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Vacunar a los migrantes sin tarjeta sanitaria: algunas comunidades mueven ficha para llegar a ellos, pero las trabas continúan

Laura y Francisco, excluidos de la sanidad universal, que tras largos meses de espera han logrado ser vacunados.

Gabriela Sánchez

15 de mayo de 2021 21:56 h

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La mañana de este martes, el día en que Laura tenía cita para vacunarse, se levantó antes de la cuenta. Había quedado con su nieta para que la acompañase pero, cuando llegó a recogerla, su abuela no estaba en casa. La mujer peruana, de 80 años, se había plantado en el centro de salud más de media hora antes de su turno. Había esperado demasiado y no quería hacerlo más: le inyectaron su primera dosis cuando el 101%* de la población de su edad de Cantabria, donde vive, ya la había recibido. El 97,3% tenía ya la pauta completa.

Laura estaba impaciente porque, mientras semana a semana observaba en la televisión el avance de la vacunación entre los octogenarios de su comunidad, su hijo Armando movía cielo y tierra para lograr la inmunización de sus padres cuando les tocaba, a pesar de estar excluidos de la sanidad pública —en este caso por ser inmigrantes reagrupados por sus hijos, a los que el Gobierno exige un seguro privado—. Al no tener tarjeta sanitaria, sus datos no están en el sistema y los centros de salud no pueden llamarles para cerrar su cita. Solo lo logró a través de la intervención de 'Ciudadanía contra la exclusión sanitaria', una plataforma cántabra que lucha por la sanidad universal.

Aunque el plan de vacunación incluye a todos los residentes en España, independientemente de su nacionalidad y tipo de seguro, la falta de un plan estatal, el retraso de la activación de medidas regionales claras para llegar a estas personas y la escasez de información pública al respecto, sigue obstaculizando el acceso a la inmunización de quienes no tienen tarjeta sanitaria. Ante esta situación, algunas comunidades autónomas han impulsado medidas para que los residentes que no están dados de alta en el sistema de salud público puedan ser citados. Sin embargo, no todos los procedimientos son claros y accesibles y muchos afectados siguen encontrándose trabas y requieren la intervención de colectivos sociales para lograr su cita. El Ministerio de Sanidad, por el momento, no ha anunciado estar trabajando en ningún protocolo o recomendaciones al respecto para coordinar las iniciativas regionales.

“El principal problema radica precisamente en que por no contar con tarjeta sanitaria no están ya incorporadas al sistema y esto obliga a buscar iniciativas 'ad hoc' bastante rudimentarias en muchos casos, como que soliciten a ONG como la nuestra el listado de personas que conocemos que deberían ser vacunadas por su edad pero no tiene tarjeta sanitaria”, dice una portavoz de Médicos del Mundo. “No me publicites un teléfono de información donde no saben decirme a dónde debo acudir si no tengo tarjeta sanitaria. Asegúrate que todo el personal a cargo de informar a las personas usuarias reciben también toda la información correcta y la capacitación adecuada”, critica. Las organizaciones especializadas piden también más coordinación al Ministerio de Sanidad.

En general, las medidas activadas a nivel regional intentan, por un lado y en ocasiones sin éxito, establecer un canal para que los ciudadanos sin tarjeta sanitaria que quieran vacunarse puedan solicitar el alta en el sistema de salud de la comunidad que le corresponda y, así, sus datos pasen a formar parte de los listados de personas pendientes de vacunar y puedan ser citados. El otro tipo de planes en los que trabajan algunas comunidades busca una fórmula para llegar a aquellas personas extranjeras sin tarjeta sanitaria que, por desconocimiento, falta de información o por encontrarse en situación de exclusión, no acuden a los centros de salud a pedir ser vacunados, como la colaboración con ONG o instituciones sociales. En este grupo también se encuentran los dispositivos activados para alcanzar a las personas sin hogar, para las que algunas comunidades como Baleares o Aragón están manteniendo reuniones con ONG como Cruz Roja. 

La Comunidad Valenciana fue una de las primeras en comunicar de manera pública los pasos que tienen que seguir los ciudadanos sin tarjeta sanitaria para recibir sus dosis. La Consellería de Sanidad emitió una instrucción a principios de marzo en la que detalla que quienes no tengan tarjeta y no estén inscritos en el padrón municipal deberán acudir al centro de salud que les corresponda en función de su dirección de residencia y tramitar su inclusión en el Sistema de Información Poblacional (SIP), según detalla el periódico local Levante

Galicia también ha aprobado una instrucción pública en la que establece el procedimiento para citar a las personas sin tarjeta sanitaria. “Hay personas que residen en Galicia con otro tipo de cobertura sanitaria”, dice la Xunta, “por exportación de su derecho en su país de origen, privados, o cualquier situación similar”. Para llegar a ellos, el Gobierno regional ha puesto a disposición un número de teléfono donde les informarán de los pasos: tendrán que presentar un documento de identificación en vigor y el empadronamiento o cualquier documento que acredite su residencia en la comunidad (como un contrato de alquiler o facturas) y rellenar un formulario específico. 

