La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

La polémica política no se traduce en alarma vecinal: el voto a Vox no despuntó alrededor de centros de menores extranjeros

Rocío Monasterio se paseó por el barrio de la Macarena de Sevilla para alertar del supuesto “problema grave” despertado ante la presencia de menores extranjeros no acompañados, a los que llamaba “manada de menas”. Santiago Abascal hablaba de “madres preocupadas por sus hijas, que temen ser asaltadas” por los niños acogidos en Hortaleza (Madrid). Los líderes de la extrema derecha se han autoproclamado portavoces de los vecinos de las calles aledañas a centros de menores migrantes, pero su discurso xenófobo no ha calado especialmente en las zonas donde hicieron campaña presencial. O bien no existía tanto “terror” entre los vecinos como decía Vox y muchos reportajes en medios de comunicación, o en todo caso los vecinos no pensaron en la extrema derecha como mejor solución.

En secciones censales cercanas a residencias de los adolescentes tutelados localizados en Madrid, Sevilla, Bizkaia, Barcelona, Murcia, Melilla y Ceuta el aumento del voto a Vox detectado el 10N en estas áreas con respecto a la convocatoria de abril se mantiene en los niveles generales de apoyo concedido en la totalidad de los distritos o municipios correspondientes. En todas sube la extrema derecha, pero el ascenso no es superior al resto del barrio o municipio. Solo en las calles de Lucena (Córdoba) próximas a los centros de niños migrantes se registra un despunte mayor a la tendencia global del pueblo.

Uno de los casos más mediáticos ha sido el del centro de menores de Hortaleza, la zona de Madrid donde además reside el líder de Vox, Santiago Abascal. “Yo vivo en el barrio de Hortaleza y ahí hay un centro de menas. Allí me encuentro con mujeres que me vienen a contar que los policías les dicen que no salgan con joyas a la calle”, afirmó en el debate electoral de TVE, delante de millones de espectadores. No obstante, la mayoría de habitantes de las viviendas más próximas al Centro de Primera Acogida no cogió la papeleta de su vecino.

Ninguna de las secciones censales del distrito de Hortaleza se tiñó de verde el 10N. La primera fuerza justo alrededor del centro de acogida fue el PSOE, con el 28,6% de los votos, diez puntos más que Vox, que se ubicó en tercera posición.

La tendencia es similar en las áreas colindantes ubicadas al norte de la residencia de menores, pero con una diferencia: los 'populares' se colocan como primera fuerza, en vez de los socialistas. Vox se mantiene por detrás y, aunque sube en número de votos con respecto a la convocatoria de abril, el incremento es similar al registrado en la totalidad del distrito. 

 

El rechazo de la Macarena a Monasterio

En su visita al barrio de la Macarena (Sevilla), Rocío Monasterio pudo intuir el fracaso de su acto de campaña a las puertas de un centro de menores. Mientras la líder madrileña de Vox se empeñaba en explicar a los vecinos sevillanos la “situación insostenible” en la que aseguraba que vivían, algunos de sus residentes reaccionaron al grito de “fuera fascistas”. “Esos niños no hacen ruido”, se acercó a decirle una señora. 

El pasado domingo fue el momento de contrastar la intuición. Los distritos de Macarena y Macarena-Norte otorgaron el menor porcentaje de apoyo en Sevilla al partido que denunció la supuesta inseguridad en la que vivían. Solo un 15,6% de los residentes en las calles más próximas al centro de menores, la supuesta causa de los “problemas” descritos por Monasterio, respaldó a Vox, colocándolo en cuarto lugar por detrás de PP (26,8%), PSOE (20,9%) y Podemos (18,3%).

El voto de los vecinos correspondientes a las secciones censales colindantes presentan niveles similares. En estos puntos, el apoyo a Vox se alzó alrededor de un 5% con respecto al 28A, pero la subida es inferior a la detectada en el conjunto de los distritos de la Macarena, Norte y Santa Justa (la vivienda de los menores se encuentra en el primero, pero la sección censal donde se localiza colinda con los dos restantes). 

El centro de Amorebieta (Bizkaia) ha sido noticia por los incidentes ligados a la supuesta conducta conflictiva de algunos de los adolescentes acogidos, como el incendio que quemó una sección de su tejado y forzó el cierre temporal del edificio. También por el hacinamiento que, según los trabajadores, es causa de los problemas surgidos entre los chavales. En enero de 2019, una información de ABC apuntaba a que un supuesto terrorista pasó por este punto haciéndose pasar por menor. 

Pero ni la alarma mediática ni el discurso de Vox ha calado por estos lares. Sólo un 1% de todos los habitantes del distrito Amorebieta-Etxano se decantó por la extrema derecha el pasado domingo, donde venció PNV, lo que se traduce en un apoyo residual a la formación de Abascal en las áreas halladas junto al centro.

