “no solicitaron su permiso” cuando retomaron las labores de rescate a principios de agosto, por lo que recibieron un aviso indicando que iba a dejar de figurar en el registro de Gibraltar con una fecha límite fijada para el 20 de agosto. Ese día, “revertiría a la bandera del Estado de su propietario subyacente, Alemania”, agrega la nota.
Para SOS Méditerránee, ese comunicado, lanzado de forma “precipitada” y sin comprensión “del contexto actual, solo puede reflejar una voluntad deliberada de frenar la actividad de salvamento del Aquarius, uno de los últimos barcos de salvamento civil y humanitario en el Mediterráneo”.
La ONG asegura estar abierta y disponible a proseguir un diálogo “transparente y franco” con la Autoridad Marítima de Gibraltar y acusó a esta de “disimular una maniobra política detrás de un argumento incoherente”, alegando que todas sus operaciones se han hecho bajo un cumplimiento estricto del derecho marítimo.
El anuncio de Gibraltar se conoce el mismo día en que la organización busca un puerto seguro para los 141 migrantes rescatados en el Mediterráneo central, tras la negativa de acogerles anunciada también este lunes por Italia, Malta y España.
El ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, ha defendido en los últimos meses que los barcos de las ONG no pueden atracar en los puertos del país enarbolando el argumento de que su bandera no es italiana. Es una de las razones por las que, de nuevo, ha rechazado acoger a los rescatados por el Aquarius, subrayando que el barco “es de propiedad de un armador alemán (Jasmund Shipping) y tiene bandera de Gibraltar”.
Autoridades de Córcega se ofrecen para acoger la nave
El buque de rescate sigue a la espera de indicaciones para poder atracar. El presidente de la Asamblea de Córcega, el independentista Jean-Guy Talamoni, ha dicho este martes que la isla se ofrece de nuevo para acoger el Aquarius. El Ejecutivo local también propuso abrir uno de sus puertos el pasado 12 de junio para el Aquarius, que en aquella ocasión viajaba con 630 personas que finalmente pudieron atracar en el puerto español de Valencia.
La decisión, no obstante, depende de las autoridades francesas, que han subrayadoque el barco humanitario debe dirigirse “al puerto seguro más cercano”, lo que de forma implícita descartó su acogida en Francia porque son los de Italia o Malta.
Estos dos países reiteraron este lunes su negativa, y el Gobierno español considera que España “no es el puerto más seguro” al no ser “el más cercano según lo establecido en el derecho marítimo internacional” para el desembarco de náufragos.
La oferta de Córcega se suma a la expresada por el presidente del puerto francés de Sète, Jean-Claude Gayssot, que destacó que “la única condición” es recibir el visto bueno de las autoridades francesas.
“En el contexto actual, sienta bien sentirse apoyado. Esperemos que Francia acceda”, ha dicho en BFM TV Pierre Mendiharat, director adjunto de Operaciones MSF.