También lo ha hecho Asturias: la Dirección General de Políticas y Planificación sanitarias ha enviado una instrucción en el que establece cómo dar de alta en el sistema de salud a estos ciudadanos. “Si no figura en la mencionada base de datos, se preguntará si reside en Asturias, y ante la respuesta afirmativa, se les dará de alta en SIPRES como ciudadano ”habitual“, con el tipo de aseguramiento o situación que corresponda”, según la directriz a la que ha accedido este medio. 

“La voluntad es vacunarlos, pero se complica con las trabas burocráticas”

El primer día que Armando acudió al centro de salud para solicitar la vacunación de su madre Laura y su padre Francisco en Cantabria, todo fueron negativas. No había ninguna orden para darles de alta en el sistema, aunque las autoridades insistieran en que todos los residentes en España serían vacunados. Después de preguntar en Cruz Roja, el ciudadano español de origen peruano contactó con la plataforma Ciudadanía contra la exclusión sanitaria, donde le han acompañado hasta conseguir que ambos progenitores hayan obtenido su primera dosis. La Consejería de Sanidad cántabra explica a elDiario.es que los ciudadanos sin tarjeta “deben acudir a su centro de salud más cercano para que le hagan una tarjeta temporal de cara a la vacunación”. Pero “no es tan fácil”, replica Mariví Sánchón, quien lleva meses acompañando a ciudadanos afectados: “Ese es el trámite que tienen que hacer, pero esa información no ha llegado a todos los centros de salud. No todos los mostradores saben cómo hacerlo. La voluntad es vacunarles, pero se complica por las trabas burocráticas”.

Canarias ha aprobado una instrucción al respecto esta misma semana, pero en ella solo se refiere a la vacunación de extranjeros con papeles que no tienen tarjeta sanitaria. “Las personas extranjeras residentes legalmente en el Archipiélago que no tengan tarjeta sanitaria pueden ser citadas para recibir la vacuna contra la COVID-19”, indica un comunicado difundido por la Consejería de Sanidad, que exige acudir al centro de salud y presentar un certificado de empadronamiento. Una portavoz de la institución apunta a que también cuentan con ONGs para “encontrar a las personas sin hogar que estén pendientes de vacunar”. Con respecto a los migrantes sin papeles acogidos en los campamentos aclara que “es gente muy joven y aún no están vacunando a ese rango de edad”.

Baleares asegura estar trabajando en “un plan de acción” con las ONG y recursos sociales para llegar a la población sin tarjeta sanitaria.

A partir del lunes, Castilla-La Mancha activará números de teléfono para cada una de sus gerencias de salud, al que las personas sin tarjeta sanitaria tendrán que llamar para obtener una cita en “atención al usuario” para que acredite su identidad y su residencia en la comunidad, tras lo que podrán proceder a la inminuzación, según un portavoz de la Consejería de Castilla-La Mancha.

En la Comunidad de Madrid de momento no hay una instrucción pública precisa sobre cómo proceder en estos casos, pero sí hay un correo electrónico interno enviado a las direcciones de los centros de salud que indica que estas personas deben ser inmunizadas, pero que no aporta indicaciones claras sobre el procedimiento que deben seguir. El email enviado por la dirección asistencial, a cuyo contenido a accedido elDiario.es, sostiene que una persona de más de 80 años en situación irregular o sin tarjeta sanitaria “debe ser vacunada” tras “garantizar identificación, que entra en rango de edad y que va a permanecer el tiempo suficiente” en la región para administrarle las dos dosis. 

Según la Consejería de Sanidad de la comunidad, el Ejecutivo pondrá en marcha este mes “una web para elegir sitio y hora para vacunarse en función de los tramos de edad que se vayan abriendo y al margen del tipo de aseguramiento”. Además, el Gobierno regional está trabajando “para llegar a través de los recursos sociales a todos los grupos que no tengan aseguramiento de ningún tipo”.

El colectivo Yo Sí Sanidad Universal continúa ayudando a ciudadanos sin tarjeta sanitaria que no saben qué deben hacer para darse de alta en el sistema y ser incluidos en la campaña. 

“La vacunación sigue siendo muy dificultosa. Si bien es cierto que hubo un correo interno en el que aseguramiento autorizaba a los centros de salud a vacunar a las personas extranjeras en función de su grupo de riesgo, lo cierto es que no dieron instrucciones precisas de cuál debería ser el procedimiento para hacerlo”, resume Nacho Revuelta, miembro de la red. “El resultado es que algunos centros de salud  ni siquiera tenían constancia de esta recomendación porque ha sido emitida en forma de un correo de dudas. No ha sido una instrucción clara donde se ha dado la orden. Otros centros de salud que sí tienen constancia, al desconocer el procedimiento para hacerlo, también han puesto pegas”. 

