Vecinos del madrileño barrio de La Latina han paralizado este lunes, durante más de media hora, la calle Mayor frente a la Junta Municipal del Distrito Centro para exigir soluciones para las familias que están durmiendo desde hace varios meses a las puertas de la sede del Samur Social y dar respuesta a una crisis que han calificado de “vergonzosa”.
“Es una barbaridad que las familias con niños tengan que estar a las puertas de un edificio cuando hay muchos lugares donde alojarlos, porque los hay. Dicen que no tienen las condiciones necesarias, pero ¿la mejor solución es la calle?”, se preguntaba Pilar López, una vecina del barrio que se ha acercado hasta la sede para pedir al Gobierno de la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento “que son los que tienen los fondos” para solucionar el problema. “La gente es solidaria, pero los gobiernos tienen dinero de sobra para funcionar y tienen que cubrir estas necesidades, lo demás es un complemento”, ha explicado.
Aunque la concentración estaba convocada por los vecinos del barrio en apoyo de la Red Solidaria de Acogida, la Red Solidaridad Latina y Carabanchel o San Carlos Borromeo, vecinos de otros barrios de la capital también se han acercado. Es el caso de Karlos, un alemán que vive en Lavapiés y ha venido junto a su hijo para “apoyar y ayudar”. “Aquí hay mucha gente durmiendo en la calle y no es justo”, ha explicado.
Lo mismo ha denunciado Carola, vecina de Chamberí, que calificaba la situación de “injusta y poco humana”. “Hay recursos para que la situación no se prolongue, muchas de las familias tienen lo necesario para vivir, pero no tienen un sitio donde dormir”, ha denunciado. Coincidiendo con el encendido de las luces de navidad, ha explicado, señalando a las luces, que “en vez de gastarse un dineral en lucecitas --más de 3 millones de euros-- que se lo gasten en esto que es más urgente”.
Tras varios minutos a las puertas del centro, un grupo de 150 personas se han dirigido hasta la Junta de Distrito, al grito de “hay niños en la calle y no le importa a nadie” o “ninguna familia sin solución”. Varios vecinos han intentado entrar en el pleno que se estaba celebrando, pero los guardias de seguridad no han permitido que accedieran al edificio.
Después de media hora en la carretera, silbando y gritando “la voz del pueblo no es ilegal” o “que sí, que sí, que baje el responsable”, un grupo de vecinas que habían conseguido entrar, salían y explicaban lo que había ocurrido durante la sesión: “Nos dijeron que no había aforo pero un vecino se ha levantado y nos ha dejado su sitio, al entrar, una vocal de Más Madrid ha cogido los papeles que traíamos, los ha repartido y creo que los iba a leer o mencionar en el pleno”, anunciaba Inés.
El documento, dirigido a todos los miembros de la Junta, explica que “ante la emergencia social y la pasividad de las instituciones”, son los vecinos quienes se están ocupando de la situación facilitando comida caliente, ropa de abrigo y un techo a las familias que pasan “interminables horas y noches a las puertas del Samur Social”. Piden también “se intervenga de manera inmediata, que se pongan los recursos necesarios del Distrito a disposición de las familias y se adopten medidas de excepción para dar respuesta a esta crisis”.
Una vez que todos los vecinos ya se habían ido, en las puertas del centro seguían varias familias y algunos voluntarios, como Marcela Prádenas, que llegó a España con asilo político, y ahora está ayudando a los solicitantes de asilo con unos trámites que son “clave”. Esta voluntaria, que hoy ha llegado a las nueve de la mañana para ofrecerle un ordenador a las familias para pedir cita en la Oficina de Asilo y Refugio, explica que ante un sistema tan complicado, ella les facilita la información y los pasos a seguir. Prádenas ha pedido también que se cambie el sistema de solicitudes, porque “se hace vía internet” y muchos de ellos no tienen ese acceso.
Huelga de trabajadores del Samur Social
Por la mañana, decenas de trabajadores del Samur Social se han concentrado frente a la sede de la entidad, tras iniciar una huelga de 24 horas que coincide con el primer día de la Campaña de Frío. “¡Ninguna persona en la calle!”, han coreado. La plantilla del Samur social gestionada por la empresa Grupo 5, compuesta por unas 200 personas, lleva tiempo reivindicando sus condiciones laborales, que definen como “precarias” ante la falta de recursos y la alta demanda de Madrid, agravada tras el aumento de solicitantes de asilo y de personas sin hogar.
Con este paro de 24 horas, que según el Comité de Empresa está siendo secundado por un 99% de la plantilla, los trabajadores reivindican la cobertura del absentismo laboral para garantizar atención, la mejora de las infraestructuras y el compromiso de mejorar los pliegos de condiciones, así como terminar con los “contratos basura”. Azucena Pérez, representante del Comité de Huelga, incide en que “es necesario que se replantee el funcionamiento de este servicio”, que no se está adaptando a las necesidades de la ciudad de Madrid.
“La saturación viene de antes, el Ministerio no asume su competencia, el Ayuntamiento y la Comunidad también tienen que hacer sus deberes”, recalca Azucena ante una compleja atribución competencial que las entidades siguen sin solucionar mientras decenas de personas duermen a la intemperie. “Muchos se están cogiendo bajas laborales por esta situación, bajas por depresión, estrés... que luego además no se cubren”, afirman Pedro Alarcón y Óliver, miembros de la plantilla gestionada por Grupo 5.