Los centros asaltados de Barcelona

Catalunya es la segunda comunidad autónoma que más menores extranjeros no acompañados recibe, con 4.200 adolescentes migrantes acogidos, según los últimos datos de Interior. Algunos de los diferentes centros donde se encuentran en la provincia de Barcelona han estado marcados por la polémica. Las residencias de menores de El Masnou, Castelldefels y Canet de Mar han sufrido varios ataques xenófobos organizados en el último año, a lo que se añaden las protestas vecinales surgidas en el municipio de Rubí contra la llegada de niños migrantes. 

Quienes residen más cerca de estos centros (o proyectos) no han respondido al discurso xenófobo de Vox. El apoyo a la extrema derecha de los vecinos del centro asaltado de El Masnou y Rubí, donde ha ganado ERC, ha sido ínfimo: el partido no se encuentra entre las cinco fuerzas más respaldadas. En las calles que rodean a la residencia de niños migrantes de Castelldefels, ganó el PSOE y, aunque se identifica cierto ascenso de los apoyos a la formación de Abascal, la subida se mantiene en los niveles de otras secciones censales del municipio más alejadas de donde viven menores migrantes. No obstante, de todos los sectores analizados en Catalunya, aquí se detecta un pico algo más pronunciado con respecto a la anterior convocatoria electoral. 

El feudo de Vox

Sobre el centro de Santa Cruz en Murcia, Vox ha dicho que “no solo hay menores de edad, sino personas con experiencia militar en sus países de origen” y ha destacado en varias ocasiones el presunto “riesgo” que supone la presencia de niños migrantes para los vecinos de la zona. Pero la mayoría de murcianos que más cerca viven del edificio que los acoge no eligió a Abascal, sino que se decantó por el Partido Popular, a pesar de que en la Región de Murcia la extrema derecha se instaló como primera fuerza. El voto dirigido al partido 'verde' en este punto ha escalado con respecto al 28A, pero lo ha hecho en la línea de otras áreas sin presencia de los llamados “menas”. 

Vox solo es primera fuerza entre los vecinos de un centro de menores extranjeros en aquellas localidades donde el partido de Abascal es primera fuerza en todo el municipio; son los casos de Lucena (Códoba) y Ceuta.

Lucena, el caso al que se aferra la extrema derecha

Y solo en una de estas zonas el dato es significativamente superior a la media. En Lucena, los vecinos llevan meses protagonizando protestas a favor y en contra de la llegada de menores extranjeros a su municipio, que ha acogido a adolescentes migrantes desde 2018. En enero de 2019, los niños fueron trasladados temporalmente a otro pueblo (Montemayor) tras haber surgido problemas con el propietario de la vivienda, pero el Ayuntamiento lucentino ya ha anunciado la apertura de otro centro para recibirles de nuevo. La noticia despertó reacciones enfrentadas entre los habitantes, y Vox no tardó en aparecer por allí. 

En plena campaña electoral, el portavoz de la formación en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández, eligió Lucena para celebrar uno de sus actos de campaña. Buena parte de su discurso se focalizó en los ataques a los menores migrantes no acompañados. El 10-N, Vox se posicionó como la fuerza más votada en el municipio con un 31% de los votos, 13 puntos más que en la anterior convocatoria electoral. 

El estudio detallado de la zona evidencia que los residentes de los ciudadanos de las vías más próximas al futuro centro, adonde serán trasladados próximamente 40 niños, no dieron la victoria a Vox, sino al PSOE. En este sector del pueblo, la mejora de Vox se mantiene en el incremento medio generado en el municipio. Los vecinos de dos zonas censales sí registran un pico destacado con respecto a la tendencia de voto. En una de ellas, donde se emplaza el centro de menores cerrado a principios de año, la extrema derecha pasó de cosechar un 25% a un 44% del respaldo en las urnas. 

El portavoz de extrema derecha en el Parlamento Andaluz se felicitó a sí mismo por su victoria en el pueblo cordobés. “Hace poco tuvimos un acto en Lucena donde pusimos sobre la mesa el problema del centro de Menas, nos criticaron porque había poca gente, bueno, pues las urnas han hablado”, celebró Alejandro Hernández el día posterior a las elecciones. Lo que no dijo es que el caso de Lucena conformaba una excepción.

Una sociedad mal informada debilita la democracia

Ahora más que nunca se demuestra que la desinformación debilita la democracia y por eso son necesarios medios que desvelan esas trampas: la independencia de eldiario.es es posible porque somos rentables y no tenemos deudas. Solo nos financiamos con la publicidad y el apoyo de más de 34.000 socios y socias. Nuestro trabajo necesita de tu apoyo, y cuesta dinero.

Te necesitamos para seguir. Hazte socio. Hazte socia.

Más en eldiario.es

Más en eldiario.esCuestionar la violencia machista o negar la homofobia: los derechos que pueden poner en juego los 52 diputados de Vox

Una dirigente de Vox pierde los papeles por atacar al feminismo: “Yo pondría como asignatura obligatoria costura. Empodera mucho coser un botón”

DATOS | Lo que dice la renta sobre el resultado del 10N: la caída de Ciudadanos la aprovecha Vox en las zonas más pobres y el PP en las más ricas