El correo no hace mención a los ciudadanos de otros grupos de edad que están siendo vacunados en grandes centros de vacunación, como el Wikzin Center o el hospital Isabel Zendal. “Estas personas no aparecen en ningún listado y no tienen ningún lugar al que dirigirse y ser vacunadas. Existe un teléfono de vacunación, pero no nos consta que se esté citando a estas personas”, dice Revuelta. “Algunas personas, en busca de soluciones, han llamado al centro de vacunación central y han conseguido que les vacunen allí. Es evidente que no hay una instrucción clara, no hay una práctica sistemática de vacunación con las personas extranjeras que están fuera del sistema sanitario”. 

Las actuaciones de Castilla y León se basan en una la solicitud de listados de personas que carezcan de tarjeta sanitaria a Médicos del Mundo y Amnistía Internacional. También se han puesto en contacto, a través del Servicio de Asuntos Migratorios, con la Red de Centros Integrales de Inmigración, con Cáritas y otras organizaciones. Pero, según admite una portavoz del Departamento de Salud, los resultados no son destacables: “El número de personas que nos envían es muy escaso”. 

Enviar una reclamación para conseguir vacunar a su madre

No obstante, el Gobierno castellanoleonés no ha dado indicaciones claras para ordenar a sus centros de salud permitir el alta en el sistema a los ciudadanos sin tarjeta sanitaria.

Para empezar a hacer los trámites que permitan vacunar a sus padres en Castilla y León, en concreto en Ávila, Lily tuvo que enviar una reclamación a la Gerencia de Salud de Ávila ante las negativas que se encontraba en su centro de salud. “Me dicen que no tienen orden de nada, que si no tenía un documento que lo ordenase, no podían darme de alta”, dice. Un mes después, la Junta le respondió por escrito con el procedimiento que debe seguir para dar de alta en el sistema a sus progenitores y que puedan ser citados: “Espero no tener problemas”, dice Lily.

Del mismo modo, en Navarra, el Departamento de Salud regional dice que la población migrante residente en la región se vacunará “independientemente de su situación administrativa” pero no aporta detalles de las directrices emitidas para lograrlo. Solo menciona que “las zonas básicas de salud, a través de trabajo social, se hace la captación de esta población de forma habitual”. 

En Murcia, solo están vacunando de momento “a los extranjeros que tienen tarjeta sanitaria por su grupo de edad”, según fuentes oficiales. El Departamento de Salud indica a este medio que no ha  tomado ninguna medida concreta para llegar a los extranjeros excluidos de la sanidad, pues se encuentran a la espera de que el Ministerio de Sanidad “indique” el plan que deben seguir.  

En Catalunya, Salut no ha visto por ahora necesaria la activación de medidas concretas para llegar a las personas sin tarjeta sanitaria porque, según defiende, en esta comunidad no hay nadie excluido con la legislación vigente, porque se puede pedir tarjeta aun sin estar empadronado y sin papeles. Aun así, entidades sociales han señalado algunas lagunas, como los que no han pedido la tarjeta todavía o están en proceso.

En esta misma línea, en el Departamento de Salud de Euskadi solo mencionan que intentan acceder a determinados colectivos, como las personas sin hogar, a través de convenios con organizaciones sociales. En Andalucía, por su parte, la Consejería se limita a explicar que están “trabajando en ello”.

Las medidas aplicadas, en general, no son suficientes para llegar a la población sin tarjeta sanitaria, según las organizaciones consultadas. “Existe bastante desconocimiento sobre el volumen real de personas que están en esta situación y sus características. Es necesario desplegar estrategias adecuadas de información y difusión, adaptadas a las condiciones sociales y culturales de toda la población que tiene que ser vacunada sepa cómo debe proceder. Pero deben ser estrategias y herramientas que realmente funcionen”, dice una portavoz de Médicos del Mundo.

Para las ONG sanitarias, la base del problema se encuentra en la legislación actual, con la que el Gobierno trató de recuperar la sanidad universal, pero que dejó una serie de grietas que mantiene la exclusión, una situación que ha empujado al Ejecutivo a iniciar los trámites para crear una nueva normativa. “Estamos hablando, en definitiva, de una población a quien se ha tenido fuera del sistema de salud y todos los planes o protocolos para implementar la campaña de vacunación están condicionados al funcionamiento de este sistema.la pandemia saca a la luz las deficiencias de una sanidad que realmente no es universal y equitativa”, dice un portavoz de Médicos del Mundo.

*Nota: El porcentaje superior al 100% se debe a desajustes del censo, producidos por diversas razones. Por ejemplo, las comunidades autónomas toman de referencia el censo de 2020, por lo que pueden producirse cambios con respecto a la población residente en cada región un año después. Tampoco incluye a ciudadanos que no están empadronados o a los desplazados desde otra comunidad.

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Con información de: Pau Rodríguez (Catalunya), Rodrigo Saiz (Navarra), Iker Rioja (Euskadi), Laura Martínez (Comunidad Valenciana), Elisa Reche (Murcia), Laro García (Cantabria).

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