La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado por delito de odio a dos tuiteros que publicaron en 2016 mensajes racistas en los que simulaban la celebración de una “subasta” del activista y periodista Moha Gerehou, quien entonces ocupaba el cargo de presidente de SOS Racismo Madrid.
Dos de los tres acusados han sido condenados a un año y tres meses de prisión y a indemnizar al activista con una cantidad total de 3.000 euros. Además, los acusados serán inhabilitados durante cuatro años y tres meses para ejercer la profesión en el ámbito docente, dado que uno de los culpables era profesor en el momento de tuitear los mensajes racistas.
En julio de 2016, Gerehou publicó en su perfil de Twitter una fotografía suya en la que difundía una campaña de redes sociales con el lema 'Estado español no tan blanco'. “¿A ver si nos damos cuenta de esto!”, decía entonces el activista. Su tuit fue respondido con un hilo de mensajes racistas, entre los que se encontraban los de los de tres de los acusados –aquellos que la investigación logró identificar–, pero uno de ellos ha sido finalmente expulsado al no poder haberse demostrado estar detrás de las publicaciones que se le atribuían.
“Comenzamos con la subasta del mes, empezamos en 1000€. ¿Quién da más?”, respondió un usuario bajo el nombre de 'Hispania Victrix'. “Si me dejáis soltarlo en mitad del campo y cazarlo 1400 euros”, añadió otro, que no ha sido identificado. “Si viene desparasitado y con la cartilla del veterinario te subo a 1200 euros”, apuntó entonces uno de los acusados. “Lo veo y lo subo a 2000”, indicó otro de ellos.
Según los magistrados, estos comentarios tenían la intención “de humillar y denigrar a Mohamed Gerehou, así como de atentar contra su dignidad y la de las personas de su misma raza”.
Moha Gerehou ha celebrado la condena a dos de sus acosadores. “Seis años después de recibir estos mensajes racistas estoy feliz porque es necesario que la justicia comience a proteger a las víctimas de racismo”, ha afirmado el denunciante en declaraciones recogidas por elDiario.es. “Esta sentencia debería servir de ejemplo a otros casos de racismo cotidianos y más graves como lo sucedido en Melilla”.